Sheedo es una start-up pequeña pensando en grande. Cuatro emprendedores unidos que apostaron por hacer las cosas de una forma lógica: poniendo en valor las personas y la naturaleza. Decidieron reciclar papel de una forma menos contaminante y hacerlo «de usar y plantar». Hemos hablado con Gala Freixa, co-fundadora del proyecto y nos ha contado su experiencia emprendiendo.
¿ Qué te inspiró para montar tu propia empresa? De dónde viene ese primer impulso?
Los cuatro fundadores de Sheedo nos conocimos en la Universidad, en una carrera en emprendimiento e innovación, donde se nos animaba siempre a emprender. Los cuatro teníamos unos valores parecidos y un objetivo claro: Hacer empresa respetando el medio ambiente y favoreciendo la sociedad que nos rodea. Digamos que tuvimos mucha suerte de estar en el momento indicado las personas indicadas. Nos motivamos y animamos mutuamente, y la idea en sí nos impulsó por si sola.
Cuéntanos, ¿qué es Sheedo?
En Sheedo tenemos el objetivo de reducir el impacto medioambiental que produce la industria papelera. Eso lo conseguimos a través de un papel muy especial: un papel de usar y plantar.
Sheedo es un papel único hecho artesanalmente en España a partir de fibras de algodón residuales de la industria textil. Gracias a eso, evitamos el uso de celulosa y por lo tanto, la tala de árboles y los químicos para el blanqueamiento.
El resultado es un papel 100% sostenible. Pero la magia reside en que tiene semillas en su composición, lo que permite plantarlo tras su uso y cerrar el ciclo del consumo.
Ofrecemos productos personalizados para empresas: Tarjetas, invitaciones a eventos, acreditaciones, infografías etc, y añadimos una experiencia a su marca y al mensaje que quieran transmitir.
Sheedo tiene el objetivo de concienciar a las grandes empresas, y conseguir que tengan un uso responsable del papel.
Ya hemos conseguido cambiar la mentalidad de 200 compañías y seguimos creciendo para alcanzar a más personas y lograr un mayor impacto.
¿ Cómo fueron los inicios? ¿Con qué sorpresas te encontraste?
Al principio íbamos a floristerías para vender el papel como adorno para un ramo de flores. Estábamos convencidos que esa era nuestro target, pero tras muchos rechazos nos dimos cuenta que estábamos equivocados.
Como todo emprendedor que cree en su empresa, no nos vinimos abajo y seguimos probando, hasta que sorprendentemente descubrimos que Sheedo era un producto interesante para grandes empresas como Coca Cola.
¿Hubo gente a tu alrededor qué pensó que era una locura?
Una locura igual no pero los más escépticos nos decían: «Papel, ¿para qué quiero un papel que se planta?» «¿A quién se lo vais a vender? Con ese precio no se si el proyecto es rentable»… etc.
Mucha gente no veía posible hacer negocio con un producto tan difícil y tan “de nicho”. Resultó muy difícil encontrar nuestro sitio en el mercado, porque realmente no existe ninguna empresa como la nuestra.
Sheedo empezó a cobrar sentido cuando nosotros le dimos una historia, unos valores y una razón de ser.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción qué te ha reportado?
La mayor satisfacción es el hecho de haber creado algo tu mismo y que haya gente ahí fuera y esté dispuesta a pagar por ello. Conseguimos crear valor para la persona que nos compra y para la persona que lo recibe, activamos sentimientos y una concienciación para el medio ambiente con un simple papel.
Por otro lado, en día a día, nos llegan bastantes mensajes de apoyo y de personas que realmente creen en lo que hacemos y nos apoyan por quienes somos. Eso motiva mucho para seguir adelante.
¿Qué relevancia ha tenido para ti el uso de redes sociales a la hora de dar a conocer Sheedo?
Las redes sociales han servido para fidelizar a nuestros clientes, y dar contenido a la gente que nos conoce desde hace tiempo y cree en los valores del proyecto.
Sin embargo hasta el momento, no hemos puesto demasiado esfuerzo es las redes sociales, porque hemos estado centrados en el desarrollo de negocio y crear un producto de calidad.
¡Aprovecho para decir que buscamos a personas que nos ayuden en la comunicación!
Le hemos dado mucha importancia a nuestra marca, y tenemos una gran necesidad e saberla comunicar bien. Si hay alguien que se quiera apuntar a la aventura, es bienvenido.
¿Una ventaja y una desventaja de ser emprendedor?
Las desventajas cuando estás empezando son infinitas. Por parte del Gobierno las ayudas son muy pocas. Los procesos con las administraciones son lentos complicados y caros… Otras desventaja es la incertidumbre, nada está asegurado y todo cambia muy rápido, se comenten muchos errores y se pagan caros… ¿En cuanto a las ventajas? Es una suerte poder desarrollar algo propio y darle forma por tí mismo. Tiene ventajas en cuanto que no tienes que rendir cuentas con jefes o departamentos sino contigo mismo y tu equipo. Se trabaja mucho más que siendo empleado pero es un trabajo mucho más satisfactorio.
¿ Cómo ves el futuro?
Nuestro sueño es ser una empresa con una cultura personal y extraordinaria, donde la gente disfruta haciendo su trabajo y pueden sentirse realmente realizados. Si tienes personal feliz, harán felices a los clientes.
Además, queremos ser una empresa de triple balance, que sea económico-, social- y medioambientalmente sostenible, aportando de manera activa nuestro granito de arena para un mundo mejor.
¿Qué consejos le darías a alguien que quiere montar una empresa?
En primer lugar paciencia. Hay que aprender que no todo llega en el momento, siempre habrá cosas que salen mal aunque se haya invertido muchas horas y mucho esfuerzo.
Y en segundo lugar, ¡optimismo! Si un emprendedor no es optimista, no podrá llegar muy lejos… El equipo es el motor del proyecto, si los ánimos están bajos, el negocio no avanza.
Una frase inspiradora para aquellos que todavía no se atreven a emprender:
Hasta el árbol más alto y fuerte, un día fue una semilla. 😉