El reciclaje profesional (reskilling) puede ser uno de los mayores retos a los que se enfrenta el tejido laboral a medida que unas habilidades dejan de aportar valor y otras se vuelven imprescindibles. Esta tendencia histórica avanza ahora a gran velocidad, haciendo complejo a trabajadores y centros educativos adaptarse a las demandas empresariales y los valores personales.
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Para hablar de nuevos propósitos empresariales, reinvención personal, valor real, cultura de empresa y liderazgo en estos tiempos, hemos hablado con Héctor Robles, ingeniero de diseño fundador de Domo en 2001, consultoría de innovación estratégica para afrontar la disrupción y transformación cultural, y creador de Honest Strategy en 2017, comunidad para impulsar la reinvención personal y profesional.
Era 2001 nadie sospechaba sobre disrupciones como el smartphone, pero tú creaste Domo. Y hacia 2010, cinco años antes de que Schwab acuñase ‘cuarta revolución industrial’ y el reskilling, levantaste Honest Strategy.
No lo hago conscientemente, pero cuando miro hacia atrás sí que me doy cuenta. De hecho, algunos batacazos profesionales tienen que ver con haberme adelantado mucho. En 1992 empecé a trabajar con realidad virtual, en 1995 con impresión 3D, en 1999 instauré el teletrabajo en la empresa en la que trabajaba, en 2003 implanté el primer CRM de Microsoft en mi empresa. Me adelanto mucho a lo que va a venir, para bien y para mal. El lado positivo es que creo mi futuro en lugar de esperar a que otros lo hagan.
Domo adquirió forma jurídica en marzo de 2001, aunque dejé mi trabajo y empecé a crear esta empresa en diciembre de 2000. Si me he adelantado a los tiempos es porque soy una persona muy inconformista: si mi propósito de vida no está conectado con el propósito profesional, no me conformo.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] Si mi propósito de vida no está conectado con el propósito profesional, no me conformo [/hde_quote]
De hecho, cuando mejor iba Domo es cuando decido virar hacia Honest Strategy. En 2008 teníamos beneficios importantes, clientes recurrentes, nos pagaban lo que queríamos y habíamos ganado los primeros premios internacionales de innovación. Sin embargo, sentía que me faltaba algo.
En ese momento contrato un mentor durante doce meses y me doy cuenta de muchas cosas, como que mi propósito no era hacer innovación ‘en productos’ (algo de lo que no era consciente). Notaba algo de infelicidad en el trabajo, y uno de los motivos era que no filtrábamos a los clientes según nuestra cultura.
¿Hay que filtrar a los clientes?
Si nos pagaban lo que les pedíamos y tenían una necesidad que podíamos atender, automáticamente les convertíamos en clientes. Así que teníamos clientes que no estaban alineados con nuestra filosofía o cultura. Y trabajar en un entorno culturalmente acorde es clave.
¿Por qué cuesta tanto llevar la innovación, disrupción e inconformismo a la cúpula de las empresas?
Creo que los directivos son personas que tienen mucho miedo, y mucho miedo al cambio. Construyen una jaula de oro al decidir trabajar para empresas donde van escalando posiciones. Cada vez que escalan (ascienden) cobran más dinero y ponen más lingotes de oro en la jaula donde están metidos.
Todo por el miedo a ser ellos mismos y a volar libres mediante emprendimiento o con otro tipo de relación empresarial. Desde ese miedo e inseguridad no se atreven a innovar, que no es ni más ni menos que hacer cambios importantes. Como no se atreven a hacer estos cambios en ellos mismos, es muy poco probable que se atrevan a hacer cambios importantes en nada.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] Los directivos son personas que tienen mucho miedo, y mucho miedo al cambio [/hde_quote]
Para innovar hay que desapegarse de la aprobación de los demás. El ego hay que tenerlo a raya. Y esto es muy complicado porque el ego busca, por ejemplo, la aprobación paterna, que espera tres másteres o dirigir una multinacional. Ese es el gran problema, por supuesto, muy resumido.
¿Por qué en los últimos años se ha puesto tan en boga la reinvención personal? El llamado reskilling, desarrollo personal, etc.
