¿Qué es Patreon? Cómo hacer del mecenazgo un negocio de 1200 millones de dólares

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Micromecenazgo y macroingresos. Con esas dos palabras podría resumirse la historia de Patreon, la plataforma que ha revolucionado el escenario de los creadores de contenidos. Contra el poder de los algoritmos y su hipersegmentación, contenido de calidad. Eso es, al menos, lo que venden desde Patreon, si bien es cierto que la tecnología juega un papel importante en esta plataforma. Patreon es un espacio en el que los fans y seguidores de cualquier creador pueden apoyarlo mediante pequeñas aportaciones. Es un espacio de micromecenazgo en el que cada vez más artistas y periodistas se están aventurando.

Las historias de éxito en Patreon pueblan la red. Todas siguen el mismo patrón: de un creador sin apenas ingresos a un creador líder que gana varias decenas de miles de euros al año. Pero, quizá, la historia de mayor éxito es la suya propia; la que los ha llevado a cerrar varias rondas de inversión y estar valorados en más de 1200 millones de dólares.

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¿Qué es Patreon?

Un mecenas es alguien con poder económico que protege a artistas, literatos o científicos. Les otorga financiación para que puedan desarrollar su obra. Un micromecenas no tiene ese músculo financiero, pero aun así considera que puede aportar un poco para apoyar la producción del contenido que le gusta. El poder de la tecnología hace posible unir a miles de micromecenas para convertirlos en un gran mecenas agregado.

Esa es la idea con la que, en 2013, surgió Patreon. Jack Conte, su fundador, era un músico sin demasiado éxito que quería buscar ingresos más allá de los canales tradicionales. Así, empezó a darle vueltas a la idea de estandarizar pequeñas donaciones instantáneas de apoyo. Unos pocos dólares por escuchar en primicia un álbum. O un puñado de euros por acceder al podcast exclusivo de una estrella emergente.

Han pasado siete años desde entonces y poco a poco Patreon se ha consolidado entre los creadores. En los últimos dos años ha dado un salto importante. Hoy, más de 200 000 creadores utilizan la plataforma. Y desde su lanzamiento en 2013 los artistas que la han usado han logrado recaudar más de 2000 millones de dólares. La barrera de los primeros 1000 millones se superó en 2019. Los siguientes 1000 llegaron en apenas 15 meses.

Patreon no es crowdfunding

Los mecanismos de financiación colectiva han crecido bajo el paraguas de internet. Sin embargo, el modelo de Patreon es diferente al del crowdfunding. Con esta plataforma se financia a la persona, no el producto. Es decir, los usuarios no aportan dinero para apoyar la producción de una mochila sostenible o un sensor de imagen con inteligencia artificial. Apoyan la carrera del diseñador de moda o del ingeniero para que cree y desarrolle cualquier proyecto.

Con esta idea detrás, Patreon ofrece tres opciones a los creadores, en función de lo consolidados que estén. A cambio de sus servicios de difusión, comunicación y formación, se queda con un porcentaje de los ingresos del creador que varía desde el 5% de la opción básica hasta el 12% de la prémium.

De la misma manera, los creadores fijan su propia cuota y las ventajas a las que da acceso el pago. Estas no tienen por qué ser únicas. Por ejemplo, un músico puede fijar un micropago mínimo para escuchar sus lanzamientos en exclusiva. Pero puede ofrecer la posibilidad de acceder a pequeños conciertos en directo si se paga más. La idea es que cada artista establezca su método en función de su alcance y sus posibilidades.

Todo esto, claro, apoyado en las posibilidades de personalización y seguimiento que ofrecen los datos que recaba la plataforma. Este modelo de negocio ha demostrado su valía y ha llevado a Patreon a convertirse en uno de los unicornios de 2020. Ha sido un año difícil para los creadores de contenido que han visto en este tipo de plataformas una tabla de salvación. Como consecuencia, la popularidad de Patreon se ha disparado y la startup vale ya más de 1200 millones de dólares.

https://youtu.be/o4PnSJDIJMg

Las caras del éxito de Patreon

Detrás del crecimiento de Patreon no están solo sus desarrolladores. Están también cientos de creadores que han crecido al ritmo que les ha permitido la plataforma, demostrando que existen alternativas a los métodos de ingresos tradicionales y motivando, con sus historias de éxito, a los demás miembros de la comunidad.

Jesse Brown es uno de estos ejemplos. Aunque por aquí no sea muy conocido, es toda una referencia en Canadá, donde era un habitual del ‘Saturday Night’ y uno de los periodistas estrella del ‘Toronto Star’. De forma paralela, en 2013, empezó con un podcast y un blog llamado ‘Canadaland’ en el que expresaba sus puntos de vista sin ningún tipo de control ni censura. A través de Patreon, este se ha convertido en su principal canal de ingresos. Tiene más de 5000 micromecenas y factura, según la plataforma, más de 200 000 dólares al año.

Los números son similares a los que maneja ‘SciShow’, un canal de YouTube que lleva desde 2012 publicando vídeos de divulgación científica sencillos y divertidos. Tiene cerca de 6,5 millones de seguidores en la plataforma de vídeo. Sin embargo, Hank Green, su creador y el fundador de la compañía que hoy gestiona los canales, percibe casi los mismos ingresos desde YouTube que a través de los 5000 mecenas de Patreon.

Al calor del éxito de Patreon han surgido otras plataformas similares, aunque buscando públicos más especializados, como Substack, para newsletters, o PressPatron, para periodistas. Entre todas buscan revolucionar el negocio de los creadores de contenido.

Imágenes | Unsplash/Nicholas Green, Patreon FAQ

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