El análisis de la productividad es más complejo de lo que desearíamos, pero sigue siendo irrenunciable y hay que superar las dificultades que encontraremos.
En general, saber cuál es la productividad media en la empresa, cómo evoluciona y cómo está en relación a los competidores puede parecer suficiente. Sin embargo, no pocas veces puede llevar a conclusiones engañosas o incompletas. Es muy conveniente dedicar un tiempo a estudiar algunos aspectos que dan mucho más sentido al análisis de la productividad. Veamos algunos de los más destacados.
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La relación de la productividad con los medios materiales
Una parte de la evolución de la productividad depende de la calidad y cantidad de los medios materiales empleados. Influye especialmente la adopción de las generaciones más modernas de tecnología.
Para poder estudiar esta relación podemos analizar diferentes aspectos:
- La comparación de los valores de la productividad en la empresa antes y después de un plan de inversiones materiales.
- El estudio de las diferencias de productividad con otras empresas del sector, apoyándonos en el conocimiento que tengamos sobre sus distintas dotaciones de medios materiales.
- La relación entre la productividad en diversas áreas de la empresa y sus dotaciones materiales.
El análisis de la productividad y el esfuerzo de cada empleado
El esfuerzo de los empleados no tiene unas unidades concretas de medida. Además, no es directamente observable. Vemos la labor realizada por el trabajador, pero no sabemos exactamente cuánto le ha costado. No obstante, conviene diseñar una lista de señales indirectas.
En general, puede resultar interesante comparar algunos indicadores del rendimiento y logros obtenidos por el empleado con los relacionados con su esfuerzo. No obstante, no debemos perder de vista el contexto. Quizá en otras ocasiones haya señales de que las aportaciones de los empleados fueron mayores o menores que ahora porque las circunstancias, desde entonces, han cambiado.
El impacto en los compañeros
Podemos entender a cada empleado como un nodo de una red. Hacia él llegan influencias de diferentes miembros de la plantilla. A su vez, su actuación repercute en los demás. Además, el conjunto de relaciones afecta a múltiples variables y atributos relacionados con la productividad de cada empleado.
La motivación en el análisis de la productividad
Por desgracia, otra vez nos encontramos ante un condicionante de la productividad que no se puede medir directamente. Hay que analizar señales indirectas. Con ellas deberemos repasar la evolución de la motivación de cada trabajador en particular y de la plantilla como conjunto. En ambos casos, analizaremos la respuesta ante las iniciativas de mejora de la motivación que hayamos puesto en marcha.
Las inversiones en capital humano
Podemos comprender el capital humano como un indicador de la calidad de los trabajadores. Se pueden realizar muchísimas iniciativas para mejorar el potencial de los empleados. No obstante, no conviene perder de vista tres aspectos primordiales:
- La efectividad de los programas de formación continua de la empresa.
- La evolución de la salud y capacidades de los empleados.
- Las inversiones que los trabajadores realizan a título particular para mejorar su perfil profesional.
Los incentivos
Son muy importantes en el análisis de la productividad. Se debe controlar su grado de adecuación. En ciertos casos, incluso sin datos, podemos descubrir que algunos pueden incitar a que la mejor respuesta de los empleados no sea la pretendida por la empresa. En general, sin embargo, el estudio debe centrarse en saber si los supuestos de los que se partía para diseñar los programas de incentivos se cumplen en la realidad.
La organización de los procesos
Los medios materiales, intangibles y humanos no serían nada sin una correcta inserción en los procesos. Cuando realizamos algún cambio en ellos, debemos estudiar cómo ha repercutido en la productividad.
No obstante, los cambios en los procesos no se producen en un mundo ideal, sino en circunstancias concretas. Es importante deslindar qué parte de la variación de la productividad se debe a la modificación en sí y cuál se debe a variaciones en el entorno, que pudieron ser las que condicionaron la decisión de realizar transformaciones.
La disposición a pagar de los clientes
La productividad se puede medir en unidades físicas, pero normalmente nos interesa conocer su valor en unidades monetarias. En ese sentido, es muy importante seguir las evoluciones de los precios. Por lo tanto, es imprescindible analizar la actividad de comercialización.
La innovación en el análisis de la productividad
El impacto de la innovación en la productividad de la empresa tiene efectos en el corto plazo, pero aún más en el largo. Surge a través de cambios organizativos y tecnológicos que suelen reclamar un periodo de depuración. Por ello conviene estudiar indicadores del asentamiento de la cultura innovadora.
Seguir la evolución de la productividad reclama prestar atención a las fuerzas que la mueven. El análisis de sus condicionantes mejora enormemente el grado de comprensión de la realidad de la empresa.
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