Audiben, el negocio de democratizar la audición

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Más del 5% de la población mundial padece algún tipo de pérdida de audición. Y la mayoría no puede acceder a las soluciones tecnológicas que les ayuden a superar esta condición.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, de las cuales 34 millones son niños. Esta pérdida puede ser leve, moderada, grave o profunda, lo que conocemos como sordera. En la mayoría de los casos, esta condición es prevenible y, casi siempre, tratable.

Sin embargo, la producción mundial de audífonos satisface menos del 10% de las necesidades mundiales y del 3% en los países en desarrollo, según la OMS. La gran barrera es el precio: “En todo el mundo, muchas personas que sufren pérdida de audición se beneficiarían del acceso a audífonos e implantes cocleares asequibles y adecuadamente adaptados”, señala el organismo.

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En este sentido, el desarrollo tecnológico y los nuevos modelos de distribución han puesto sobre la mesa alternativas para democratizar las soluciones auditivas. Los llamados amplificadores auditivos, que el usuario se ajusta personalmente, son hasta siete veces más económicos que los audífonos convencionales y proporcionan una alternativa válida para la gran mayoría de los usuarios. Y aquí es donde entra en escena Audiben, una compañía de Alicante que lleva desde 2017 haciéndose hueco en un mercado competido, pero en crecimiento.

Un nuevo modelo en una capital de la audiología

Miguel Vicente está detrás de Audiben, una empresa pequeña que aspira a cambiar la realidad del mercado de las soluciones auditivas. La pasión por este sector le viene de atrás, ya que fue su abuelo quien introdujo los primeros audífonos en España en los años cincuenta del siglo pasado. Fue aquel emprendimiento temprano el que también acabó convirtiendo Alicante en una de las capitales de la audiología en España, que hoy concentra muchas de las empresas del sector.

La idea detrás de Audiben, sin embargo, nace buscando una alternativa al sector convencional. “Tenía dos centros auditivos en Alicante y veía que mucha gente tenía la necesidad de este tipo de aparatos y quería ponérselo, pero no lo hacían, sobre todo, por el coste. Por el modelo de distribución que tienen, el precio ronda los 1500 € de media en España”, explica Vicente. “La tasa de penetración de audífonos en nuestro país es de un 20% de la gente que lo debería de llevar”, señala.

Hace unos años descubrió que había algunas empresas extranjeras que estaban apostando por un nuevo modelo de distribución; uno que apostaba por la venta directa y por alejarse de la red de centros auditivos, sin intermediarios. “Esto permite que las soluciones sean mucho más económicas para el usuario final, pero las prestaciones técnicas son comparables a los aparatos más caros”. En el caso de Audiben, sus soluciones de amplificación más caras se sitúan entre los 300 y 400 €, pero la más barata no supera los 150 €. 

Audífonos frente a amplificadores

Desde que empezaron a trabajar en 2017, el gran reto del equipo de Audiben ha sido generar confianza entre el público. Los amplificadores auditivos no están muy asentados en España, donde la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) establece una distinción muy clara entre audífonos (considerados productos sanitarios) y el resto de amplificadores. Además, algunas empresas del sector, que distribuyen soluciones muy baratas (por debajo de 10 €) pero de mala calidad, tampoco han contribuido a generar confianza.

“El gran reto es darnos a conocer y que la gente confíe en el tipo de producto que tenemos. En otros países, los amplificadores y la venta directa están muy establecidos”, explica Miguel Vicente. “Sin embargo, esa desconfianza desaparece en cuanto la gente lo prueba. La mayoría de los usuarios están muy satisfechos. Para salvar esa desconfianza inicial, nuestro servicio pasa por ofrecer una prueba gratuita sin compromiso”.

“En amplificadores de calidad, porque es cierto que hay productos de mala calidad muy baratos, la diferencia fundamental entre audífonos y amplificadores la marca el centro auditivo”, continúa el gerente de Audiben. “Los audífonos están adaptados individualmente para la persona. Pero la realidad señala que la mayoría de los usuarios, con problemas leves o medios de pérdida de audición, no necesitan esto. Solo un 15% de los casos, con problemas serios o muy complejos, sí requieren una solución personalizada”.

