Probablemente nunca te has parado a pensarlo, pero nuestras raíces y nuestro origen son fundamentales para constituir nuestro sentido de pertenencia. Todos deseamos alguna vez pertenecer a algún lugar en concreto, podemos llegar a buscarlo sin descanso, cuando es tan simple como pensar en nuestra tierra, el lugar en el que nacimos.
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Lo que seguramente nunca te has parado a pensar, es que del sentido de pertenencia puedes ser capaz de crear tu propia marca, tu propio negocio. Es aquí donde nace Unamihina, un proyecto enfocado en acercar al mundo una tierra tan hermosa como Extremadura. Y te preguntarás: ¿cómo han conseguido algo tan importante e interesante? Descúbrelo en la entrevista que hemos podido realizar al equipo fundador de la marca.
Entrevista a Unamihina: fundamentar tu negocio en tus orígenes
- ¿Cómo y cuándo nace Unamihina? ¿Recordáis cómo fueron los comienzos?
Unamihina nace en la primera encerrona pandémica, aunque se gestaba de forma inconsciente años atrás. Aquella encerrona nos hizo parar en seco la rutina laboral y todos esos sentimientos casi ‘extremeñocentristas’ tuvieron espacio para aflorar en una idea difusa, pero que no nos dejó dormir.
Por entonces, no teníamos claro el cómo pero sí el qué: transmitir un mensaje actual de lo que significaba para nosotras Extremadura. Una herramienta que nos permitiera difundir los valores de nuestra cultura y que, de alguna forma, materializase aquel imaginario colectivo de ‘lo nuestro’. Acotar este ambicioso propósito fue complicado, pero tras numerosas videollamadas entre la Siberia extremeña y Barcelona, conseguimos aterrizar el proyecto.
- ¿Qué significa Unamihina y por qué es el nombre de vuestra empresa?
‘Unamihina: dícese de un poco de algo, una miaja, pero aún más pequeño, aderezado por un diminutivo de cariño extremeño’. El diminutivo -ino, -ina es un rasgo de nuestra forma de hablar, un hecho simple que podemos extrapolar a todos aquellos rasgos diferenciadores de la identidad colectiva extremeña, y que, por tanto, conforman los lazos de la pertenencia grupal de la región.
Para decirlo fácil, ese ‘no sé qué, que qué sé yo’ que nos hace sentir en casa. En la búsqueda de una palabra que sintiéramos muy nuestra, cada una de nosotras (somos 3) hizo una lista y propuso varios nombres hasta que una pronunció: una mijina. No hubo duda, unamihina aunaba la belleza cotidiana de nuestra forma de hablar, ligándose a la vez con la necesidad de sintetizar, de acotar los límites del proyecto. Necesitábamos transmitir un mensaje breve y conciso, que destacara dentro de la sobreinformación de las redes, y como Extremadura es más que bellotas, decidimos contar sólo unamihina.
Ya teníamos el nombre, ahora sólo nos faltaba saber: ¿qué era unamihina?, pues bien, lo curioso es que empezamos sin tenerlo claro y a día de hoy todavía nos preguntan: ‘pero ¿qué es lo que hacéis?’, ‘¿es una tienda?, pues no se ve lo que vendéis…’ y es que lo que se ve, son únicamente las herramientas a través de las cuales transmitimos esa idea, lo reconocemos, un poco romántica de nuestras raíces.
- ¿Qué es lo que más caracteriza a vuestra marca?
Hacer una marca con productos exclusivamente extremeñals podría considerarse una particularidad en sí misma. Cuando alguien hace un regalo para presumir de su tierra es habitual recurrir a productos de la gastronomía, pero es más complicado conseguir un objeto que cuente algo más acerca de las bondades de nuestra cultura. (Y que conste que nos encanta el jamón, no va por ahí).
Además de eso, lo que más podría caracterizar a la marca es el hilo conductor, la historia por la cual se materializa cada producto. El proceso creativo parte de la exploración de una temática, una búsqueda de lo esencial –esencia- y, por último, de cuestiones estéticas en coherencia con lo anterior.
- ¿De qué forma está plasmada el alma extremeña en vuestros productos?
Quizás podríamos decir que el alma la pone quien interpreta el producto. A alguien que no conoce la letra de una jota o un dicho popular extremeño, le es difícil encontrar ‘el alma’ al leer unas simples letras estampadas en una camiseta. Sin embargo, la percepción cambia cuando esas palabras evocan a lo que definíamos antes como identitario.
Ponemos un ejemplo, la camiseta ‘extremeñals’ que define a los mocitxs que valoran la belleza de sus raíces, aquellos que cuando tienen que marchar cuentan los días para volver a ver las dehesas. Bien, aquí nos pasamos con las gotitas de drama (aunque no es pa’ menos), pero el mensaje ponía en palabras un sentimiento común donde muchos migrantes se veían identificados. En este caso, aprovechamos para introducir que no todo iba a ser bonito, y que parte de hablar de Extremadura y su ‘alma’, es también hablar de problemas o carencias de nuestro escenario social y nuestros productos así lo tratan de expresar.
- ¿Nos contáis vuestro proceso de producción ‘Made in Spain’?
