La economía rebotará con fuerza este año, pero el empleo seguirá cayendo por el fin de las ayudas a las empresas.
Definitivamente, 2020 fue un año anómalo. La economía española cayó un 11% el pasado ejercicio debido a la crisis producida por la pandemia. Se interrumpían así seis años de crecimiento sostenido, además, con un batacazo histórico. De hecho, es la mayor contracción de la economía nacional desde 1936, el primer año de la Guerra Civil, cuando el país entró en estado de shock y la producción se desplomó nada menos que un 26%. Volviendo al 2020, en términos de Producto Interior Bruto (PIB), España dejó de ingresar 130 000 millones de euros, el equivalente a lo que cuestan el total de las pensiones de un año.
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Por hacer comparaciones más actuales, la caída del año pasado es tres veces más profunda que la que sufrió la economía nacional en 2009, cuando la crisis financiera e inmobiliaria global afectó de lleno a las cuentas nacionales. Además, España sufrió la crisis del coronavirus más que sus vecinos europeos por varias razones.
Sectores clave para la economía, como el turismo y la hostelería, se han hundido, así como el transporte. Además, al ser un país de pymes, el efecto ha sido más profundo. Y es que, en unas circunstancias tan complicadas, las pequeñas empresas sufren más por no tener el músculo financiero de las entidades de mayor tamaño, ni tampoco el suficiente poder para diversificar y vender fuera.
Una tasa de paro del 16%
En términos de empleo, los datos de 2020 también fueron los peores en ocho años. El año acabó con 622 600 puestos de trabajo destruidos y 527.900 desocupados más. Y la cifra total llegó hasta los 3,71 millones de parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Así, la tasa de paro se elevó en 2020 hasta el 16,1%, más de dos puntos porcentuales por encima de la tasa registrada en 2019. La crisis se cebó especialmente con los jóvenes.
Y la caída habría sido mucho mayor si los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), muchos en el sector de la hostelería, se contaran como parados. Hay que recordar que más de 750 000 personas acabaron 2020 con su empleo suspendido temporalmente. Es decir, que esta crisis se ha llevado por delante, de una forma o de otra, un total de 1,5 millones de puestos de trabajo.
¿Qué pasará durante los siguientes meses?
Es la pregunta del millón cuando se habla de la economía y del empleo en España en 2021. Y es muy difícil de responder por lo cambiante del escenario de la pandemia. Todo va a depender mucho de la evolución de la COVID-19 y de la velocidad de la campaña de vacunación. Y, de forma secundaria, de la llegada de los fondos multimillonarios de Europa para la reconstrucción de la economía, pues el grueso de estas ayudas se esperan para más adelante.
Bruselas revisó recientemente su proyección de crecimiento para España y lo situó en el 5,6% del PIB en 2021 y un 5,3% en 2022. Son números optimistas que sitúan a la economía española como la que más avanzará este ejercicio de toda la Unión Europea (UE).
Por su parte, la última previsión del Gobierno español es más optimista aún y habla de una subida del PIB del 7%, y eso sin contar el impacto de las ayudas de la UE. Casi todos los análisis están de acuerdo en que el año irá de menos a más, según se vayan eliminando las restricciones de movimiento de la población en primavera y verano a causa de la presumible mejoría de la pandemia.
Por su parte, el centro de análisis económico Funcas, que tiene en cuenta las estimaciones de hasta 20 servicios de análisis, habla de un avance del PIB del 6,3%. Es decir, que este año se recuperará aproximadamente la mitad de lo perdido en 2020, y que todavía habrá que esperar unos cuantos ejercicios para volver a los niveles precrisis.
Más tiempo para recuperar el empleo
En cuanto al empleo en España en 2021, los analistas económicos avisan de que seguirá cayendo. Muchos apuntan como causa las previsibles quiebras de empresas una vez se vayan retirando las ayudas públicas a los créditos y los ERTE, donde el Estado asume total o parcialmente la cotización a la Seguridad Social de los empleados.
Además, se dará el caso también de compañías que no cierren, pero que sí manden definitivamente al paro a parte de la plantilla que durante algún momento de la pandemia se acogió a los ERTE.
El panel que elabora Funcas, por ejemplo, avanza que el desempleo crecerá hasta al 17,2% frente al 16,1% de 2020. Para volver a los niveles de contratación de antes de la COVID-19 tendrá que pasar mucho tiempo. De hecho, Javier Andrés y Rafael Doménech, economistas de referencia de este país, aseguraban en mayo pasado, en una entrevista publicada en este espacio, que solo con el efecto de la primera y virulenta ola del virus España iba a tardar varios años en recuperarse el terreno perdido en materia de empleo. Todo indica, pues, que habrá que armarse de paciencia e ir remando poco a poco.
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