¿Puede despedirme una inteligencia artificial? En 2018 un trabajador llamado Ibrahim Diallo fue expulsado de su empresa por un algoritmo. Fue uno de los primeros casos documentados sobre cómo un programa es capaz de poner a una persona en la calle. ¿Es esto legal en España?
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Acostumbrados a un presente en el que la inteligencia artificial juega mejor al ajedrez que los mejores humanos, no se puede obviar la pregunta: ¿qué pasa con las personas cuando el juego es maximizar beneficios empresariales a toda costa?
Algunos despidos destacados a manos de inteligencia artificial
El caso de Diallo es desconcertante por la forma en que un algoritmo de gestión de personal fue ‘entendiendo’ que Ibrahim ‘debía’ ser despedido. Y optimista, porque al final pudo reincorporarse tras una dura lucha. Contado por el propio trabajador en primera persona, un día no pudo entrar en el edificio, otro no pudo iniciar sesión y el personal de seguridad del edificio recibió órdenes ‘del algoritmo’ para escoltarle fuera. Había sido despedido.
Una serie de hechos imprevistos habían hecho que el programa entendiese que la compañía ya no necesitaba al trabajador y había iniciado por su cuenta el proceso de despido, cerrando accesos y organizando todo lo necesario para poner al trabajador en la calle paso a paso. Por suerte, aunque el proceso fue automático, aún había seres humanos tomando decisiones. Diallo pudo regresar a su empresa, aunque la única forma que sus superiores encontraron fue que comenzara un nuevo proceso de demanda de empleo.
Un año después, en 2019, un informe interno de Amazon demostró que la compañía ya usaba software automatizado para despedir trabajadores si no alcanzaban ciertos niveles de productividad. Un caso similar se vivió en 2020, cuando un grupo de conductores demandaron a Uber y Ola tras ‘despidos algorítmicos’. No son casos aislados.
En agosto de 2021, 150 empleados de Xsolla, una empresa de software, fueron despedidos en un instante y sin previo aviso de sus superiores. Todos recibieron un email de Aleksandr Agapitov, CEO y fundador de la empresa, en el que se leía que “mi equipo de big data analizó sus actividades” y se les había catalogado como “empleados no comprometidos e improductivos”. El caso fue sonado porque Agapitov tomó a pies puntillas unas dudosas recomendaciones del software y las aplicó sin miramientos.
El problema de que te despidan sin decirte por qué
Monitorizar la productividad de los empleados no es algo nuevo. De hecho, un motivo justificado de despido es que un trabajador en cuestión no se adapte a un puesto determinado, y este suele incluir unos parámetros mínimos de trabajo mensual o anual realizado. Los problemas éticos y legales que surgen de aplicar algoritmos son mucho más complejos que la ‘simple’ no productividad:
- No existe forma de reclamar. Cuando los despidos son automatizados, muchos trabajadores se encuentran en la calle sin posibilidad de poner una reclamación porque, con frecuencia, no hay nadie a quien reclamar. Y cuando se localiza a una persona responsable, esta no suele entender los motivos del despido más allá de que lo ha dicho el algoritmo.
- Algoritmos que funcionan, pero no se sabe cómo. Muchas inteligencias artificiales funcionan con algoritmos de caja negra que hacen imposible comprender cómo han llegado a una decisión. Es posible que el despido de 150 personas sea ‘bueno’ para la compañía; sin embargo, esta no sabe por qué es así. Solo sabe que la inteligencia artificial ha determinado que eso es lo óptimo.
- En ocasiones, la supervisión humana no existe o es ignorada, como en el caso de Agapitov. No es lo mismo que un software señale a un grupo de personas como ‘poco productivas’ y que la empresa investigue qué se puede hacer a que esta catalogación sea interpretada como una señal para el despido acrítico que ha de ser ejecutada.
¿Puede despedirme una inteligencia artificial?
Alertada por casos como los recogidos en este artículo, la Comisión Europea presentó en abril de 2021 una propuesta para regular la inteligencia artificial en el ámbito de las relaciones laborales. De momento, en España “el uso de algoritmos es legal tanto para la contratación de personas como para el despido”, comenta Felipe Ochoa, experto en derecho laboral de Garrigues, en este artículo de ‘ABC’.
La clave, claro, está en la forma en que se están usando los datos, cómo han sido recogidos estos, la forma en la que se ha comunicado el despido y la justificación del mismo basándose en la legalidad española. Por ejemplo, sería improcedente despedir a un trabajador con base en datos recogidos de manera ilegal al incumplir el Reglamento General de Protección de Datos.
También sería improcedente en España no ser capaces de determinar las causas de un despido. Así aparece reflejado en los motivos de ‘extinción del contrato’ del Artículo 49 del Estatuto de los Trabajadores. El despido ha de estar fundamentado por criterios técnicos y, aunque una inteligencia artificial pueda tener incorporados dichos criterios, estos han de ser auditables.
A raíz de la ‘Ley Rider’, en el artículo 64 del mismo estatuto se recoge desde mayo de 2021 que el comité de empresa tendrá derecho a ser informado cada trimestre por la empresa de “los parámetros, reglas e instrucciones en los que se basan los algoritmos o sistemas de inteligencia artificial que afectan a la toma de decisiones que pueden incidir en las condiciones de trabajo, el acceso y mantenimiento del empleo, incluida la elaboración de perfiles”.
Los trabajadores tienen derecho a conocer los sistemas en los que se basan las decisiones sobre su puesto de trabajo. Para eso, dichos sistemas han de ser auditables. Una inteligencia artificial, por tanto, no puede despedir directamente a un trabajador.
¿Pueden despedirme por una máquina?
En noviembre de 2021 la Unión General de Trabajadores (UGT) manifestó a través de un comunicado que “la digitalización y automatización del empleo puede ocasionar una brutal dislocación de nuestro mercado de trabajo”. Una afirmación soportada por estudios científicos que apuntan a que el uso de tecnología de automatización sin supervisión o posibilidad de auditoría perjudica a la sociedad.
Diferente a que te despida una máquina es que te despida un ser humano para poner una máquina en tu lugar. En España ha habido varios casos judicializados, siendo el más conocido el de la empresa Lopesan Hotel Management S.L., que sustituyó a una trabajadora por un software de gestión que es capaz de realizar las mismas tareas.
En septiembre de 2019 el Juzgado de lo Social número 10 de Las Palmas de Gran Canaria declaró ilegítimo el despido, recordando que solo se puede extinguir un contrato laboral por improductividad cuando se pueda “demostrar que real y efectivamente se encuentra en tal dificultad [económica] como para extinguir el contrato laboral”.
La inteligencia artificial está siendo usada en cada vez más procesos laborales, incluida la contratación o el despido. Aunque ya está siendo legislada, lo cierto es que la regulación suele correr tras la innovación.
Imágenes | Jiuguang Wang, Martin Sanchez, Charl Folscher,