ChainWood: el ‘blockchain’ sube al monte para optimizar los procesos del sector maderero

Pymes

En los últimos años se ha hablado mucho de blockchain y de las posibles aplicaciones que tiene esta tecnología. La cadena de bloques, que a base de un cifrado potente y de descentralizar la información, consigue unos niveles de seguridad de los datos nunca vistos, está en el punto de mira del sector bancario, del asegurador, de los gigantes del ecommerce e incluso de la administración pública.

Pero las aplicaciones de blockchain van mucho más allá. Como decían en una entrevista Alex Preukschat e Iñigo Molero, autores del libro ‘Blockchain: la revolución industrial de Internet’, estamos ante una tecnología que será tan transversal y ubicua como hoy lo es el teléfono móvil, aunque no la veamos ni la palpemos. El proyecto ChainWood lo demuestra.

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Propulsado por un grupo de compañías y asociaciones empresariales vinculadas con el sector maderero y forestal, se ha propuesto llevar blockchain a la cadena de suministro de la madera en España, desde que se planta el árbol hasta que se convierte la madera en pulpa o en tableros para muebles. El objetivo es que, de esta manera, los implicados en esta industria puedan reducir costes y mejorar la trazabilidad del producto.

Con ChainWood, toda la cadena de suministro, desde los productores a los transformadores, dispondrán de un sistema que les permitirá acceder a datos e información muy variada de la materia prima con la que tratan, incluso a nivel de troza, o tronco aserrado y listo para ser convertido en tablas.

Trazabilidad total

Cada actor hará uso de aquellos datos que le aporten algún beneficio. Así los productores podrán saber cuánto han producido, quién lo extrae o dónde está su madera en cada momento, mientras que los transformadores sabrán las características de ese producto, dónde se localiza y quién lo procesa”, explica el líder del proyecto, Jesús Martínez, gerente de Sistemas de Desarrollo Integral del Territorio, una consultora gallega especializada en mejorar la operativa de las empresas forestales.

Martínez dice que la solución pretende convertirse en una “espina dorsal de datos” a disposición de todos los miembros de la cadena de suministro, desde las empresas de transformación de la madera, hasta las firmas de logística y transporte, pasando por los productores de la madera, las firmas de certificación e incluso la administración pública.

Impulsores del proyecto ChainWood, en Madrid. Fuente: ChainWood.

ChainWood ha echado a andar con casi 95.000 euros de financiación procedentes del Ministerio de Agricultura y de Europa a través de los Fondos Feader. A la hora de apostar por blockchain, ha sido clave la posibilidad que da esta tecnología de “descentralizar el gobierno de los datos” por encontrarse estos en muchos “nodos” a la vez. Este factor es relevante porque se trata de un sector formado “por miles de pequeños actores” y que además no quiere quedar al arbitrio de ninguna gran compañía, explica Martínez.

En total, unas 30 personas, no solo de España sino también de otros países, tomarán parte de una forma o de otra en un proyecto que tendrá tres experiencias piloto para validarlo: en Castilla y León con chopos, en Asturias con castaños, y en Galicia con robles.

En esencia, ChainWood es un software en la nube que también tendrá capacidades de big data e inteligencia artificial. Analizará la información procedente de los sensores que hoy llevan las máquinas que cortan la madera. Por su experiencia en proyectos de blockchain, por una parte, y por tener un departamento específico para el sector forestal, por otra, Indra ha sido seleccionado como el socio tecnológico “idóneo” para sacar adelante el proyecto, aunque también participan en la parte de desarrollo de software algunos socios de IBM.

Siguiendo los pasos de Canadá o los países nórdicos

Además, en ChainWood también está participando la empresa finlandesa Risutec, fabricante de componentes para maquinaria forestal. “La participación de Risutec es importante ya que nos permitirá comprender los estándares y las características de los equipos que portan los sensores y que, por tanto, participan en la captura de los datos que el sistema software posteriormente gestionará”, revela Jesús Martínez.

Además, Risutec permitirá a los impulsores de ChainWood entrar en contacto con el mundo escandinavo, una de las zonas geográficas del planeta con mayor peso en el terreno forestal, y con el que Martínez espera “colaborar y compartir ideas”. Es la forma de que el sector en España pueda seguir la estela de países productores de madera punteros como como Canadá, EE.UU., Suecia o Finlandia, donde “ya existen iniciativas en este sentido”.

Con ChainWood, un sector tan tradicional como el de la madera, que no se había aprovechado hasta ahora de las potentes tecnologías de marcado y etiquetado existentes, va a poder eliminar cuellos de botella en su cadena de suministro. Para paliar esta carencia, Jesús Martínez recuerda que también impulsa “un proyecto hermano”, Timbertrack, que también tiene como objetivo enlazar la materia prima a sus datos de identificación.

No se trata de “reinventar la rueda”

En todo caso, Martínez reconoce que con proyectos como ChainWood el objetivo no es “reinventar la rueda”, sino conocer lo que se está haciendo fuera para aportar valor al sector. Y  avisa de que casi tan complicado como desarrollar la tecnología en sí, resultará lograr que la solución logre “una aceptación general por el sector y se convierta de alguna forma en un estándar de uso”.

Para ello, parte de la labor de los impulsores de Chainwood consistirá en “definir el modelo de implantación más apropiado”. Para su propagación, serán claves el Cluster de la Madera de Galicia y la Federación de Asociaciones de Propietarios Forestales de Castilla y León (Fafcyle), que están en el proyecto desde el principio. Porque sería una pena que tanta innovación al final se quedara en el cajón o se limitara a unos cuantos proyectos piloto.

Imágenes | iStock y ChainWood

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