¿Recuerdas la famosa frase “What else?” de George Clooney en los anuncios de Nespresso, pronunciada por primera vez allá por 2006? Pues resulta que sí que hay ‘algo más’ para convertir el momento de tomar un café a partir de cápsulas en una experiencia incomparable: acompañarlo de unos pasteles también recién hechos a partir de cápsulas. Lo hace posible la máquina Tigoût. Así lo afirma al menos el fundador de este aparato, el empresario argentino Rodrigo Córdoba.
Todo comenzó en 2016 en Buenos Aires cuando, tras vender la empresa que dirigía, Córdoba, junto a su mujer y sus cinco hijos, acostumbraban a dedicar sus ratos libres a preparar en casa toda clase de dulces. “Pasábamos horas en familia haciendo cheesecakes, scons, muffins, cookies… Aquello parecía un hotel de cinco estrellas. Venían los amigos y, en cinco minutos, todo desaparecía, ¡con el tiempo que nos había llevado elaborarlo!”, relata. Hasta que un día surgió la idea. “Ví mi máquina de Nespresso, la mesa con nuestros dulces, a todo el mundo disfrutando y me pregunté: ‘¿Por qué no hacer lo mismo pero con pâtisserie?«.
Dicho y hecho. Hasta hoy, el de Tigoût -del francés petit goût (pequeño gusto)- ha sido “un recorrido de pura innovación” y el primer desafío fue “armar el equipo y ver los recursos técnicos necesarios” para crear diferentes prototipos hasta dar con el definitivo, que iba a ser lanzado en 2020 tras llegarse a un acuerdo con un fabricante alemán. Pero irrumpió la pandemia y lo paró todo. Córdoba tuvo que esperar hasta el otoño del año pasado para ver, por fin, su producto en el mercado español, desde el que ha iniciado la venta al resto del mundo.
Pastelería recién horneada en solo unos minutos
Con un precio de 339 euros y 36 cápsulas de regalo -aunque existen planes de suscripción para hacerse con la máquina más cómodamente-, la T3 de Tigoût hornea hasta seis tipos de pasteles (cinco dulces y uno salado) de chocolate, queso o dulce de leche, entre otros.
Todos ellos salen de unas cápsulas de plástico (se venden en packs de seis; a nueve euros el pack) que se conservan en el congelador, y llegan a durar hasta un año. Cuando la máquina se enciende, se precalienta automáticamente y para preparar los pastelitos hay que sacar la masa de las cápsulas y colocarla en unos moldes metálicos, como máximo de dos en dos y siempre de la misma modalidad, pues cada pastel tiene sus tiempos. Entonces se selecciona la receta que queramos elaborar teniendo en cuenta la masa introducida y se pulsa el botón de inicio.
En solo unos minutos (entre cuatro y 12 aproximadamente), podremos degustar pasteles gourmet de forma fácil y sin salir de casa. Y es que, tal como subraya Córdoba, “los ingredientes son de primera calidad y las recetas han sido elaboradas por prestigiosos reposteros”, como el argentino Damián Betular, que fue chef pastelero del emblemático Palacio Duhau-Park Hyatt Buenos Aires y jurado de ‘Masterchef Celebrity’ en ese país.
Esta pastelería portátil está disponible en dos colores -negro y blanco-, es bastante compacta para ser un pequeño horno y su diseño está muy cuidado, pensado para tener a la vista en la cocina.
No solo en casa
Sin embargo, Tigoût está concebida para tener recorrido mucho más allá del ámbito doméstico. “Está orientada al hogar, pero también a hoteles, oficinas, salas de espera…, donde las empresas puedan agasajar a sus clientes, convertidos estos espacios en puntos de encuentro, de charla, de distensión, donde el tiempo pase a un segundo plano en torno al valor impagable que supone la pastelería recién horneada”, apunta Córdoba.
Por lo pronto, la idea es lanzar próximamente nuevos sabores. En este sentido, los usuarios de Tigoût no tendrán que hacer nada para disfrutarlos, porque la máquina se conecta a internet y las nuevas recetas podrán incorporarse automáticamente a la lista de las ya programadas.
Y en todo momento sin perder de vista la sostenibilidad. “Las cápsulas son de plástico PET 100 % reciclable, el consumo energético de este horno inteligente es bajo al ser de pequeñas dimensiones, se apaga si a los 10 minutos no se usa y con él se evita siempre el desperdicio alimentario, pues solo cocinas lo que vas a disfrutar”, destaca Córdoba.
Financiación para hacer crecer un sueño
Con 2700 máquinas preparadas para la venta en nuestro país y más de 30 000 cápsulas en stock, que se producen en Osuna (Sevilla), “esta startup consolidada busca ahora una inyección de capital. Necesitamos financiación para una mayor promoción del producto y hacerlo escalar en España y fuera de sus fronteras”, afirma el empresario argentino afincado en Madrid, a quien seis años y una pandemia no han hecho desfallecer para alcanzar su meta.
Si piensa en grande, el deseo de Córdoba es convertir la fuente de sus satisfacciones y desvelos en una marca global. Y que, junto a cada máquina de café en cápsulas alrededor del mundo, “haya también otra, prestigiosa y honesta, que acompañe a la gente en esos momentos en los que quiera darse un capricho dulce”.
Visto así, Tigoût es, sin duda, la máquina de pasteles que le falta a George Clooney.
Imágenes: Tigoût