Yo comencé mi camino de autoconocimiento y desarrollo personal consciente hace 30 años. En el 2000 logré lo que creía mi meta profesional. En aquel caso, una empresa de embalajes alineada cien por cien con mis valores que fabricaba embalajes ecológicos para los productos de marcas como Philips, Ufesa y Hasbro entre otras. Cerca de mi casa, me pagaban según el convenio como ingeniero de diseño y tenía contrato fijo. Y en ese momento me di cuenta de que quería emprender. Con el tiempo me di cuenta de que emprender es el mayor viaje de desarrollo personal que conozco.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] El desarrollo profesional y personal están estrechísimamente unidos [/hde_quote]
Hilando con la pregunta anterior, otro de los problemas que tienen muchos directivos actuales a la hora de innovar es que no han entendido (aún) que el desarrollo profesional y personal están estrechísimamente unidos.
Durante años nos han vendido que lo profesional y personal son dos elementos aislados, cuando la persona es la misma. Diferente es que haya que separar tiempos (conciliación, derecho a la desconexión, etc.). El problema es que cuando hemos querido progresar o redefinir nuestra profesión, vamos sin trabajar lo personal. Y esto viene del colegio o de lo que has escuchado a tus padres.
Es en la adolescencia cuando se suele romper con la ‘herencia’ familiar y uno debe emprender un camino propio. Y no hablo de independencia económica, sino emocional y espiritual. Pero hacer ese cambio no se enseña, y muchos arrastran esa mochila en su profesión.
Una vez sabido esto, y volviendo a tu pregunta sobre por qué ahora se da más el desarrollo personal, la respuesta es ‘por internet’. Internet está haciendo que toda idea se expanda: filosofía, conocimiento, etc. Y esto incluye el desarrollo personal.
De diez años a esta parte hemos visto un boom de inteligencia emocional en la empresa, desarrollo personal de directivos, soft skills, etc. ¿Por qué? Por internet, con foco en las redes sociales a partir de 2009. Todo conocimiento se expande, y no solo el desarrollo personal, también otros como la importancia de la salud en el mundo empresarial.
¿Qué implica este despertar?
Mucha gente se ha dado cuenta de que su parte personal está ligada a la profesional, y que la parte profesional no le está llenando. Al tiempo, también hay información ‘flotando’ por ahí que dice que ya no tienes por qué seguir un mismo camino durante toda tu vida. Además, los modelos de trabajo de hace décadas, en los que pasabas tu vida en una empresa, ya no se dan.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] La gente desconoce lo que le apasiona porque nunca se le ha dado la oportunidad de explorar [/hde_quote]
Cuando éramos pequeños interiorizamos que el trabajo era esfuerzo, que había que sufrir o que había que estar en una empresa grande, a ser posible toda la vida. Y resulta que hoy, gracias a las redes sociales, podemos escuchar casos de personas que disfrutan de su trabajo o que trabajan cuatro horas diarias.
La única opción que había en el pasado, y que constituía el pensamiento dominante de la sociedad, ya no es obligatoria. Por eso muchas personas se están cuestionando su profesión.
Este cuestionamiento es indispensable, pero no suficiente. Hay que pasar a la acción, y los trabajadores siguen muy perdidos sobre cómo dar el salto. ¿Por dónde se empieza a cambiar una profesión?
En el programa que realizo con mi equipo en Honest Strategy empezamos siempre por el autoconocimiento. Conocerse desde muchos ámbitos, al menos en lo más básico como cuáles son tus valores, cuál es tu talento o qué te apasiona. La gente dice “ya sé lo que me gusta”, aunque lo más probable es que tenga atrofiado aquello que le gustaba y se le daba bien.
Pongamos que somos uno de esos niños que siempre andan moviéndose de un lado a otro. Desde que son muy pequeños se les ha dicho que se sienten, que se queden quietos y que guarden silencio. A lo mejor iba a ser gimnasta o conferenciante, pero lleva treinta años sentado (literalmente).
La gente desconoce lo que le apasiona porque nunca se le ha dado la oportunidad de explorar. Nosotros hacemos ejercicios para cuestionar muchas de estas creencias, como “solo con esfuerzo y sacrificio se consiguen resultados”. Al respecto, hay una corriente filosófica que liga el éxito con el trabajo inteligente.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] En ciertas culturas tenemos muchos problemas con las ventas (con el dinero en general) como cierto pánico a vendernos o cobrar por nuestro trabajo [/hde_quote]
Junto a todo esto también son muy importantes los hábitos. Si decimos que lo personal y profesional va unido, es indispensable adquirir también hábitos personales empezando por la salud. Eso es impepinable. Y la productividad personal también es muy relevante.
¿Cómo planteáis la acción en Honest Strategy?
