A la gente le encanta sentirse parte de algo: una empresa, una comunidad, la sociedad. Les gusta opinar pero también escuchar a las personas que saben motivar, empujar a actuar de forma activa, convencida, positiva. En particular, la comunicación interna puede ser un arma poderosa de compromiso. Los empleados de una organización deberían actuar porque están inspirados por las palabras de sus superiores y no por imposición. Pero ¿cómo pueden los líderes y gerentes ser una fuente de inspiración a través del arte de la comunicación? [hde_related]
Un mensaje claro es esencial. Quizá no sea suficiente para empujar a la acción pero es la condición sine qua non. De hecho, los llamados mensajes ejecutivos, es decir, dirigidos a realizar acciones, según una investigación de Gartner, empujan en promedio solo al 53 % de los miembros de una audiencia a hacer algo positivo con la información proporcionada.
Afortunadamente, el mismo estudio también revela formas sencillas de empujar a la acción. Optimizando el contexto en el que los ejecutivos transmiten su mensaje, la temática y la técnica de transmisión se puede aumentar el porcentaje de audiencia que acabará actuando en un rango de entre 30 y 65 puntos porcentuales.
Ya sea que se esté hablando con los empleados en una convención de la empresa o con una audiencia de clientes potenciales en una conferencia, existen técnicas de comunicación que ayudan a los líderes a obtener los resultados deseados.
Comunicación efectiva: cuatro consejos
He aquí cuatro pautas a tener en cuenta para una comunicación efectiva.
- Los miembros de una audiencia quieren interactuar directamente con los oradores. Además, prefieren mensajes que estén estructurados de manera formal y emocional en lugar de mensajes impersonales. Esto significa que la comunicación no debe ser unilateral, desde arriba. El buen gerente sabe que compartir méritos y resultados con su equipo hace que todos se sientan involucrados. Y así, indirectamente, favorece que todo el mundo quiera hacer más.
- Proporcionar más perspectivas siempre es la carta ganadora. La audiencia quiere escuchar más oradores, que aporten perspectivas y puntos de vista auténticos de las diferentes partes interesadas, como empleados y clientes. Durante un evento corporativo, por ejemplo, la presencia de un caso de estudio concreto podrá transmitir los conceptos clave mejor que una simple discusión teórica.
- El porqué es más importante que el qué. Los miembros de una audiencia se activan cuando el mensaje ejecutivo explica por qué se toma una determinada decisión, y no solo cuál es la decisión. Motivar las elecciones realizadas y hacer que las personas se sientan involucradas es un enfoque excelente.
- Los eventos en vivo, como reuniones multidepartamentales, convenciones y lluvias de ideas, producen el nivel más alto de participación en la audiencia. En cambio, los mensajes transmitidos por correo electrónico producen las tasas de respuesta más bajas. Lo que refleja que la comunicación escrita, aunque puede ser más completa y articulada, es superada por la comunicación oral. Incluso, o especialmente, tras la pandemia. La comunicación oral, de hecho, también incluye el lenguaje no verbal, la postura, los gestos, la interpretación. Esto no quiere decir que enviar una newsletter de empresa o un email personal del jefe de equipo sea incorrecto o necesariamente ineficaz. El tono, el contenido, la relación que se ha ido estableciendo a lo largo del tiempo hacen mucho.
Un caso de uso de comunicación que impulsa la acción
Existe una serie de preguntas que hay que plantearse cuando se quiere implicar al público en una actividad sin ordenarlo o pedirlo de forma demasiado explícita.
Tomemos un ejemplo práctico. Para el lanzamiento de un nuevo producto que se está probando, es necesario reunir a tantos empleados como sea posible para compartir las noticias del lanzamiento en sus redes sociales.
¿Será suficiente una simple newsletter preestablecida e impersonal enviada por la cuenta de Mailchimp de la empresa, invitando a promocionar el nuevo producto? Lo más probable es que no, tal comunicación probablemente será ignorada. O, como mucho, empujará a contribuir a la causa solo a las personas más corporativas .
Por el contrario, una serie de acciones que acompañen el lanzamiento, involucrando a los empleados, podrían conducir al éxito de la iniciativa. En primer lugar, una reunión para comunicar las novedades del nuevo producto a todos los departamentos. Así no se crearán vacíos de información entre las distintas funciones de la empresa.
Deben participar todos los niveles, desde los gerentes a los de producción. De esta forma se podrá generar una historia coral que pasará de persona a persona. Luego se puede pedir a todo el mundo que pruebe el producto para recopilar sus feedback. De hecho, mostrar interés en sus opiniones, empuja a las personas a poner más atención y compromiso.
Finalmente, el día del lanzamiento, sin duda se puede enviar una newsletter para recordar a todo el mundo que contribuya. Y pedirles que hagan tanta publicidad como sea posible sobre el tema. Pero entonces ya se estará hablando con personas conscientes, motivadas e inducidas a actuar mediante una comunicación oral previa efectiva. Y esto también hará que el email resulte más útil.
Por Alberto Barbieri
Imágenes I Kane Reinholdtsen/Unsplash, Natasha Hall/Unsplash, Priscilla Du Preez/Unsplash