Bosques 4.0: la digitalización de la industria maderera

La digitalización del sector forestal y la industria maderera comienza en los bosques.

Grandes Empresas

Los bosques ocupan más de 18 millones de hectáreas en España. Esta cifra lo convierte, por detrás de Suecia y Finlandia, en el tercer país con más bosques de Europa. Si además tenemos en cuenta la superficie forestal (aquella cubierta no solo por árboles, sino también por prados, maleza y vegetación baja), las hectáreas suman más de 27 millones; más de la mitad de nuestro territorio.

El de la producción de madera es un sector de gran importancia económica en España. El segmento de la madera y el mueble, por ejemplo, agrupa a más de 22.000 empresas y da empleo a unas 100.000 personas. Poco a poco se van sumado a la industria 4.0, promoviendo así el cambio de un sector en el que la optimización comienza ya mucho antes, en los propios bosques.

Un área que empieza su revolución

El sector de la silvicultura y la producción de la madera va un paso por detrás de otras industrias en la adopción de la tecnología digital. Los motivos son variados. Desde la consultora McKinsey se señala, en primer lugar, el modelo de gestión de los bosques a nivel mundial: el 76% son de propiedad pública, mientras que gran parte del resto pertenece a pequeños propietarios privados. La mayoría de ellos posee una porción de bosque pequeña, lo que dificulta la explotación a nivel industrial.

[hde_summary]Conocer la cantidad y la calidad de los recursos que tenemos en los bosques nos sirve para conseguir diferentes objetivos, tanto ambientales como de gestión de la madera. A través de técnicas cartográficas y de Big Data, se elaboran mapas que muestran desde su densidad hasta la salud de su vegetación, o su estado para prevenir los incendios[/hde_summary]

Entran en juego también las características del terreno. Los grandes bosques presentan territorios accidentados a los que, en muchas ocasiones, es difícil acceder. Y, por último, el hecho de que se trata de un sector rural y bastante tradicional, en el que muchas empresas pequeñas y familiares son reacias a hacer grandes cambios. Sin embargo, las medianas y grandes han empezado ya a entender la importancia que la digitalización puede jugar en diferentes partes del proceso.

Silvicultura de precisión

La digitalización del sector forestal y de la madera comienza en los propios bosques. Para medir la capacidad y el estado de los mismos entra en juego la geomática, la ciencia que promueve la toma de datos a partir de tecnologías de la información y la comunicación. Hoy, esto es posible gracias a sensores remotos colocados en satélites y drones o mediante cámaras conectadas.

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“Una vez analizados, estos datos se convierten en información cartográfica que permite diseñar líneas de actuación y planificar el territorio”, explica Elena Canga, coordinadora de geomática y planificación forestal en CETEMAS. Esta fundación, con base en Asturias, promueve la innovación I+D+I en el sector forestal y la industria de la madera. Entre sus objetivos destaca el desarrollo de estrategias tecnológicas para automatizar procesos.

Gran parte de la información que recaban se comparte con empresas o con organismos públicos del Principado de Asturias, con fines muy diferentes. “Conocer la cantidad y la calidad de los recursos que tenemos en los bosques nos sirve para conseguir diferentes objetivos, tanto ambientales como de gestión de la madera”, señala la experta en geomática.

La digitalización del sector forestal permite también prevenir los incendios.

A través de técnicas cartográficas y de Big Data, se elaboran mapas que muestran información sobre los bosques, desde su densidad hasta la salud de su vegetación, pasando por muchos otros factores. “Ahora mismo el Principado de Asturias tiene interés en mapas que muestran su estado para prevenir los incendios”, explica Elena Cangas. “En ellos puede verse la cantidad de combustible que hay en los bosques, el nivel de limpieza y qué zonas son más peligrosas para el avance de incendios”, añade.

Cuidar la salud de nuestros bosques

Otro de los usos de los drones y las cámaras está enfocado a obtener información sobre ataques de insectos o enfermedades que afectan a la vegetación. Desde CETEMAS trabajan, normalmente, recabando información sobre enfermedades que ya habían sido detectadas previamente en el terreno por guardias forestales u otros organismos.

“Lo que hacemos es cuantificar el nivel de daño y la cantidad de superficie afectada gracias a la tecnología”, aclara Cangas. “Ahora mismo, por ejemplo, estamos trabajando con enfermedades de los pinos y también con un defoliador del eucalipto. Estos ataques a diferentes especies forestales tienen una gran importancia económica porque afectan a la producción de estos bosques”, añade. La información que recaban facilita la posterior toma de decisiones de los organismos encargados de luchar contra estas enfermedades.

