Teletrabajo, sostenibilidad y España vaciada

Empresa

En septiembre de 2020, un estudio de Randstad sobre el trabajo en remoto en España revelaba que más de tres millones de españoles teletrabajaban habitualmente. Lo curioso de esta cifra es que supone 3,2 veces la cantidad de personas que podían permitirse el teletrabajo en 2019, cuando prácticamente nadie podía esperar lo que viviríamos un año después.

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A causa del nuevo escenario laboral que irrumpió con la pandemia, una parte significativa decidió mudarse a zonas rurales, segundas viviendas y poblaciones menos masificadas. La huida de las ciudades es una historia que hemos visto repetida en medios y redes sociales en los últimos meses.

Uno de los sectores más duramente castigados por la pandemia ha sido el de los autónomos. Además, la movilidad de aquellos que teletrabajan depende directamente de su conexión a internet, que no siempre puede ser la adecuada, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso. En otros casos, como en la hostelería, se creó la necesidad de tiendas online de urgencia para vender sus platos, dadas las restricciones a bares y restaurantes en muchos lugares de España. Pensando en todos ellos, Orange ha lanzado la iniciativa #AhoraMásCerca, con el objetivo de ofrecer una serie de medidas para acompañar a los autónomos en este difícil viaje de superación de la crisis del COVID-19.

En cuanto al trabajo en remoto para autónomos y trabajadores por cuenta ajena, ¿qué escenario podemos esperar para el futuro más próximo? ¿Están preparados los pueblos de la ‘España vacía’ para las necesidades de los profesionales? ¿Puede significar un cambio de paradigma, tanto para estas regiones poco pobladas como para las capitales congestionadas?

La red de conexiones en España

La mayoría de diarios importantes de nuestra geografía han contado historias del regreso a los pueblos por parte de población menor de 50 años. Aquí hicimos lo propio y de ello podemos concluir que, entre todos los aspectos positivos, está el inconveniente de una red de comunicaciones aún por desarrollar.

Una mala conexión a internet puede lastrar la llegada de nuevos vecinos a poblaciones que realmente lo necesitan. Por su parte, el Gobierno ya ha identificado estos problemas y quiere poner soluciones al respecto. Por ejemplo, el pasado 21 de enero, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital inició una consulta para promover la extensión de la banda ancha de muy alta velocidad.

La consulta se inició con el fin de obtener propuestas para cumplir con el Plan para la Conectividad y las Infraestructuras Digitales. En él se recoge el compromiso y reto de que todo el territorio nacional cuente con una cobertura de banda ancha de 30 Mbps para 2023 y de 100 Mbps para 2025. En cuanto a la tecnología 5G, el hito marcado es que exista una cobertura del 75% del territorio para el año 2025.

Orange, por su parte, ha participado en el proyecto de despliegue de fibra óptica en varios pueblos, englobado en el plan España Digital 2025, y ya ha llevado el 5G a 121 municipios de 38 provincias españolas. Esto supone que los clientes de Orange pueden disfrutar de una buena conexión en lugares tan distintos como Paredes de Nava (Palencia), que cuenta con menos de 2.000 vecinos, y ciudades como Sevilla, León, Cádiz, Ceuta y Valladolid, entre otras. Una manera más de reducir la brecha digital en la geografía española y facilitar la movilidad de autónomos y trabajadores. 

El impacto del teletrabajo en la sostenibilidad

Gran parte del teletrabajo ha llegado para quedarse, y los beneficios pueden ser tanto para empresas de cualquier tamaño como para trabajadores. Por ejemplo, puede resultar en un menor gasto en desplazamientos o comidas fuera de casa para el trabajador, pero también permite reducir espacios de oficinas y disminuir ostensiblemente el gasto energético para las empresas. Y esas son solo algunas facetas de otras muchas.

Estos aspectos son también aplicables al caso de los autónomos, especialmente para aquellos que basan su actividad en herramientas y recursos digitales. La vida rural puede suponer una comodidad para ellos, a la vez que ayuda a reducir su huella ambiental. 

Sobre unas bases de deslocalización del trabajo, sobre todo si el autónomo tiene trabajadores a su cargo, se pueden construir acciones responsables, como es la compra de productos de proximidad para favorecer el consumo local y regional y crear una conciencia ecológica mediante la reducción de elementos contaminantes en el desarrollo de la actividad o servicio.

Otro aspecto a tener en cuenta es el del tráfico rodado de las ciudades. La reducción de empleados que se dirigen a sus puestos de trabajo también puede colaborar en la disminución de atascos, con la consecuente bajada de gases contaminantes. En definitiva, podría hacer de las grandes ciudades unos lugares más limpios. Durante el confinamiento duro de 2020, hubo una bajada severa próxima al 60% de los niveles habituales de dióxido de nitrógeno (NO²). Sin embargo, los niveles volvieron a cifras preocupantes incluso con las restricciones de movimientos posteriores.

Una realidad compleja

La conectividad ofrecida en algunos lugares de España todavía tiene camino que recorrer. El compromiso del Gobierno es del desarrollo de estas zonas despobladas del interior, especialmente en el ámbito de la red, un compromiso en el que Orange ya está trabajando. Y es que el teletrabajo permite cooperar de otra forma con el medioambiente: es muy tangible que suponga un menor gasto energético para empresas y ciudadanos

No obstante, todas estas realidades cambiantes (confinamientos, nuevos modelos de trabajo, etcétera) no parecen ser suficientes para reducir los problemas de contaminación ambiental. La Agencia Europea del Medio Ambiente alerta que sigue habiendo un importante margen de mejora. Y a nivel poblacional, el estudio de Randstad mencionado al principio del texto refleja que solo el 22,3% de los trabajadores españoles pueden permitirse el teletrabajo, reduciendo la posibilidad de éxodos masivos de las ciudades.

Además, otro de los escollos que aparecen en esta línea de desarrollo rural es que muchas empresas se han acogido al teletrabajo por la coyuntura pandémica. Mientras algunas compañías han vuelto a modelos presenciales preestablecidos, otras están planteando modelos híbridos. La coexistencia del teletrabajo con otras fórmulas de entender la oficina (sin puestos fijos, como espacios de coworking, etcétera), puede suponer un camino hacia el futuro

AHORA MÁS CERCA

Autónomos y pequeñas empresas han tenido que adaptarse al nuevo contexto que ha marcado la aparición de la COVID-19. Esto ha supuesto para ellos un reto, pero también una oportunidad. Orange quiere contar sus historias y, por eso, lanza Ahora más cerca, un espacio en el que comparte testimonios y entrevistas personales con esos emprendedores que han demostrado un enorme poder de adaptación. El encargado de dar voz a todos ellos es el periodista y economista Javier Ruiz que, además, realiza un análisis económico del sector al que pertenecen. Junto a él, descubriremos qué nuevas opciones han aparecido, mientras recibimos las recomendaciones del experto para sacar el máximo partido a un negocio. Conoce más historias es orangecontunegocio.com.

Imágenes | Pexels: Flo Dahm, João Jesus, Alex, Raul Hernández

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