Sin sus habilidades comunicativas al Homo sapiens le habría resultado muy difícil imponerse al resto de homínidos y reinar sobre la Tierra. Una comunicación que con el tiempo se ha ido haciendo cada vez más compleja y que, sin embargo, suele tornarse más eficaz cuanto más gráfica e intuitiva es. [hde_related]
Al menos es lo que piensan en Genially, una plataforma online que, partiendo de la biología, «de que somos seres visuales y captamos mejor los mensajes de este tipo”, permite crear todo tipo de contenidos animados e interactivos -presentaciones, infografías, juegos…- que “enganchan”, según Luis García (publicista), uno de sus fundadores, junto a Juan Rubio (biólogo) y Chema Roldán (ingeniero informático).
Algo que los usuarios pueden hacer por su cuenta o en equipo a través de multitud de plantillas y recursos de manera sencilla, sin necesidad de tener conocimientos de diseño gráfico y programación. Además, se trabaja en la nube a la hora de modificar los contenidos o enriquecerlos, se pueden medir los resultados y embeber vídeos, audio, timeline de redes sociales, mapas y enlaces a documentación de todo tipo, así como incrustar los contenidos dentro de otras webs. “Solo tenemos que fijarnos en los niños; las cosas se entienden mejor cuando son visuales y nos podemos relacionar con ellas. Un contenido te puede gustar, pero solo te atrapa si es interactivo”, dice García.
Comunicar sin aburrir
Esta herramienta para “comunicar sin aburrir” ha ido ganando popularidad “sin haber ido a venderla”, con el apoyo de estudiantes y profesores que la han abrazado como un gran solución para trabajos, clases y presentaciones. Hoy tiene más de 14 millones de usuarios en más de 190 países. “En al menos cada país del mundo hay un usuario de Genially”, declara orgullosa Cristina Marcos, country manager en España y Latinoamérica de esta start-up, con una sede atípica para una tecnológica como es Córdoba, lejos de Silicon Valley y de las grandes ciudades.
La idea surgió porque Juan Rubio había montado con otros socios una consultoría de comunicación especializada en sostenibilidad, en la que vieron la necesidad de comunicar contenidos complejos de forma simple e involucrar realmente al público. Entonces se dieron cuenta de que los contenidos interactivos eran los que realmente enganchaban. Cuando los clientes les pedían modificar esos recursos para reutilizarlos, la única respuesta que podían darles era que, o sabían programar, o no iban a poder hacerlo. Hasta que un día se preguntaron: ¿y si desarrollamos una herramienta para que la gente sin conocimientos en programación pueda crear y editar contenidos interactivos? Ese fue el comienzo de Genially.
Renovar e inventar formatos
Frente a las densas memorias de empresa en PDF o las típicas presentaciones en PowerPoint, esta startup ofrece nuevas narrativas. “El mundo ha cambiado; la comunicación también. Por ello, no nos podemos basar en formatos que ya existen. Hay que renovarlos o inventarlos”, asegura García, responsable de Marketing (CMO) de Genially. “Ahora, con nuestra herramienta, muchos docentes pueden montar ellos mismos un juego interactivo, como un quiz o un escape room, para que sus alumnos repasen lengua o matemáticas. El engagement y la atención están asegurados”, comenta Marcos.
Precisamente, el tipo de usuario que más ha crecido en Genially es el perteneciente al sector educativo. “Lo ha hecho de forma muy orgánica, ante la necesidad de generar formatos alternativos que capten y mantengan la atención del alumnado”, sostiene Marcos. Además de profesores, también se apoyan mucho en esta plataforma diseñadores y creativos, así como grandes empresas para relacionarse de manera más eficaz con sus diferentes públicos.
El coronavirus -que ha acelerado todos los negocios digitales– no ha hecho más que impulsar la progresión exponencial de esta joven empresa. Entre marzo y junio del año pasado se dispararon sus registros de usuarios, pasando de tener unos 800 mensuales a en torno a los 50 000 en determinados lugares. Un crecimiento que, pasada esa burbuja, se ha mantenido. “Lo que ha hecho la pandemia no ha sido más que adelantar en varios años el avance que íbamos a experimentar en diferentes geografías”, apunta García, que reconoce el difícil equilibrio que supone un modelo de negocio como el de Genially, que combina los servicios gratuitos con planes de pago. “Somos como un funambulista que va por el océano con una pértiga sobre un cable de acero. Si ponemos el producto excesivamente en abierto, no monetizamos, pero si lo cerramos, eso te penaliza. Lo que tratamos es de aportar el máximo valor a los usuarios con un modelo de uso colaborativo”.
Un estándar global
Con una facturación de algo más de 4,5 millones de euros entre 2020 y lo que va de 2021, esta startup de 130 empleados con nacionalidades y backgrounds muy distintos, que trabajan en su mayoría en remoto, acaba de desembarcar en Nueva York. Juan Rubio se fue allí hace dos años para atraer financiación y construir equipo. “Estados Unidos es un país clave. El éxito allí es el éxito en el resto del mundo”, manifiesta Marcos. “Conquistando el mercado americano ocurre casi de manera orgánica el acceso a otros mercados como el australiano, el anglosajón en general o el europeo. Además, nuestra industria está allí. El marketing digital y el sector de la tecnología y de la educación están muy desarrollados en Estados Unidos”.
En el corto plazo, el objetivo de esta tecnológica, merecedora ya de varios reconocimientos, es crecer exponencialmente en el ámbito anglosajón y hacer evolucionar el producto. En el largo, apunta mucho más alto. Aspira a ser una marca icónica y global que reconozca todo el mundo.
Si en más de 30 años nadie ha conseguido desbancar a PowerPoint es porque se ha convertido en un estándar para hacer presentaciones que cualquiera puede usar. Basándose en esa ofimática que prácticamente todo el mundo conoce, Genially también quiere ser un estándar para crear contenidos digitales diferentes, visuales e interactivos, divertidos y originales. No en vano uno de sus eslóganes es “usa Genially y siéntete como un genio”, aunque han solicitado formalmente a la RAE que incluya el femenino “genia” en el diccionario, pues su comunidad está llena de ellas.
Tal como apunta García, “creemos que tenemos mucho que aportar a este mundo en cambio. La comunicación nos hizo evolucionar como humanos, que los sapiens se impusieran al resto de homos, y nuestra herramienta pretende contribuir a mejorarla con contenidos diferentes. La gente nos dice que, gracias a Genially, ahora crean cosas que nunca pensaron que podían llegar a hacer. Tenemos una gran responsabilidad”.
Imágenes: Genially