Cómo empezar a importar o exportar como autónomo

Autónomos

En el mundo actual, muchas de las oportunidades de negocio las tenemos en el exterior, un territorio que parecía vetado para las pequeñas empresas y aún más para los autónomos.

Importar y exportar ha sido minoritario para quien trabaja por cuenta propia, en la mayoría de los casos por una combinación de su propio temor y por la falta de apoyos. [hde_related]

Todo esto ha cambiado radicalmente y muchos autónomos importan y, especialmente, exportan, tanto a países de su entorno como más lejanos

Los pasos previos para importar y exportar como autónomo

El primer paso de importar y exportar está en realizar una gestión comercial previa. Aunque se conozca y domine el producto, las diferencias entre distintos mercados pueden ser importantes, por lo que se debe ampliar la información sobre el propio producto, trámites comerciales, mercado…

En el caso de la importación, es clave solicitar muestras para ver si son productos adecuados para el mercado nacional, pero también para determinar estrategias tan fundamentales como la diferenciación. Cuando se soliciten dichas muestras, habrá que informarse, asimismo, de qué cantidad puede enviarse sin que sea retenida o genere costes en la aduana.

Gastos logísticos y aduanas

La otra estrategia previa se basa en el conocimiento de los gastos a los que habrá que hacer frente, como la manipulación, transporte y gastos administrativos en aduana.

Respecto a la logística, debemos tener en cuenta que tanto a la hora de importar como a la de exportar hay una enorme pluralidad de formas de envío. Con ello varían las obligaciones y responsabilidades por parte del comprador, del vendedor y también de todos los intermediarios que intervienen en ese proceso.

Para clarificar todo esto surgieron los incoterms, creados en 1936 por la Cámara de Comercio Internacional (CCI) y que se utilizan para determinar de manera clara las formas de entrega, costes y obligaciones de cada parte en un contrato de compraventa.

Llegado a este punto, lo importante es contar con empresas logísticas que cubran toda la cadena, desde el transporte hasta los trámites aduaneros, incluyendo el levantamiento de la mercancía, en el caso de la importación.

En el caso de exportar, lo normal es que los gastos de transporte corran a cargo del que compra, pero también hay que dejar claro qué incoterm utilizar.

Todo ello nos permitirá conocer otra variable fundamental, el precio de coste, y con ello el precio de venta y el margen de beneficio.

Importar y exportar en la Unión Europea

Cerca de un 35 % de todas las mercancías que salen de España van destinadas a Francia, Alemania e Italia. Y más de un 60 % del tráfico comercial se hace a la Unión Europea, y todo ello tras la salida del Reino Unido.

Estos datos nos muestran la importancia que tiene el tráfico de mercancías con los países de nuestro entorno, donde para hacerlo tenemos un trámite que facilita enormemente al autónomo: el Registro de Operadores Intracomunitarios.

El operador intracomunitario tendrá que hacer menos trámites y, en el caso de compras, se ahorrará adelantar el IVA, lo que conlleva un menor desembolso. En el caso de ventas, no se incluye, algo que lo hace más atractivo para el comprador.

Este registro no tiene vigencia ilimitada, puede ser revocado y hay que renovarlo. Además, en su solicitud habrá que justificar la razón de solicitud esgrimiendo que se va a realizar operaciones de forma continuada en el tiempo con empresas dentro de la Unión Europea.

Este registro se comparte con todos los países de la UE. Antes de emitir (o aceptar) una factura de otra empresa o profesional de la UE, hay que verificar esta inclusión en el portal VIES. Así, a todo profesional o empresa considerado como operador intracomunitario se le añade un identificador de su país antes del Número de Identificación Fiscal (NIF), que para España son las letras “ES”.

Importar o exportar fuera de la Unión Europea

En el caso de un importador o exportador fuera de la UE, habrá que darse de alta en el Registro e Identificación de Operadores Económicos (EORI). Es un número único para toda la Unión Europea, asignado por la autoridad aduanera de cada Estado a la empresa o autónomo cuando estos van a realizar importaciones o exportaciones.

También hay que asumir gastos. Si se exporta fuera de la Unión Europea, se factura sin IVA. Será el importador del país de origen quien pague los impuestos correspondientes. Por eso, el receptor sí tendrá que pagar y liquidar este impuesto en aduanas (IVA de importación).

No es el único gasto, ya que están los posibles aranceles que tenga la compañía y también los propios gastos administrativos de elaborar el Documento Único Administrativo (DUA), que es la declaración de importación o exportación ante las autoridades aduaneras. Este proporciona información sobre el producto y es la base para la correspondiente declaración tributaria.

También el agente de aduana tiene que hacer el levante de la mercancía, que supone ponerla a disposición del importador, algo que genera otro gasto, incluso si se recoge en el puerto o aeropuerto de destino.

El IVA de las operaciones exteriores

Además de los registros y del pago de aranceles a efectos del IVA, tenemos que diferenciar las operaciones internas de las realizadas con miembros de la Unión Europea y con otros países, tanto en el modelo 303 (declaración trimestral) como en el modelo 349 (recapitulativa anual de operaciones intracomunitarias) y modelo 380 (operaciones asimiladas a las importaciones).

Allí se diferencian las operaciones en la liquidación trimestral:

Imágenes | Pexels/Tiger LilyTom Fisk, Olia Danilevich 

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