Cuando contemplamos las palas de un molino girar en lo alto de un monte, podemos ver muchas cosas. Habrá quien piense en progreso y tecnología y otros, en la urgente lucha contra el cambio climático. También quien vea impacto paisajístico y ambiental y aquellos que imaginan una factura de la luz más sostenible. Aunque poca gente reflexionará sobre el empleo.
Y, sin embargo, ese es hoy por hoy uno de los mayores argumentos en favor de las energías renovables. Junto a la caída de los precios, la independencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado la primera radiografía sobre el empleo en el sector energético mundial. Los datos hablan por sí solos: las energías limpias tienen contratado a más del 50 % de los trabajadores del sector a nivel global.
Estas son las claves de un informe que habla de cómo está cambiando el sector, pero también de las nuevas oportunidades laborales.
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65 millones de trabajadores
El 2 % del empleo formal a nivel mundial está relacionado con el sector de la energía. Es decir, 65 millones de trabajadores. Según el informe, estos puestos de trabajo se distribuyen casi a partes iguales entre los subsectores del suministro de combustible (21 millones), la generación eléctrica (20 millones) y los usos finales (24 millones), que incluyen desde la fabricación de vehículos hasta la eficiencia energética. China es el país con mayor número de trabajadores de la energía, cerca de 20 millones (2,5 % de todo el empleo del gigante asiático). En Europa, hay 7,5 millones de trabajadores del sector, el 2,4 % del total.
El 50 %, en energías limpias
Por primera vez, las fuentes de energía limpia y las renovables dan trabajo a más de la mitad del total de empleados de la industria energética. Esto se debe, sobre todo, al fuerte crecimiento de proyectos de fuentes renovables. La generación de energía baja en emisiones de CO₂ (especialmente, la solar y la eólica) da empleo a 7,8 millones de personas en todo el mundo, la misma cantidad que la industria petrolera. Dentro de la fabricación de vehículos, donde trabajan 13,6 millones de personas a nivel mundial, el 10 % se dedica ya a fabricar vehículos eléctricos y sus componentes y baterías.
El porcentaje del 50 % es claro en Europa y en toda América, mientras que en África y Asia (incluyendo Rusia, Oriente Medio, China y el Sudeste Asiático), los combustibles fósiles tienen mucho mayor peso en el mercado laboral. En este sentido, es importante resaltar que la IEA no solo contabiliza como energías limpias la generación con fuentes renovables. También incluye a la energía nuclear y a las energías fósiles, cuyas emisiones son compensadas con proyectos de captura y almacenamiento de carbono, así como los incipientes usos del hidrógeno como vector energético y los combustibles a base de hidrógeno.
Un sector en pleno cambio
El mayor impulsor del empleo en el sector energético es la construcción de nuevos proyectos y la fabricación de sus componentes. Más del 60 % de los empleados a nivel mundial se encargan de este tipo de trabajos, como la construcción de centrales y de parques eólicos y fotovoltaicos, la puesta en marcha de pozos de petróleo, el despliegue de gasoductos y las obras para mejorar la eficiencia de los edificios. El informe recalca que el sector está en pleno cambio y la revolución no ha hecho más que empezar. A medida que los países y las empresas pisen el acelerador de la descarbonización, algo necesario si se quieren cumplir los objetivos de cero emisiones, el sector cambiará cada vez más rápido.
Las habilidades técnicas y el reciclaje de trabajadores
La demanda de trabajadores con habilidades y conocimientos técnicos es más elevada en el sector energético que en el resto de industrias. El informe de la IEA estima que el 45 % de los obreros del sector ocupan puestos de elevada cualificación, mientras que en el global de la economía solo lo hace el 25 %. El porcentaje es más elevado aún en el I+D de nuevas tecnologías energéticas limpias, un campo que se cree crecerá con fuerza durante la próxima década. Por eso, es vital asegurar que la brecha entre demanda y oferta de talento no se haga demasiado grande.
En este sentido, la agencia considera que es clave reciclar a los trabajadores del carbón y otros combustibles fósiles. Son personas con muchas de las habilidades y la experiencia necesarias para desempeñar tareas en el sector de la energía limpia. Hoy en día, las energías fósiles dan empleo a casi 32 millones de personas. Algunas empresas están transfiriendo a parte de sus trabajadores a unidades y proyectos más limpios, pero otras están optando por el despido. Los países y las organizaciones deben velar por que la transición energética sea también una transición justa con el empleo y los trabajadores.
Un futuro optimista de empleo verde
La agencia internacional también deja espacio en su informe para analizar los escenarios del futuro cercano. Sus cálculos sirven para estimar que entre 2019 y 2021 el número de empleos en el sector energético aumentó en 1,3 millones y que en 2022 crecerá otro 6 % adicional. Los trabajos relacionados con las fuentes de energía limpia representan casi todo el crecimiento del empleo en el sector. En todos los escenarios que se manejan, el trabajo seguirá creciendo con fuerza dentro de las energías limpias y compensará la disminución del mismo en los combustibles fósiles.
Eso sí, la agencia vuelve a insistir en que, aunque los puestos de trabajo cambien de ‘lado’, será fundamental asegurar que los empleados no se queden por el camino, tengan oportunidades de reciclarse y pongan sus habilidades y su experiencia al servicio de las energías limpias. Esto último es esencial para asegurar el apoyo social a la transición energética y un futuro justo para todos los trabajadores del mundo.
Por Juan F. Samaniego
Imágenes | Unsplash/Bill Mead, Justin Lim, Dominik Vanyi