Álvarez-Gascón (FEI): «La sostenibilidad es un norte muy claro para el desarrollo de las empresas»

Empresa

El Foro de Empresas Innovadoras (FEI) ha presentado un manifiesto donde detalla cómo puede salir España de la crisis apoyada en una economía sostenible y basada en el conocimiento, que es mejor garantía para un futuro de prosperidad y sueldos altos. Su presidente, Luis Fernando Álvarez-Gascón, un directivo de larga trayectoria en el sector tecnológico, dibuja en esta entrevista el camino a seguir.  [hde_related]

¿Qué es el FEI y qué objetivos tiene?

El Foro de Empresas Innovadoras es una asociación sin ánimo de lucro cuyo objetivo es impulsar la cultura innovadora en el tejido empresarial, en la universidad y en las administraciones públicas. Y en general, en todos los ámbitos relacionados con la generación del conocimiento.

¿Qué gravedad tiene la crisis que vivimos y cuál es el escenario de salida que contemplan?

La crisis económica que anticipamos tiene una intensidad que supera todos los registros, lo que conlleva graves riesgos de que derive en crisis social. Es una crisis de naturaleza no financiera, hunde sus raíces en un parón productivo derivado de la crisis sanitaria. Reconocer esa gravedad y su naturaleza marca las pautas para tomar las decisiones correctas, mitigar sus efectos a corto y plantear una salida. 

[hde_quote author=»Luis Fernando Álvarez-Gascón» position=»presidente de FEI»]La crisis económica tiene una intensidad que supera todos los registros, lo que conlleva graves riesgos de que derive en crisis social[/hde_quote]

Proponemos un enfoque solidario y que apunte rápidamente al modelo de economía y sociedad que, en cualquier caso, deberíamos perseguir. En el terreno económico, incorporando la sostenibilidad como un elemento de diseño, con la innovación y la digitalización como aliados. 

¿Cómo ven el papel de Europa en esta crisis?

Es una coyuntura para consolidar el proyecto de Europa alrededor de valores propios y un modelo sostenible. En un momento de grandes reequilibrios geoestratégicos, Europa debe mantener su espacio. Y no lo hará sin una economía competitiva y con más contenido industrial y un mayor liderazgo en tecnologías clave como las digitales.

Proponen reindustrializar España, después de décadas de desinversiones en el sector secundario. ¿Por dónde empieza un país como España a reindustrializarse? ¿Qué hoja de ruta sugieren?

Esa tendencia a la desindustrialización no es exclusiva de España. La hemos visto en el conjunto de Europa. Creemos que en la cuarta revolución industrial hay una oportunidad para ocupar espacios en una industria distinta, en la que tecnologías como la robótica inteligente o la impresión 3D van a cuestionar supuestos tradicionales de competitividad y de localización de capacidades industriales. España ha mostrado su competitividad tanto en sectores tradicionales, como el agroalimentario, como en otros más intensivos en tecnología, como el aeroespacial. 

Luis Fernando Álvarez-Gascón (FEI)

Por la deriva de la economía en el último medio siglo, algunos economistas ni siquiera aconsejan esta reindustrialización, por considerarla económicamente ineficiente. Más bien apuntan a profundizar en los servicios en los que nos hemos especializado. ¿Cómo lo ven?

Nosotros planteamos una mayor intensidad industrial a través del crecimiento, no del abandono de servicios. La nueva industria de hecho viene cargada de ‘servitización’ de su propuesta de valor. De la misma forma que vemos una cierta industrialización de áreas de servicios. Lo importante es apalancar la tecnología para aumentar la productividad y la competitividad. Una economía más diversificada es más resiliente, como estamos comprobando.

También piden un impulso del conocimiento y de la innovación y el I+D. ¿Cómo estamos en estos ámbitos y qué habría que hacer?

Utilizando los indicadores clásicos de inversión en I+D con relación al PIB, España ocupa un lugar totalmente impropio, con un 1,24%. Es apenas la mitad de la media europea y está lejos de países líderes como Alemania o Corea, que superan el 4,5%. Diversos rankings nos sitúan en un lugar mediocre. Al final, estas métricas nos vienen a decir el escaso componente de conocimiento que tiene nuestra competitividad.

[hde_quote author=»Luis Fernando Álvarez-Gascón» position=»presidente de FEI»]En inversión en I+D España ocupa un lugar totalmente impropio[/hde_quote]

Lógicamente, proponemos aumentar esta inversión, tanto en la componente pública como privada. De forma continua y hasta converger en una década con esos países más avanzados. Creemos que en esta fase el Estado debe asumir un papel emprendedor y transformador, impulsando el cambio del tejido productivo.

España es un país con un nivel de desempleo muy alto, pero paradójicamente hay cientos de miles de puestos de trabajo sin cubrir por falta de talento, sobre todo en el ámbito de las nuevas tecnologías. ¿Cómo puede pasarnos esto y cómo se arregla esta situación?

