La tecnología médica está jugando un papel fundamental para hacer frente a la crisis del Covid-19.
En plazos de tiempo que hace unos años hubiesen sido inimaginables, se han desarrollado tests, se han montado hospitales de emergencia y hasta se ha descifrado el genoma del virus en los laboratorios. Lo cierto es que la tecnología es parte fundamental de nuestros sistemas sanitarios y una de las claves principales de su eficiencia. [hde_related]
La incorporación de internet en muchos de estos dispositivos y sistemas permite dar un paso más allá. Hace posible compartir información en tiempo real y también recabar y analizar datos a pequeña y gran escala, algo que transformará la forma en que se organiza y se concibe la medicina.
Medicina 4P
En la actualidad, la mayor parte de las interacciones entre un médico y un paciente requieren de equipos y dispositivos. Según el informe ‘Medtech and the Internet of Medical Things: How connected medical devices are transforming health care’, de Deloitte, las empresas de tecnología médica (medtech) fabrican más de 500.000 dispositivos médicos diferentes. Esto incluye dispositivos médicos externos, como monitores de glucosa; implantados, como marcapasos; o estacionarios, como dispositivos de monitoreo doméstico y escáneres.
Dotar de conectividad a estos dispositivos permite crear una infraestructura de sistemas y servicios de salud: el internet de las cosas médicas (IOMT, por sus siglas en inglés). “El auge del IoMT está siendo impulsado por un aumento en el número dispositivos médicos conectados que pueden generar, recopilar, analizar o transmitir datos o imágenes de salud y conectarse a redes de proveedores de atención médica, transmitiendo datos a un repositorio en la nube o servidores internos”, señalan en el informe de Deloitte.
El uso de estos datos favorece lo que han dado en llamar medicina 4P: medicina que es predictiva, preventiva, personalizada y participativa.
Sus ventajas
El objetivo final del IoMT es mejorar el tratamiento de los pacientes y su calidad de vida, a la vez que se aumenta la eficiencia de los sistemas sanitarios y se reducen costes. Al combinar el espacio físico con el digital, se transforma la relación médico-paciente. El IoMT permite:
- Mejorar los diagnósticos: en un contexto como el actual, contar con tests dotados de conexión a internet permitiría realizar pruebas de contagio del Covid-19 a distancia. Agilizando, así, el proceso de diagnóstico y limitando los contagios.
- Monitorizar las enfermedades: algo factible tanto para enfermedades temporales como crónicas. Puede resultar determinante para hacer seguimientos de pacientes cuyas constantes deben ser medidas con frecuencia o de aquellos que se encuentran en sus domicilios.
- Hacer un seguimiento de los datos: los dispositivos conectados pueden extraer datos e información de forma continuada y compartirlos en tiempo real. Permiten al personal sanitario hacer un seguimiento más exhaustivo y completo y personalizar los tratamientos. Además, contar con información en tiempo real da la opción adaptarse a los cambios de forma más inmediata.
- Registrar la información: las técnicas de big data permiten transformar grandes cantidades de datos en información clara. Una pandemia como la causada por este nuevo coronavirus, por ejemplo, genera gran cantidad de datos alrededor de todo el mundo. Ponerlos en orden y analizarlos de forma estructurada supone una oportunidad única para entender cómo ha evolucionado la enfermedad y medir sus consecuencias.
Tras los sanitarios
Además del tratamiento directo de los pacientes, el IOMT puede transformar todo lo que hay detrás: la gestión de clínicas, hospitales y otros centros de salud.
- Control del stock y gestión del material: gracias a tecnología como las etiquetas RFID, puede simplificarse en gran medida el trabajo de inventario y la gestión del material.
- Seguimiento de los pacientes: wearables y otros dispositivos permiten ubicar a los pacientes ingresados en los hospitales y compartir información sobre su historial entre el personal sanitario.
- Control y organización de los trabajadores: los dispositivos IoT permiten la optimización del flujo de trabajo de los hospitales y los centros de salud, al igual que ocurre en otros sectores.
En otras palabras, el IoMT reúne personas, datos, procesos y dispositivos para mejorar el tratamiento de los pacientes. Hacerlo de forma apropiada permite optimizar el funcionamiento de los hospitales y el trabajo de los sanitarios para reducir los costes de la atención médica.
Cinturones con sensores y otros casos reales
Hoy en día, se utilizan numerosos dispositivos médicos conectados a internet con el objetivo de recabar datos. Un ejemplo es el cinturón con sensores desarrollado por el consorcio Digital and Analog Companions for an Aging Population (Digilog), que sirve para monitorizar a pacientes con riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El cinturón recopila información relativa a su presión sanguínea y otras constantes y la envía a una plataforma IoT. Los médicos con acceso a esta información pueden hacer un seguimiento de su estado y su evolución y detectar, en caso de haberlos, problemas o dificultades.
El informe de Deloitte hace referencia también a varios casos de éxito. Uno de ellos es el de Medtronic CareLink, una red de monitoreo que recaba datos de los dispositivos de Medtronic, como por ejemplo marcapasos. La información obtenida de estos dispositivos es accesible a los sanitarios a través de una web.
“El servicio de red CareLink puede reducir la necesidad de que la persona asista a citas de seguimiento cara a cara con su médico”, explican en el informe. Lo hace, también, el tiempo que pasa desde que se detecta un problema hasta que se toma una decisión. Mejorando, así, el seguimiento y la atención médica.
El futuro de las medtech
Todo parece indicar que el sector de la medicina crecerá en los próximos años. El desarrollo de nuevas enfermedades, el crecimiento de la población en general y el envejecimiento de la misma en los países más desarrollados harán necesarios más servicios especializados.
En este contexto, las empresas de tecnología tienen la oportunidad de brindar valor a la medicina. Según datos de Deloitte, se prevé que el mercado del internet de las cosas médicas tenga un valor de 158.000 millones de dólares en 2022. En Europa, se estima que pase de 12.000 millones de dólares (su valor en 2017) a 44.000 millones.
Entre las bases que vaticinan su éxito, la consultora Deloitte destaca la oportunidad en el mercado. Pero ve, también, desafíos. Los principales, la seguridad de los datos y la necesidad de sinergias entre administradores, fabricantes, sanitarios y otros agentes para impulsar los cambios.
Es probable que la actual crisis generada por el nuevo coronavirus replantee la necesidad de apostar aún más por la tecnología en el sector de la salud. Y que, en los próximos años, los dispositivos de IoMT sean ya una realidad en nuestros hospitales.
Imágenes | Unsplash/Luis Melendez, Unsplash/Abby Anaday