Hay muchos tipos de trabajadores, pero todos queremos ser uno: el exitoso. No hay una fórmula secreta, pero se pueden trabajar algunos hábitos para conseguirlo.
1.- Ten confianza en ti mismo. No permitas que el miedo te atenace ni creas en el fracaso como un error. Aprende de los pequeños fallos y celebra los logros, será la combinación perfecta para crecer profesionalmente.
2.- Es importante discernir el tiempo de trabajo y el tiempo libre, sin llegar a mezclarlos. De esta manera, nuestra mente, será productiva en el trabajo y desconectará correctamente, cuando no.
3.- Nútrete de conocimientos y teniéndolos como base, escucha a tu instinto. Porque es la unión que te permitirá ser fiel a ti mismo.
4.- Ten presente la simplicidad. Ya sabes que lo bueno y breve, dos veces bueno. Olvídate de las complicaciones, los superiores quieren resultados sin rodeos, siendo ágiles en las respuestas.
5.- Sé exigente con tu trabajo pero desde una competitividad sana. Fíjate metas y ten rutinas organizativas que te ayuden a gestionar tu tiempo y priorizar tus tareas. Y por supuesto, guarda tus ratos para descansar para no saturar la mente ni frustrar tu creatividad.
6.- Crea “buenrollismo”. Te sentirás mejor en tu equipo y ellos contigo. Ir a trabajar será una tarea sencilla si hay un buen ambiente y repercutirá positivamente en los resultados.
7.- Piensa a lo grande. No hay mayor aliada que tu mente y ya sabes lo que dicen: lo imposible solo tarda un poco más.
Todos los anteriores tips se resumen en una frase: “Trabaja duro y sé amable” (Conan O’Brien). De esta forma, cosecharás éxitos a nivel profesional y personal en tu empresa.
Marta Gámez