De acuerdo con la AEMPS, “un amplificador de sonido es un dispositivo electrónico destinado a amplificar el sonido ambiental para personas sin deficiencias auditivas”. La agencia recuerda además que todo trastorno auditivo requiere un diagnóstico médico antes de tratarse. Sin embargo, en otros países, la regulación se ha flexibilizado para permitir, sobre todo, el abaratamiento de las soluciones e incrementar el acceso a la tecnología para personas que lo necesitan.

En Estados Unidos, hace ahora un año, la agencia del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó la venta de soluciones auditivas sin la intermediación de especialistas. Allí los amplificadores que cumplen ciertos requisitos pueden ser distribuidos en igualdad de condiciones, pero a precios bastante más reducidos.

“Las distinciones regulatorias les vienen bien a algunas grandes empresas que controlan el mercado, pero las diferencias no son reales. Nuestros productos tienen limitador de ruidos, filtran las frecuencias, hacen amplificación selectiva e incluyen varios programas para diferenciar entornos en función del nivel de ruido”, añade Vicente.

Un mercado en crecimiento

En España, el último dato oficial sobre el número de personas con discapacidad auditiva es de 2008. La ‘Encuesta sobre discapacidades, autonomía personal y situaciones de dependencia’, del Instituto Nacional de Estadística, señala que existen 1,06 millones de personas con algún tipo de pérdida de audición discapacitante. Otros estudios más recientes del sector señalan que hasta siete millones de personas podrían tener algún tipo de problema auditivo.

Esta condición, en sus diferentes grados, limita la capacidad de la persona para comunicarse, afecta al rendimiento escolar de los jóvenes, genera sensación de soledad, aislamiento y frustración y tiene también consecuencias económicas, según la OMS. La prevención y el tratamiento asequibles son clave, según el organismo, para mejorar las condiciones de las personas que sufren trastornos auditivos.

La demanda de soluciones está lejos de ser satisfecha. Esto, unido al envejecimiento de la población mundial, entre otras causas, provoca que el mercado de las soluciones auditivas está en claro crecimiento. Según Fortune Business Insights, el valor global de este mercado pasará de los 8900 millones en 2019 a 13 400 millones en 2027. En España, de acuerdo con GEA, se vendieron en 2019 más de 200 000 audífonos.

En este mercado en expansión inició sus operaciones Audiben. Desde 2017, han duplicado su facturación año a año y cerraron el ejercicio de 2020 con cerca de 400 000 € en ventas. “El objetivo para 2021 es doblar la cifra y mantener la confianza de nuestros clientes”, señala Vicente. “En los próximos meses vamos a lanzar una aplicación móvil desde la que hacer ajustes más precisos y selectivos de los amplificadores auditivos, conectados por bluetooth. Además, queremos ampliar nuestra red de distribución y vender nuestros aparatos en ópticas y farmacias”.

Frente al sector convencional, Audiben muestra una gran fortaleza, el precio, y un punto débil, la ausencia de contacto directo con personal técnico. “La falta de intermediario experto la solventamos con personal formado que lleva a cabo la teleasistencia por teléfono, WhatsApp, correo electrónico… Respondemos a todas las dudas del usuario y en el periodo de prueba hacemos un seguimiento semanal de cada caso”, explica Vicente.

En cuanto a los precios, el secreto de la compañía alicantina está en el modelo de distribución y la externalización de la producción. “Trabajamos directamente con la fábrica. Tenemos un proveedor en China y otro en Alemania, que desarrolla la aplicación. Contamos con un servicio técnico propio y testeamos los productos antes de lanzarlos bajo nuestra marca”, añade. “Nuestro precio es posible gracias a que no contamos con una red física de distribución propia. Si tuviésemos tiendas, entre costes de alquiler y personal, el precio del producto sería el triple del actual”.

De cara al futuro, Vicente anticipa que habrá cambios en la faceta tecnológica, sobre todo, en cuanto a conectividad de los aparatos. Pero el mercado cambiará poco: cerca del 60% del mercado español lo controla Amplifon-Gaes, después de que la marca italiana adquiriese la empresa española en 2018. “Esto hace que los precios, que antes de la fusión tendían a la baja, se hayan estabilizado. Las alternativas como las nuestras son las que representan verdadera competencia”, concluye Vicente.

Imágenes | Audiben, Unsplash/JD Mason

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