‘Feierabend’: la filosofía alemana que puede ayudarte a desconectar del trabajo

Pymes

La línea que separa la vida laboral de la personal y familiar nunca ha estado tan desdibujada como ahora. El teletrabajo que ha impuesto la pandemia de coronavirus en numerosas empresas tiene muchas ventajas, desde luego, como permitir una mayor flexibilidad horaria, facilitar la conciliación, suprimir los desplazamientos e incluso mejorar la productividad al reducirse al mínimo las habituales interrupciones en la oficina. Sin embargo, también genera cierta confusión en nuestra rutina, pues no hay un final claro para la jornada laboral y es fácil acabar dedicándole más horas de las que se debería al trabajo.

En este contexto, se impone establecer límites y saber desconectar por completo para volver a trabajar al día siguiente en las mejores condiciones. En ello nos puede ayudar aplicar lo que los alemanes, con fama de trabajadores incansables y eficientes, llaman feierabend, concepto que invita a cortar por lo sano y disfrutar plenamente del periodo de ocio y descanso que se inicia tras la jornada de trabajo.

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“Feierabend tiene dos significados», explicó a la cadena británica BBC Christoph Stengel, un berlinés de 41 años que trabaja como desarrollador de software en el sitio web de comparación de precios Idealo. «Primero, es el momento en el que dejas de trabajar por el resto del día y, eso, por supuesto, genera una buena sensación y, en segundo lugar, es la parte del día que oscila entre dejar de trabajar y la hora de acostarse«. «Feierabend significa conectarte con tu núcleo, es decir, con tu familia, tus amigos o tus pasatiempos», apuntó por su parte Gene Gerrienne, empresario alemán de 31 años que, nacido en Colonia, reside ahora en Reino Unido.

«Inmediatamente después del trabajo tienes que descansar”

De hecho, en esta época en la que hay más home office que nunca, muchos alemanes siguen esta filosofía a diario. Salen a caminar o montar en bicicleta después de apagar los ordenadores en sus casas, emulando los tiempos en los que abandonaban la oficina y regresaban a sus hogares. Es su forma de realizar la transición entre el horario laboral y la vida personal, y dar comienzo al feierabend.

Es lo que hace Nils Backhaus, que tiene 34 años y vive en Bochum, a las afueras de Dortmund, en Alemania. Al final de su jornada laboral, a eso de las cinco de la tarde, este profesional del Instituto Federal de Seguridad y Salud Ocupacional de Alemania coge su bicicleta para recorrer los tranquilos paisajes que encuentra a lo largo del río Ruhr. Un «viaje falso«, como él mismo lo definió en la BBC, que imita el trayecto que solía hacer al volver de la oficina.

«Inmediatamente después del trabajo tienes que descansar”, aseguró. «El estrés y la recuperación van de la mano. Es como un ritmo corporal». Pero el concepto de feierabend también está vinculado al pensamiento capitalista, que propugna que, para que la fuerza laboral sea más productiva, se la deben permitir periodos claros de descanso y desconexión tras la jornada laboral.

“Las empresas ven que hay un problema si la gente está siempre disponible y trabajando 24 horas al día, siete días a la semana», según Backhaus. “Eso hace que tengan que tomarse más tiempo libre; más a menudo llaman para avisar de que están enfermos. Se dan muchos problemas si este desapego no es posible».

“A los alemanes les gusta tener una división clara entre el tiempo de trabajo y el tiempo para ellos”

En cualquier caso, lo realmente importante del concepto de feierabend es que parte de la base de que la jornada laboral impone una serie de exigencias a las personas de las que necesitan tener un respiro de manera regular. Además, también implica crear caminos que comuniquen el yo laboral con el yo personal. Y es que, aunque uno trabaje en casa, acciones tan sencillas como ponerse ropa más cómoda tras la jornada laboral y realizar algo que le guste, como leer, hacer ejercicio o salir con la bici, al igual que hace Backhaus, ayudan a la mente a asumir el cambio de estar en “modo trabajo” a pasar al “modo desconexión” y separar perfectamente ambos ámbitos.

Como en otras latitudes, hay veces en las que el feierabend se queda solo en la teoría, pues muchos alemanes trabajan más horas de las que debieran. No obstante, en opinión de Gerrienne, “a los alemanes les gusta tener una división clara entre el tiempo de trabajo y el tiempo para ellos. Por esa razón, creo que se esfuerzan mucho por ser lo más eficientes que pueden en el trabajo y eso les permite desconectarse por completo una vez que la computadora también se apaga». 

En este sentido, establecer límites para olvidarse unas horas del trabajo puede comenzar por un empleado, pero es algo que debería acabar calando también entre sus compañeros de trabajo y superiores, que deberían predicar con el ejemplo y ayudar a sus equipos a sentir que les conviene darse un respiro. Por ejemplo, en la era pos-COVID, si al responsable de turno el cuidado de los niños, las diferencias horarias o las preferencias personales le hacen trabajar fuera del horario habitual, lo ideal sería que programara el envío de correos electrónicos en el horario de oficina normal para que los empleados no reciban una notificación automática a destiempo y se sientan en la obligación de tener que responder.

Sin duda, seguir esta filosofía podría ayudar a muchos trabajadores en remoto que sienten que se han difuminado demasiado las fronteras entre su vida laboral y la esfera privada a recuperar esta última, al menos un poco. 

«Cuando se trata del equilibrio entre el trabajo y la vida personal, cada individuo tiene que descubrir qué funciona mejor para él, y creo que no hay una respuesta correcta o incorrecta», concluyó el empresario Gerrienne. “Considero que el mayor beneficio del feierabend es que te permite tener el control sobre tu vida y tomar decisiones conscientes, en vez de dejar que la vida te controle a ti».

Imágenes | Nataniel Susantoputra (Unsplash) | Kelly Sikkema (Unsplash) | Thiago Cerqueira (Unsplash)

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