Todo comenzó a finales de los años 50 cuando, en el hoy conocido como Valle del Juguete, en la provincia de Alicante, un grupo de pequeñas empresas decidieron unir sus fuerzas para ser competitivas en el pujante mercado del juguete de plástico y abordar las inversiones necesarias para adaptarse a ese cambio tecnológico. La hojalata, la madera o la mayólica eran los materiales de la época, pero el plástico se imponía por ser mucho más barato, maleable y fácil de trabajar.
En febrero de 1957, 25 talleres familiares de la localidad alicantina de Onil crearon la empresa Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil Sociedad Anónima, más conocida por su acrónimo Famosa.
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Solo un año después nacía Güendolina, la primera muñeca marca de la casa, y pronto los diseños de la compañía se colocarían a la vanguardia, alimentando la ilusión y la imaginación de miles de niños y niñas.
Fabricando ilusiones
El año 1968 marcaría un antes y un después para Famosa con el lanzamiento de Nancy, una compañera de juego infantil más moderna, con un ropero lleno de modelos y accesorios para todas las ocasiones.
La publicidad en televisión de esta muñeca, con la que las niñas de la época jugaban a cómo querían ser de mayores, contribuyó sin duda a su gran acogida. En 1972 se emitió por primera vez el anuncio de Navidad Las muñecas de Famosa, con su archiconocido jingle escrito por Luis Figuerola-Ferretti, suscitando la compra de decenas de ejemplares de Nancy y quedando en el imaginario colectivo de toda una generación. Las versiones que se sucederían hasta muchos años después acabarían convirtiendo el tema en un villancico más del cancionero español.
Casi 10 años más tarde, en 1977, haría su aparición Nenuco ante el auge de los muñecos bebés en la Italia de la época. El objetivo, una vez más, era que los niños jugaran a ser mayores, en esta ocasión a ser padres. Tal fue la aceptación que en sus inicios la marca llegó a vender más de 800.000 unidades de muñecos, acompañados igualmente de diferentes accesorios y ropa para ellos.
Otros juguetes marca de la casa difíciles de olvidar son los pequeños Barriguitas -también con infinitos complementos y vestidos-, PinyPon o los clicks de Famobil, que la compañía comenzó a fabricar a partir de 1973 y que más tarde comercializaría con la licencia de Playmobil, que abandonaría después.
Muñecos de referencia adaptados a los nuevos tiempos
Tras una profunda crisis, a principios de los años 2000 las familias que aún permanecían en el capital vendieron su participación en Famosa, que fue pasando a manos de diferentes sociedades de capital riesgo, lo que supuso la modernización de la gestión, la deslocalización de la producción a China y la apuesta por la expansión con la compra, en 2005, de marcas tradicionales como Feber, de Ibi, y la empresa de peluches Play by Play, de Valencia.
En 2006 se produce el relanzamiento de Nancy, que se convierte «en una niña de hoy; dulce, muy guapa, amiga de sus amig@s y a la que ¡le encanta la moda!», según afirma la compañía en su página web. Un año después se reinventa Barriguitas y, en 2009, PinyPon, adaptándose a los nuevos tiempos.
Tras sufrir graves pérdidas económicas en 2008 y 2009, Famosa inició una nueva etapa bajo el control del fondo de capital riesgo estadounidense Sun Capital. El verano pasado volvía a cambiar de manos. Era adquirida por la multinacional italiana Giochi Preziosi. Ambas firmas mantendrán sus marcas comerciales y el proceso de integración se completará en 2020.
Una combinación de tradición e innovación como clave del éxito
En sus más de 60 años de existencia, Famosa ha tenido que superar importantes obstáculos: ha cambiado varias veces de dueño después de que las familias fundadoras abandonaran el barco; de fábrica; de estrategia de negocio, pero siempre ha conseguido sobreponerse a los pinchazos y mantenerse a flote. De hecho, desde 2018 lidera el mercado español del juguete con una oferta que combina marcas consolidadas y renovadas como Nancy, Nenuco o Pinypon con nuevos lanzamientos como The Bellies o Mymy City, que están siendo récord de ventas.
Con fábricas en España y México, operaciones en el Extremo Oriente y presencia de ventas directas en España, Portugal y México, la compañía cerró 2018 con unas ventas de 170 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 26 millones de euros.
Precisamente, en el combinado de renovación de marcas emblemáticas e innovación con propuestas nuevas parece estar la clave de su éxito. Y es que el diseño es uno de sus puntos fuertes, al que se suman la calidad de sus juguetes, el estricto cumplimiento de las normas de seguridad y el alto valor didáctico y educativo de su portafolio.
Una mezcla de tradición e innovación que quizá está en su ADN, cuando ya en sus inicios dio el salto al mercado del plástico para no perder competitividad, pero fiel al saber de aquella industria juguetera que comenzó a florecer a principios del siglo XX en la provincia de Alicante a partir de la manipulación de la hojalata.
