La historia de Nintendo comenzó hace más de un siglo y sigue siendo una de las empresas más competitivas en un sector de vanguardia como los videojuegos. Ha sabido construir valor de marca a través de experiencias diferenciales.
Tiene un ejército de consumidores que son fieles a sus personajes, franquicias y productos al hacer de la escucha activa una de sus armas más importantes. Ha aprendido a enfocarse en la experiencia del cliente y no tanto en el producto.
Historia de Nintendo: fundación y expansión
En 1889, Fusajiro Yamauchi fundó la empresa Nintendo Koppai para producir cartas hanafuda, las barajas de naipes tradicionales japonesas.
Poco a poco, la marca se adentró en los juegos electrónicos, pero no sería hasta 1977 cuando comercializa su primera videoconsola: Color TV Game. Ese mismo año, Nintendo ficha a una figura crucial: Shigeru Miyamoto (Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2012). Este es el artista visual que creó la estética de juegos como ‘Donkey Kong’ y ‘Mario Bros’. Universos muy personales asentados en el ADN de la marca.
Los 80 fueron años de crecimiento. En 1979, se inaugura Nintendo of America, la filial de Nueva York que abriría la empresa al mundo occidental. En 1981, llega uno de los primeros juegos de plataformas, ‘Donkey Kong’, que deriva en la creación del emblemático Mario, llamado así por su parecido con el dueño de las oficinas de la empresa.
La historia de Nintendo es historia de los videojuegos. En 1983, se lanza la primera consola para el hogar: la Famicom japonesa que se convirtió en NES para el resto del mundo. Un éxito rotundo del que se vendieron más de 60 millones de unidades. Funcionaba con cartuchos y le valió a la compañía para crear las bases de su imaginario popular. Nombres que todo fan de los videojuegos conoce, como ‘Super Mario Bros’, ‘La leyenda de Zelda’, ‘Metroid’ o ‘Castlevania’. Para reforzar la imagen de su producto, creó el sello ‘Seal of Quality’, un distintivo que aseguraba un exhaustivo control de calidad.
La importancia de Game Boy
En la actualidad, hay casi 6.000 millones de usuarios con un teléfono móvil. Pero en 1989, nadie había jugado aún con una consola portátil de cartuchos. Hasta que llegó Game Boy que vendió 200 millones de unidades en todo el mundo.
Su portabilidad amplió el target de los videojuegos a un público más adulto. La sencillez de su uso y su amplio surtido de juegos hicieron el resto. ‘Tetris’ fue su producto más emblemático. Durante años, ha sido el juego más vendido de la historia (recientemente desbancado por ‘Minecraft’), con 170 millones de copias.
Algunos tropezones
Una empresa que se fundamenta en la innovación puede sufrir algún traspiés. En 1995, la consola Virtual Boy solo vendió 770.000 unidades. Su apuesta por las imágenes tridimensionales era demasiado ambiciosa para las limitaciones técnicas de la época. Además, su elevado coste, escaso catálogo y la incomodidad de su casco impidieron que conectara con el comprador.
Aunque, para muchos, el gran error en la historia de Nintendo fue su fallida aventura con PlayStation. A finales de los 80, se alía con Sony para crear una consola que usara los nuevos CD-ROM en lugar de los clásicos cartuchos. Pero, en medio del proceso, Nintendo se baja de un barco que daría como resultado la PS1, precursora de una de las franquicias más poderosas. En resumen, la propia Nintendo ayudó a crear a su gran rival.
Y esto lleva a la decepción de la consola GameCube. A pesar de la calidad que ofrecía la tecnología GOD, el disco óptico que daba formato a sus juegos, esta apuesta personal la dejó fuera del mercado. Tan solo se vendieron 22 millones de unidades, mientras competidores como Dreamcast, Xbox y PlayStation dominaban el sector de los primeros años 2000.
La nueva era de Nintendo
GameCube dañó las finanzas de Nintendo hasta tal punto que los japoneses replantearon completamente su estrategia. Precisamente, este error los llevó a apostar por una identidad única, original y transgresora. Dejó de competir contra Sony y Microsoft, que luchaban por los heavy users, con gráficos cada vez más realistas y una usabilidad compleja.
Mientras, en 2006, Nintendo impactó al público con Wii, una consola para toda la familia. En Wii no había enrevesados movimientos de comandos, sino un mando inalámbrico que detectaba los movimientos del cuerpo y potenciaba el carácter festivo y grupal de los juegos. Cubrió una necesidad que nadie había detectado y los consumidores le premiaron con la compra de más 100 millones de unidades.
En márketing, esta estrategia se conoce como ‘océano azul’. En lugar de lidiar en un mercado saturado por grandes competidores, Nintendo buscó a nuevos consumidores, escuchó sus demandas y los fidelizó con productos innovadores que nadie más ofrecía.
Así, llegó también Nintendo Switch que, desde su lanzamiento en 2017, ha conseguido más de 55 millones de ventas. Es la primera consola híbrida, tanto portátil como de sobremesa. E incorpora los famosos mandos Joy Con que pueden usarse pegados a la consola, como un solo mando o de forma independiente.
Por su parte, ‘Pokémon Go’ ha revolucionado el mundo del ocio con un instrumento tan apetecible como la realidad aumentada. Aunque se lanzó hace cuatro años, el juego en el que hay que salir a la calle para cazar pokémones sigue siendo un éxito que, en 2019, generó 1.400 millones de dólares.
Nintendo sigue en plena forma, ‘Animal Crossing’ fue el videojuego más popular durante la cuarentena. Y se atreve con retos tan diferentes como Nintendo Labo, los accesorios de cartón para crear nuevos diseños en Switch. ¿Cuál será su próximo hito?
Imágenes | Nintendo; Mike Meyers on Unsplash; Wikipedia: Evan-Amos