El tiempo del minero o cómo haremos para reconvertir toda una industria

Empresa

En 2020 no habrá centrales térmicas de carbón en España. En diciembre de 2018 sus minas dejaron de recibir ayudas.

A diferencia de sectores como los operadores telefónicos de cable (con un desplazamiento rápido, tecnológico y no previsto), el minero ha tenido tiempo para adaptarse (2010/787/UE).

Pero, ¿qué hacemos en un país cuando medio millón de personas, que se dedican a lo mismo, tienen una probabilidad de automatización del 95% en menos de dos décadas? Conductores, profesionales de la hostelería, trabajadores de fábrica, ganaderos…

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No todos los sectores han tenido el mismo margen de una década. Los dependientes de videoclub, aguadores o faroleros son profesiones cuyo ‘rápido’ desplazamiento podríamos revivir en unos años debido a la automatización. Cuando los cambios lleguen, ¿cómo convertimos a toda una industria?

Aprendamos de otros grandes desplazamientos

La reducción del sector primario es uno de los mejores ejemplos que podemos encontrar. En el siglo XVIII el sector primario involucraba a casi toda la población activa. Actualmente, solo el 4,3% de los españoles trabajan en la producción de alimentos. Sin embargo, producen mucho más que antaño.

Reducciones similares han ocurrido en sectores como la industria, tal y como muestra la estadística trimestral del INE. El sector servicios sigue creciendo, aunque en él también se incluyen los sectores cuaternario o de la información, y el quinario o sector sin lucro relacionado con salud, cultura, investigación, etcétera.

porcentaje poblacion activa sector

A diferencia de otros desplazamientos pasados, hoy podemos adelantarnos a los que vendrán en el futuro. Al menos de forma parcial. Como los mineros, contamos con algo de margen. Ya sabemos que hay profesiones cuyo grado de automatización será elevado o muy elevado, tales como la conducción, la restauración y la entrega de paquetería, entre otras. Profesiones de servicios.

Migrar a sectores existentes parece la solución

Cuando la industria de la manufactura se desplomó en los Estados Unidos hacia el año 2000, muchos de aquellos cinco millones de trabajadores se desplazaron a profesiones como la conducción, lo que fue motivo de agitación por ‘intrusismo’. En España, la hostelería y los centros de belleza han sido los nichos refugio.

[hde_summary] Finlandia es un buen ejemplo: busca formar al 1% de la población en materias como inteligencia artificial en pocos años [/hde_summary]

Más oferta de trabajadores para un mismo nicho implica también salarios más bajos y más inestabilidad. Con respecto a los salones de belleza, la crisis de 2012 por la subida del IVA hizo cerrar muchas peluquerías. Sus empleados en paro empezaron a abrir nuevas tiendas, y el resultado es una sobrecompetencia.

Es por ello que, como en los desplazamientos previos por tecnología, debiéramos buscar nuevos sectores que explorar. Además, son precisamente los sectores en los que más trabajo se está abriendo. Incluso los hay, como el financiero, que no pueden crecer porque faltan profesionales formados.

No hace falta una automatización del cien por cien

como reconvertir toda una industria personas desplazadas

Una encuesta de PwC muestra que el 80% de las empresas de banca necesitan de un talento que no existe. Mientras tanto, un gran número de trabajadores de sectores automatizables ni siquiera es consciente del ‘estado del arte’ de la tecnología en su sector.

Uno de los discursos en contra de un futuro ‘Gran Desplazamiento’ reside en que una máquina no puede hacer todo lo que hace un humano. Y es cierto, aunque incompleto. Se estima que el 30% de los empleados de banca realizan clerical tasks, un tipo de tareas en las que se transfiere información de un sistema a otro.

Si el 30% de las tareas —no ya de los empleos— de los profesionales de banca y trabajos de competencias similares se realizan con robots, la ecuación para ser competitivo se resuelve con un 30% de despidos y un 70% de trabajadores orientados a las tareas que (aún) dependen de humanos.

Apostar por la educación a alto nivel

Reconvertir toda una industria es complejo. Hacerlo con veinte o treinta profesiones de los tres sectores principales en paralelo requiere de intervención al más alto nivel de gobierno. Finlandia es un buen ejemplo: busca formar al 1% de la población en materias como inteligencia artificial en pocos años.

Todo empezó con una propuesta del Departamento de Informática de la Universidad de Helsinki y un curso totalmente gratuito para todos. Ya tiene 170.000 alumnos, el equivalente al 3% de la población de Finlandia. Es un reto de gran magnitud, pero la idea es otorgar habilidades competitivas a todo tipo de población, incluida la de edad avanzada.

Países como Singapur también están haciendo grandes esfuerzos por transformar la economía casi al completo. Cuando en 1965 Singapur logró su independencia definitiva, era un país pobre y sin industria. Una estrategia a largo plazo por la tecnología la ha puesto a la cabeza.

Imágenes | iStock/PJ66431470, INE, iStock/Filip_Krstic

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