Cuando comienzas un negocio, todo son dudas. Desde el momento en que estás cumplimentado los documentos del alta, hay una serie de datos que desconoces o que, directamente, rellenas mal. Estos errores que cometen los autónomos cuando se dan de alta pueden tener consecuencias bastante graves para su negocio.
Te contamos cuáles son las más habituales para que puedas evitarlas en la medida de lo posible. [hde_related]
Elegir mal el epígrafe en el IAE
Todas las actividades tienen su propio epígrafe en el IAE, que identifica el tipo de actividad que va a ejercer el autónomo. Sin embargo, a nivel fiscal, este concepto tiene importantes implicaciones ya que, entre otras cosas, es el criterio utilizado para saber qué tipo de IVA tienes que pagar.
De hecho, algunas actividades pueden encuadrarse en varios epígrafes. En este caso, es importante seleccionar todas ellas para que todas los tipos de actividad estén contemplados.
Pensar que no tienes que darte de alta para facturar
Aunque la Seguridad Social no comparte este criterio, varias sentencias del Tribunal Supremo permiten facturar sin necesidad de darte de alta como autónomo. Básicamente, esto lo pueden hacer aquellos trabajadores cuyos ingresos no lleguen al SMI.
Sin embargo, que no estés obligado a darte de alta no te exime de tener que declarar el IVA correspondiente a las facturas que emitas y el IRPF según el sistema en el que tributes. Así que, sí o sí, tendrás que darte de alta en la Agencia Tributaria como autónomo, con independencia de que estés obligado o no a hacerlo en la Seguridad Social.
Tramitar el alta primero en Hacienda
Lo correcto es tramitar primero el alta en la Seguridad Social a través del Modelo TA.0521. Después, antes de que transcurran 60 días, tendrás que tramitar el alta también en la Agencia Tributaria a través de los modelos 036 o 037. En cualquier caso, lo recomendable es hacerlo todo el mismo día o utilizar el Documento Único Electrónico, que permite el alta en Hacienda y la Seguridad Social de manera simultánea.
Escoger una base de cotización diferente a tus necesidades
Los autónomos tienen que darse de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social. A diferencia del Régimen General, los autónomos pueden elegir libremente su base de cotización, entre un mínimo y un máximo, que en 2019 asciende a 944,40 y 4.070,10 €, respectivamente. Evidentemente, cuanto mayor sea la base de cotización, mayor será también la cuota que habrá que pagar.
La mayoría de autónomos optan por la base mínima de cotización. Según un reciente estudio de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), el 85% de los trabajadores por cuenta propia pagan lo mínimo a la Seguridad Social (en 2019 la cuota mínima es de 283,32 €).
Sin embargo, cotizar por una base tan baja tiene como consecuencia la percepción de prestaciones de baja cuantía. Y no solo hablamos de la pensión de jubilación, sino también de una baja por enfermedad profesional, prestaciones por cese de actividad, viudedad, orfandad y las prestaciones por maternidad o paternidad. Es por esto por lo que la pensión de un autónomo es 500€ mensuales más baja que la de un asalariado, según las estadísticas de la Seguridad Social.
No afectar tu vivienda a tu actividad o hacerlo incorrectamente
Es importante que el lugar donde esté situado tu negocio principal esté afecto a tu actividad para que puedas deducirte los impuestos correspondientes. Si este lugar es tu vivienda habitual, entonces deberás indicar el porcentaje de la misma donde va a desarrollarse en función de la superficie dedicada a ello. Esto sirve, por ejemplo, para poder deducirte la parte correspondiente de los principales suministros del hogar, como la luz, el gas o internet.
Comprar material deducible antes del alta en Hacienda
Podrás deducirte todo el material que compres para ejercer tu actividad siempre y cuando antes estés dado de alta en Hacienda. Por eso, deberás esperar a tener todos los trámites realizados para comprar todo el material que necesites. Si compras el material antes de tiempo y lo declaras, Hacienda puede considerarlo como no deducible y, además, exponerte a multas administrativas.
En cualquier caso, lo más recomendable es que, en caso de duda, contactes con una gestoría externa que pueda ayudarte.y así evitar los principales errores que cometen los autónomos durante su alta.
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