Sí, hay muchas paradojas en nuestro mercado laboral que no se explican con respuestas simples. Hay demanda no satisfecha de ciertos perfiles, sobre todo digitales. Nuestras escuelas y facultades de disciplinas Steam cada vez atraen a menos jóvenes. Y algunos de estos recién egresados jóvenes encuentran ofertas más atractivas en otros países.

Otros jóvenes con alta cualificación tienen una formación que no encaja con la demanda del sistema productivo. Un sistema que, como decíamos antes, se basa en el conocimiento menos que otras economías. Y por supuesto, existen grandes bolsas de desempleados jóvenes de escasa cualificación, o de personas ya sénior que no han tenido una adecuada formación en su trabajo.

Creemos que el desarrollo de empresas más intensivas en conocimiento aumentará nuestra competitividad internacional, con salarios más atractivos para personal cualificado. Esas oportunidades, combinadas con acciones de promoción de la formación Steam, particularmente entre las mujeres, debería ser un aliciente para atraer más jóvenes. Por supuesto, el sistema educativo y el de formación continua precisan de una reforma en profundidad. 

¿Está de acuerdo, como defienden muchos ahora, con que la salida de la crisis será más digitalización y una apuesta por la sostenibilidad? Parece que la financiación europea va a ir ligada claramente a estos objetivos de sostenibilidad y economía digital.

Totalmente, no hay otro camino. La sostenibilidad es un objetivo marcado por la sociedad y un norte muy claro para el desarrollo de las empresas. Y la digitalización es el ingrediente tecnológico transversal de nuestro tiempo. Imprescindible.

Piden también un acuerdo amplio a nivel político y social para la reconstrucción del país sobre ejes como la sostenibilidad y la innovación. Sin embargo, parece que los dirigentes están más centrados en sus batallitas que en establecer unos planes de avance de la economía a largo plazo, ¿verdad?

Cada uno tendrá su propia valoración del panorama político. Pero cuando buscamos grandes consensos para el proyecto de país, tan necesarios, no los encontramos. Si esto no cambia, lo pagaremos caro.

¿Cómo pueden el Gobierno y los poderes públicos en general favorecer esta reindustrialización y la apuesta por la sostenibilidad, la innovación y el conocimiento?

Para empezar, los poderes públicos deben creerse esa visión, compartirla, apoyarla y liderarla. Nosotros tenemos el convencimiento del papel central de las empresas en esta transformación, pero corresponde a estos poderes, como representantes de los españoles, generar ese proyecto compartido. 

Hablamos de proyectos de largo plazo. Por eso la importancia de la estabilidad y los pactos políticos. Como auténticos protagonistas de la actividad económica, las empresas, de cualquier tamaño, deben tener todas las facilidades para prosperar en el marco de una economía sostenible. España debe ser atractiva para el emprendimiento y la inversión privada, nacional e internacional. 

El Estado puede marcar un camino con su propia actuación innovadora, poniendo en marcha grandes misiones y proyectos de transformación, particularmente allí donde tiene competencias. Un marco regulador adecuado genera también confianza.

Luis Fernando Álvarez-Gascón (FEI)

Abogan por un proyecto de país que “no deje a nadie atrás”, que sea inclusivo. ¿Cómo se hace esto en un momento histórico en el que las desigualdades crecen y donde la digitalización y tendencias como la inteligencia artificial podrían abocar a muchos al desempleo?

Nuestra sociedad será inclusiva, o no será sostenible. En mi opinión, tampoco deseable. Las políticas económicas, la fiscal entre ellas, deben venir acompañadas de la transformación de las políticas sociales. Lo del crecimiento de la desigualdad merecería un desarrollo aparte porque a la humanidad en su conjunto le ha ido muy bien en las últimas décadas. 

[hde_quote author=»Luis Fernando Álvarez-Gascón» position=»presidente de FEI»]La formación continua debe ser parte integral del modelo laboral y del proyecto personal[/hde_quote]

Un tema muy importante, particularmente en el caso español, es la revisión de las políticas de talento. No solo la educación en las primeras etapas de la vida, sino la formación continua. Debe ser parte integral del modelo laboral y del proyecto personal.

El efecto de las tecnologías digitales sobre el empleo no es evidente, salvo en una dimensión: su efecto transformador. No solo se trata de viejas y nuevas profesiones, sino de cambio masivo en las actuales.

¿Hay ejemplos fuera en los que podamos fijarnos para reconstruir el país? Se habla mucho de Corea como país que en 50 años ha dado un claro giro positivo a su situación. También de los países del norte de Europa o incluso de Nueva Zelanda…

Sí, cualquiera de esos países tiene elementos deseables en su evolución económica de las últimas décadas. Un denominador común en esos ejemplos es que no hablamos de grandes países, regalados por el destino con grandes recursos naturales (salvo el petróleo noruego). Sus logros son de las personas que los habitan y su apuesta es por el conocimiento como pilar económico. Pero tampoco debemos flagelarnos demasiado. Nuestro país ha avanzado muchísimo en esos 50 años, más que muchos otros. 

Imágenes | FEI

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