La cadena sigue en la industria

El mantenimiento de árboles sanos tiene un impacto positivo en el siguiente eslabón de la cadena: la industria maderera. Una de las principales mejoras que ofrece la digitalización es la implantación de tecnologías que clasifican el producto por calidades. “La madera es un material heterogéneo, cuyo procesado no se puede predecir tan fácilmente como el de otros procesos industriales”, explica Abel Vegas, ingeniero de montes.Uno de los principales avances del sector es el de poder clasificar la madera según su calidad.
Las máquinas de clasificación automática de madera permiten dividirla según su calidad y sus características físico-mecánicas mediante ultrasonidos o técnicas no destructivas. “Son máquinas que están en línea con el proceso de aserrado, por ejemplo. La madera pasa por las máquinas y con láser o ultrasonidos van seleccionando la tabla según su calidad”, explica. “Se trata de una forma mucho más precisa que la tradicional, en la que se hace visualmente, y una de las aplicaciones más directas que hay hoy en la industria”.

[hde_summary]Gracias a tecnología IoT, es posible obtener información sobre la madera en tiempo real. Acceder, por ejemplo, a datos del tronco que entra al aserradero, como el tamaño de su diámetro, el rendimiento que se obtiene de cada metro cúbico y otros datos fundamentales para estimar costes, pérdidas, mejoras de rendimiento, cambios en el proceso…[/hde_summary]

Además, gracias a tecnología IoT, la maquinaria puede dar información sobre la madera en tiempo real. Se puede acceder, por ejemplo, a datos del tronco que entra al aserradero, como el tamaño de su diámetro. Además, es posible saber también el rendimiento que se obtiene de cada metro cúbico y otros datos fundamentales para estimar costes, pérdidas, mejoras de rendimiento, cambios en el proceso… en definitiva, para optimizar el proceso.

Esta maquinaria sustituye un trabajo manual en el que las estimaciones se hacían de forma más general. “Si las máquinas ofrecen toda esta información de forma automática y en tiempo real, se pueden ver los rendimientos e incluso modificar en cada momento la forma de trabajar esta madera”, explica Abel Vegas.

Productos con valor añadido

Para la industria maderera, la calidad diferenciada es un punto clave. Ofrecer productos de alto valor en cuanto a calidades estéticas para muebles o carpintería o de buenas prestaciones mecánicas para la construcción es fundamental.

Sin embargo, hasta ahora y con los métodos tradicionales era complicado separar las maderas en función de sus calidades. Muchas veces se vendía madera homogénea, en la que se juntaban categorías muy diferentes, generando, en muchos casos, pérdidas económicas al no poder sacar todo el partido posible al material de más calidad.

Un gran margen de mejora

Pese a los avances, hay que señalar los grandes retos a los que se enfrenta el sector. El primero se basa en la necesidad de formación. Las máquinas forestales tienen mucha tecnología que no se usa y es necesario una formación en el sector para sacar partido a la tecnología en todos los puntos puntos de la cadena de valor. Solo entonces, la digitalización sea algo real.

El segundo implica dar importancia al cambio. “La digitalización no es una opción, es una necesidad. Las empresas tienen que entender que o empiezan a hacer este cambio o van a quedarse atrás y sin sitio en un sector que va a ser altamente tecnológico”, apunta Abel Vega. “Ya vemos que hoy en día la madera que proviene de empresas altamente digitalizadas de Europa compite en precio y prestaciones con la local”.

Por último, es fundamental dar el paso a lo digital de forma coherente y útil. De una manera estudiada que suponga un buen margen de mejora para el producto. Se parte de un nivel muy bajo de desarrollo tecnológico. Pero la lectura positiva que podemos hacer es que el margen de mejora es muy grande.

España es un país con un alto potencial forestal que destaca en Europa no solo por el volumen de madera que se produce, sino también por sus calidades. Por ejemplo, con especies muy valoradas como el castaño y el roble, árboles que no son habituales en los países nórdicos.

Estamos, pues, ante un escenario propicio para que la digitalización cale tanto en el sector forestal como en el de la industria de la madera, mejorando así procesos, rendimientos y calidades. Los primeros pasos ya están dados.

Imágenes | iStock/Bartfett, Unsplash/Andrew Coelho, Unsplash/Rawpixel

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