El siguiente paso es analizar las tendencias mundiales actuales combinadas con aquel autoconocimiento, y empezar a caminar. A veces la profesión no la eliges bien a la primera. Solo caminando, haciendo, puedes darte cuenta de que te gusta algo diferente, y no pasa nada por cambiar de opción. Hay que ‘hacer’, porque la ‘parálisis por análisis’ no funciona nunca.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] Me parece de seres arrogantes pensar que todos tenemos la capacidad de, leyendo libros, reinventarnos a nosotros mismo [/hde_quote]
En esta segunda fase ya has encontrado tu profesión, pero se vuelve indispensable entender qué necesidades tiene tanto la empresa donde estás como sus clientes y, más importante, cómo puedes aportar valor en esa cadena. En esta fase también ayudamos a fomentar la creatividad de las personas.
Y finalmente cómo emprender y vendernos como profesionales. En ciertas culturas tenemos muchos problemas con las ventas (con el dinero en general) como cierto pánico a vendernos o cobrar por nuestro trabajo. Hilando con el desarrollo personal, estos temores a vender o cobrar son temores personales, no profesionales.
¿Dónde encaja la formación en vuestro modelo?
Solo a partir de este momento en el que sabemos qué queremos y qué se necesita merece la pena empezar a formarse en algo específico. Por ejemplo, “me viene bien formarme en big data porque me voy a dedicar al sector de la salud desde el mundo de los datos”.
Sin embargo, este procedimiento se hace al revés en reinvención profesional ‘clásica’: alguien decide que no le gusta su empresa, o su trabajo (o ambas), y lo que hacen es buscar una escuela para formarse en algo muy específico que no saben si les gustará, empezando la casa por el tejado.
Si descubres que lo que quieres ser es jardinero, el curso de blockchain no te servirá de mucho, lo que necesitas es uno sobre jardinería. Hay que saber lo que quieres hacer antes de decidir hacerlo, siempre con ayuda. Y aquí aparece la figura del mentor. Me parece de seres arrogantes pensar que todos tenemos la capacidad de, leyendo libros, reinventarnos a nosotros mismos y evitar el buscar ayuda e ir acompañados por quienes ya han recorrido el camino que estamos emprendiendo.
Hablando de errores, ¿cómo podemos evitar convertirnos en una versión en redes sociales de Mr. Wonderful? Es algo muy frecuente, y de poco sirve ‘postear’ mensajes inspiracionales sin un cambio profundo detrás.
Los hechos valen más que las palabras, que es lo que hay en LinkedIn. ¿Que te va genial en la vida? Pues a lo mejor lo que ‘posteas’ sobre ello es cierto. Lo importante es realizar un proceso de revisión y análisis honesto, y pasar a la acción. Incluso cuando no estamos seguros de que sea el mejor camino ni el camino perfecto.
[hde_quote author=»Héctor Robles,» position=»creador de Honest Strategy»] Un innovador que encaje perfectamente en el status quo social me chirría [/hde_quote]
Hay gente que no se mueve, cuando el camino se hace al andar. Si es posible haz un trabajo básico con un mentor, y este te ayudará a empezar a moverte. Luego ya virarás.
En tus ponencias hablas de ‘innovación real’, ‘valor real’, ‘problemas reales’, ‘impacto real’. ¿Por qué es necesaria esta etiqueta?
Enlazando con la pregunta anterior, porque hay gente que habla mucho pero no hace nada. La palabra ‘real’ la pongo para diferenciar de lo que hablo yo comparado con lo que hacen otros profesionales. Sin menospreciar a nadie, hay mucha gente que ha escrito un libro pero tienen muy poca o ninguna experiencia detrás. Con respecto a marca personal, escribir un libro aumenta tu autoridad y muchos lo saben. Yo no he escrito ningún libro (aún) pero sí tengo experiencias y aprendizajes de mucho valor porque he hecho y arriesgado mucho en mis 25 años de carrera profesional y como emprendedor.
Por último, ¿qué factores comparten las personas innovadoras?
Puedo contar los tres valores que me guían: la simplicidad, eliminando paja y yendo a la esencia de las cosas; disrupción, o cuestionarme a mí y a mi entorno, poniéndolo en duda, y la honestidad, especialmente con uno mismo. Respecto a esto último, un innovador que encaje perfectamente en el status quo social me chirría. Hace falta cierto punto de honestidad, disrupción e inconformismo para innovar.
Imágenes | Héctor Robles, iStock/syahrir maulana, iStock/fizkes