En una etapa de muchos despidos como la actual, hay empresas que ofrecen a sus empleados más valiosos programas de recolocación o outplacement. Te contamos en qué consisten y cuál es su efectividad. [hde_related]
Tras la crisis sanitaria desatada por la COVID-19, España se ha vuelto a situar a la cabeza de países de la Unión Europea en materia de desempleo. Según el Banco de España, la tasa de paro podría situarse en torno al 19% en este 2020 aciago. Y el año que viene los despidos seguirán subiendo, a consecuencia de la finalización de los ERTE. El desempleo solo empezaría a bajar, aunque de forma moderada, en 2022.
Como consecuencia, son muchas las compañías que se están deshaciendo de profesionales comprometidos y valiosos. Pero hay una fórmula para hacer este momento más fácil a los profesionales despedidos, y que también permite a las empresas mantener una buena imagen y evitar conflictos. Es el outplacement o programa de recolocación. Algunos le llaman también “desvinculación asistida”.
En esencia, el outplacement consiste en asistir y dar soporte al empleado que se queda sin trabajo para que se reincorpore al mercado laboral cuanto antes y con las mejores condiciones posibles. Es una tarea para la que las compañías suelen contar con firmas especializadas.
Una práctica que se consolida con la crisis de las ‘puntocom’
Los servicios de outplacement suelen estar destinados sobre todo a directivos medios y a altos cargos. Se trata de una práctica que a España llegó en los años 80. Pero que sobre todo se desarrolla con el cambio de siglo. En ese momento, la crisis de las tecnológicas, la de las llamadas puntocom, dejó en la calle a muchos directivos valiosos de la noche a la mañana.
En las sesiones de recolocación, que pueden ser individuales o colectivas, al trabajador se le ayuda a hacer un análisis del mercado y de sus posibilidades laborales. El outplacement también puede proporcionar asistencia psicológica e incluso la cesión de una oficina y de equipo informático.
En definitiva, el outplacement es un coaching orientado a dar soporte al empleado durante la transición laboral y sobre todo a ayudarle a volver a encontrar trabajo. Y en ese proceso es esencial el vínculo que se establece entre el trabajador y su asesor.
Los programas de outplacement tienen un alto componente estratégico, pero también una parte importante es emocional. El experto tiene que empatizar con su cliente. Porque quedar relegado después de años o décadas trabajando en una empresa es muy duro. Si no hay empatía y ciertas dotes psicológicas será complicado.
Beneficios del ‘outplacement’ para empresas y empleados
A la empresa que despide la fórmula del outplacement le permite minimizar la imagen negativa que dejan los despidos, tanto de cara a los empleados como a la sociedad en general. Los especialistas de outplacement pueden entrenar a los managers para que hagan la mejor comunicación posible durante los despidos.
Y también reduce o elimina problemas legales derivados del despido. A pesar de sus ventajas, en España recurren a esta práctica sobre todo las grandes compañías y las multinacionales, pero todavía no ha calado en el resto del tejido empresarial.
Al empleado un buen servicio de recolocación le permite mantener la autoestima y la moral alta en un momento complicado y de transición. Porque quedarse sin trabajo es hasta cierto punto como un duelo y es un momento que genera estrés e irritabilidad en las personas. En este punto los expertos en recursos humanos aconsejan trabajar la resiliencia, es decir, la capacidad para superar la contrariedad y salir reforzado.
Además, hay que tener en cuenta que el mercado laboral que se encontrará el despedido va a ser muy diferente probablemente al que dejó cuando entró en su último proceso de selección. Ahora, por lo general, estos procesos son mucho más largos. Por eso, un buen programa de outplacement contemplará un acertado y detallado análisis del mercado laboral actual, con abundante información, sobre todo de los perfiles más demandados.
Según datos de Talent Solutions, división de ManpowerGroup, los profesionales que han desarrollado un programa de recolocación han multiplicado por tres su grado de confianza para afrontar los retos que supone un proceso de transición profesional o búsqueda de empleo.
Empleo en menos de seis meses con el ‘outplacement’
También le va a permitir al directivo conocerse mejor y saber que puede ofrecer para distinguirse de otros candidatos. Porque en en este periodo tendrá que construir o reconstruir su “marca personal”. Y aprender dónde están los foros y las redes adecuadas para darla a conocer.
Asimismo, un buen coach trabajará la learnability o la capacidad de los empleados para formarse continuamente, sin que un jefe se lo exija. Y, por supuesto, el programa de recolocación permitirá a los interesados establecer unas metas y seguir una progresión.
Pero, sobre todo, el outplacement acelerará la vuelta a la actividad, que es de lo que en el fondo se trata. Según Talents Solutions, tiempo de búsqueda de empleo para los afortunados que entran en estos programas se reduce a menos de seis meses. Eso es menos de la mitad del tiempo habitual que se requiere para el reenganche. Además, el 85% de los candidatos iguala o mejora su posición anterior. Y un 65% logra el mismo salario o uno más alto que el que tenía en el anterior puesto.
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