Las legislación, el discurso político y la narrativa de las empresas está a favor de las mujeres y de la igualdad de género.
Sin embargo, la realidad es bastante más dura. Las mujeres sufren más desempleo y precariedad que los hombres.Y siguen estando escasamente representadas en los órganos de dirección. [hde_related]
La igualdad de género es un objetivo de desarrollo sostenible (ODS) de la ONU. También hay una Ley Orgánica de 2007 que establece la igualdad efectiva entre sexos. Y, desde marzo, siguiendo una modificación de esta ley, las empresas de más de 50 empleados tienen la obligación de contar con un plan de igualdad.
Como consecuencia de esta presión legal y del clima social, en los últimos años se ha avanzado mucho en materia de igualdad de oportunidades en las compañías. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer, según se desprende de un informe publicado recientemente por el Observatorio Adecco de la Igualdad, basado en una encuesta a más de 20.000 empresas.
Los datos del informe son concluyentes. Las mujeres representan el 58% del paro registrado en España, y la diferencia salarial media entre géneros roza los 6000 euros al año. Además, la presencia de la mujer en órganos de dirección de las empresas solo está por encima del 25% en las áreas de recursos humanos y financiero.
Techo de cristal
La falta de representación femenina en los comités directivos es una cuestión lacerante. Al máximo nivel empresarial, la presencia de mujeres en los órganos de dirección es inferior al 25% en el 51% de las empresas, y entre los mandos intermedios, inferior al 50% en el 70% de ellas. Es otra versión del techo de cristal y son datos que chocan con la idea de que las mujeres tienen mucho que aportar en la gestión de equipos y en el diseño de estrategias corporativas a largo plazo.
Las mujeres tampoco emprenden. Aunque el 51% de la fuerza laboral de este país es femenina, los hombres acaparan un 81% de los proyectos de emprendimiento. Y, en la mayoría de los casos, las mujeres abren un negocio solas, mientras que los hombres suelen ir en equipo.
A estas claras desventajas,se une el escaso alcance hasta la fecha de las medidas de conciliación. Así como el sexismo que se respira en el ambiente, en forma de anuncios publicitarios, retransmisiones deportivas o hábitos sociales y familiares arraigados.
La pandemia no favorece la igualdad de género
El informe de Adecco también se pregunta por el efecto en la desigualdad de la pandemia de la COVID-19, y los presagios no son buenos. “La ralentización del crecimiento económico ha incrementado el riesgo de que la igualdad de género pierda prioridad en la agenda de los Estados miembros y las partes interesadas, reduciendo la eficacia de las anteriores acciones y medidas”, dice el estudio.
De hecho, recientemente, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluía que los sectores más golpeados por la crisis son los que más mujeres emplean, como el alojamiento, la restauración o el comercio. Además, muchas que trabajaban de forma ilegal no han parado estos meses, poniendo en riesgo su salud por no poder aislarse, usar material de protección o mantener la distancia social.
El confinamiento y el consiguiente cierre de escuelas y guarderías en muchos países también ha incrementado el tiempo de dedicación de las mujeres al cuidado de menores o de personas dependientes, ya de por sí elevado. También el informe de la OIT hace referencia a datos procedentes de muchos países que sugieren que la violencia machista ha aumentado desde el brote de la COVID-19.
Plan obligatorio para empresas de más de 50 empleados
Volviendo a la desigualdad de género en España, el informe de Adecco subraya que hoy existe una legislación clara para terminar con ella. Y por ahí se cuela un rayo de esperanza. Desde marzo de 2020, el 41% del total de empresas de nuestro país (las de más de 50 trabajadores) tienen la obligación de tener un plan de igualdad.
Ante esta situación las organizaciones se están anticipando y el 47% de las compañías asegura tener ya su hoja de ruta, mientras que un 9% está en fase de negociación y otro 25% está en fase de diagnóstico previo. Solo el 18% de las compañías encuestadas dijeron no tener ni plan ni diagnóstico para enfrentarse a este problema.
El informe de Adecco también insiste en la necesidad de profesionalizar el sector de los cuidados, donde las mujeres son mayoría. De esta forma se eliminaría mucha precariedad. Y también aboga por reforzar la flexibilidad horaria en las empresas y los planes de carrera donde se contemplen períodos de ausencia por causas personales y familiares. Es decir, que la familia no sea obstáculo para el ascenso profesional femenino.
Porque claramente las mujeres necesitan ayuda en este punto de la conciliación. El informe muestra a las claras que, de forma abrumadora, sigue siendo el sexo femenino el que cuida de la familia, aunque trabaje. Según Adecco, el porcentaje de hombres que ha pedido reducción de jornada por cuidado de hijos o familiares es inferior al 5% en el 81% de las empresas. Hay mucho terreno por recorrer en cuestión de igualdad de género, a pesar de las leyes y las buenas intenciones.
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