Qué es un balance de comprobación y cómo hacerlo

Pymes

El balance de comprobación puede sonar como algo del pasado. Sin embargo, entender su mecánica ayuda al emprendedor no experto en contabilidad a comprender un poco mejor cómo funcionan las cuentas de su negocio. Además, se trata de un elemento de uno de los libros obligatorios de los empresarios: el libro de inventarios y cuentas anuales, en el que debe figurar un balance de comprobación cada tres meses.

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Qué es el balance de comprobación

El balance de comprobación, que no se debe confundir con el balance de situación, recibe también el nombre de balance de sumas y saldos y es uno de los instrumentos que busca verificar que el proceso contable se ha llevado a cabo correctamente. En particular, intenta averiguar si ha habido descuadres al transcribir los asientos al libro diario.

En efecto, cuando realizamos cualquier asiento, sabemos que las anotaciones en el debe (cargos) y en el haber (abonos) deben coincidir en su total. Eso tiene una explicación en el sistema de contabilidad por partida doble.

Lógicamente, si en cada asiento cuadran los totales de los cargos y abonos, también tiene que cuadrar la suma total de todos los cargos de todos asientos con la suma de todos los abonos de todos los asientos. Si comprobamos que hay una diferencia, está claro que tiene que haber un error.

Además, hemos de tener en cuenta otro factor: el saldo. Recibe este nombre la diferencia entre la suma de todos los cargos y la suma de todos los abonos realizados en una cuenta. En ese sentido, podemos hacer la siguiente clasificación:

Por principio, la suma de todos los saldos acreedores debe ser igual que la de todos los saldos acreedores. En definitiva, es una consecuencia de que la inversión debe ser financiada de algún modo.

Pasos para hacer un balance de sumas y saldos

Procederemos del siguiente modo:

  1. Registraremos todas las operaciones en el libro diario.
  2. Llevaremos cada asiento también en un libro mayor. En él figurará cada cuenta con una T en la que en la izquierda anotaremos los importes de todos los cargos realizados en ella y en la derecha los importes de los abonos.
  3. Para cada cuenta, sumaremos, por un lado, los importes de los cargos y, por otro, los importes de los abonos.
  4. Calcularemos el saldo de cada cuenta como diferencia entre la suma de los cargos y la suma de los abonos.
  5. Haremos una tabla en la que en cada fila figurará cada cuenta. En columnas pondremos la suma de todos los cargos, la suma de todos los abonos, los saldos acreedores y los saldos deudores. Lógicamente, en las dos últimas columnas, para cada cuenta, solo anotaremos el importe del saldo en una de ellas (la que corresponda según el saldo de la cuenta sea deudor o acreedor).
  6. Realizaremos las sumas de todas las filas de cada columna.
  7. Comprobaremos que la suma de los cargos realizados en todas las cuentas cuadra con la suma de todos los abonos realizados en todas las cuentas. Si no cuadra, hay error.
  8. Comprobaremos que la suma de todos los saldos acreedores es igual a la de todos los saldos deudores. En caso de que no sea así, hay error.

Un ejemplo de balance de comprobación

Finalmente, nos quedaría algo como esto:

Errores más habituales en el balance de comprobación

Finalmente, conviene señalar que es posible obtener automáticamente el balance de comprobación con una solución informática adecuada.

Imágenes | Sarah Shaffer, Green Chameleon, Kat Stokes en Unsplash

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