Las jornadas en las que un autónomo no trabaja son días en los que no generará ingresos.
Si a esto unimos la necesidad que tienen muchos profesionales de dar respuesta a sus clientes en cualquier momento, el resultado es una enorme dificultad para las vacaciones del autónomo.
Aún así, muchos trabajadores por cuenta propia intentan conciliar el difícil reto de tener tiempo de descanso, en muchas ocasiones compartido con familia o amigos, con el de cumplir con los requerimientos de trabajo. No es sencillo, aunque tampoco imposible. La clave está en realizar una buena gestión del tiempo y de los recursos disponibles. Os damos unos puntos clave para conseguirlo.
Anticipa tu ausencia
El primer paso debemos hacerlo antes de las vacaciones. Todos tenemos derecho al descanso, aunque sean muchas veces por pocos días. Un 48% de los trabajadores por cuenta propia toman algunos días de vacaciones según datos de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA). Eso sí, lo hacen por menos tiempo que los trabajadores asalariados. Tan solo un 6% se toma más de 20 días de descanso al año.
Para conseguirlo es importante que anticipemos las vacaciones. Muchos autónomos lo consiguen realizando un importante sobreesfuerzo en los días previos para adelantar pedidos y tareas.
[hde_summary] Tan solo un 6% de los autónomos españoles se toma más de 20 días de descanso al año [/hde_summary]
Pero además de todo esto, es importante señalar a los clientes que estaremos ausentes unos días o, en la mayoría de los casos, que nuestra capacidad de respuesta es más limitada. Así conseguiremos disminuir el flujo de trabajo en los días de vacaciones y que este se centre en tareas importantes.
Filtrar mensajes
El siguiente punto clave de las vacaciones del autónomo es controlar las peticiones o demandas de trabajo que nos remitan los clientes. Lo más normal para muchos autónomos es recibirlas por medios electrónicos, especialmente correo.
En este caso es fundamental activar el mensaje de autorespuesta adecuado, informando sobre nuestro acceso más limitado y una capacidad de respuesta más lenta. Esta posibilidad la podemos extender a otros programas de comunicación profesional, como Skype.
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Pero otra opción imprescindible y que tienen casi todos los sistemas de correo profesional es crear reglas de filtrado de correo. Gracias a estas podemos hacer que se trasladen a diferentes carpetas predefinidas mensajes de determinadas direcciones de correo. Así, por ejemplo, podrás separar el correo de un cliente importante y que debes gestionar de aquellos de menor importancia.
Vacaciones conectadas, pero controlando el momento de respuesta
Para poder recibir esta información filtrada es importante garantizar la mejor conexión. A través de un smartphone con cobertura adecuada podrás dar respuesta a buena parte de la información que recibas. No solo eso: con una cobertura de datos adecuada, que puedes ampliar en estos días que estás fuera, también será tu modem móvil para poder gestionar muchas tareas desde un portátil, aunque no tengas acceso a wifi.
Eso sí, es fundamental que seas consecuente a las reglas que hemos mencionado anteriormente de filtrar y dar respuesta solo a lo importante. Además, procura no responder de forma inmediata, ya que estaríamos transmitiendo una imagen de estar disponible y, por tanto, una de las consecuencias será recibir más peticiones de trabajo.
Herramientas para planificar tu tiempo
En vacaciones es aún más importante la ayuda que nos prestan gestores de tareas como Nozbe, Trello, Asana o Do it Tomorrow, entre muchos otros. Todas estas herramientas son multidipositivo, lo que nos permite gestionarlas, por ejemplo, desde la comodidad de móvil o tablet.
Un procedimiento recomendado es, a través de la herramienta de productividad que usemos, anotar las tareas que tengamos que dar respuesta, analizar los recursos y tiempo necesarios y asignarlas a un momento concreto (día y hora) para comenzar a realizarla. Es conveniente poder agrupar las tareas a un momento determinado (una mañana, un día entero) y dejar jornadas completas exclusivamente para descansar y desconectar.
Estando conectados, filtrando lo importante y lo que no lo es y con una gestión correcta de las tareas podremos cubrir una misión tan complicada para el autónomo como poder también disfrutar de un merecido descanso.
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