Intentamos que nuestros procesos de producción se desarrollen en Extremadura y que nuestros proveedores formen parte del proyecto, involucrándose como difícilmente podría hacerlo un ‘forasteru’, con los objetivos de la marca.
Poco a poco vamos encontrando profesionales que tienen pequeños talleres en pueblos cercanos,lo que conlleva grandes ventajas en proceso de logística (te lo acerco en un momento que no me cuesta ná), previsualización del producto final, confianza y compromiso en el proyecto. Producir en Extremadura tiene coherencia con nuestro propósito, nos encanta decir ‘estas sudaderas nos las bordan en Cabeza del Buey’ o ‘las camisetas nos las serigrafían en Fuenlabrada de los Montes’.
Como dato curioso, en el caso de nuestras velas, un producto que fabricamos fuera de casa para el que nuestros colaboradores acudieron a un taller artesanal en Madrid. La sorpresa fue que al contarle al maestro cerero de hacer una vela de ‘brisa extremeña’, supo que era para unamihina, ya que su pareja nació en Valdecaballeros (La Siberia) y tenía algunos de nuestros productos. Como imaginaréis, la logística también se nos ha facilitado mucho en este caso, y las velas se ejecutan con especial cuidado, ¿casualidad?
- ¿Cómo es vuestra comunidad de ‘Extremeñals’?
Decimos que el término ‘extremeñals’ engloba a quienes aprecian las raíces culturales de nuestra región, aquellas que, entre otras cosas, constituyen el folklore del que han formado parte desde su infancia, y que participan en la tarea de no dejar que se pierdan en la memoria tras el paso generacional. Es por ello que muchos se identifican con nuestros productos, y eligen llevarlos como reivindicación de la permanencia de aquellos elementos en el presente.
Es cierto que a priori nuestro propósito fue llegar a los más jóvenes (de ahí el uso de las herramientas digitales mencionadas), pues las generaciones anteriores, en general, son más conscientes del legado al haber vivido en primera persona las tradiciones populares más arraigadas de nuestra cultura. Podríamos decir que, aunque estas generaciones no sean ‘unamihina millenials’ son las encargadas de transmitirnos esa esencia inmaterial, manteniendo, por ejemplo, el uso de palabras o costumbres en peligro de extinción que hoy tanto nos inspiran.
- ¿De qué forma ha beneficiado el uso de las redes sociales a la promoción de Unamhina?
Como hemos relatado anteriormente, teníamos claro que Instagram era el mejor medio de difusión del proyecto. Esta era la herramienta idónea para divulgar nuestros mensajes ya que nos permite interaccionar con los usuarios de la plataforma, que es uno de nuestros principales objetivos, crear comunidad. Al ser una plataforma digital dirigida a un público joven, la información debía ser breve, concisa y con imágenes que llamen su atención. Es por ello que nos venía como anillo al dedo nuestro nombre, ya que sólo podemos contar ‘unamihina’, breves pinceladas de historia y cultura seleccionadas cuidadosamente, suficientes para incitar a descubrir más de ese lugar o tradición.
También ha ayudado bastante que la gente comparta nuestras publicaciones con sus conocidos y nos mencionen cuando lucen nuestros productos por toda Extremadura. Es una especie de ‘boca a boca’ digital que consigue que la comunidad se interese por nuestro perfil de forma más visual y directa.
- ¿Cuál es la mayor alegría que os ha dado vuestro proyecto?
Al comienzo fue increíble ver la acogida que tuvo el ‘lanzamiento’ de las primeras publicaciones, había gente que se tomaba el tiempo de escribirnos mensajes de agradecimiento por mostrar una visión de Extremadura con la que realmente se sentían identificados. Este primer feedback fue crucial porque nos reforzó el potencial que intuíamos que tenía el proyecto y nos empujó hacia adelante.
Creemos que lo más bonito ha sido el descubrimiento de esas conexiones interpersonales que poco a poco van fortaleciendo una comunidad de ‘extremeñals’ más consciente. Las alegrías cotidianas, no menos importantes, nos las llevamos cuando alguna amiga que vive lejos nos manda una foto de alguien por la calle llevando alguno de nuestros productos.
- ¿Una ventaja y una desventaja de emprender?
La gran ventaja de emprender es la posibilidad de crear un proyecto a tu medida, capaz de reunir aquellas materias que te interesan. Unamihina se nutre de campos como el folklore, la historia o el diseño, entre otros ingredientes que sin duda nos hacen disfrutar del tiempo invertido casi como si no fuera un trabajo.
Esto último podría ligarse directamente a la desventaja, ya que, al fundamentarse en aspectos personales en nuestro caso, no es difícil analizar la rentabilidad de los procesos. No solemos medir el tiempo invertido en la creación de un producto o publicación, y a veces, la balanza no es favorable. Además de la incertidumbre que se genera en torno al futuro de la marca, por lo que optamos por abarcar metas dentro de nuestra seguridad y posibilidades en cada momento.
- ¿Qué consejo le daríais a futuros emprendedores?
Para nosotras, un consejo esencial es intentar no comparar los resultados propios con los de empresas más consolidadas, pues al comparar tendemos a ver el objetivo más lejano y la ilusión peligra. Por eso aconsejamos aferrarse a esa ilusión de partida para ser perseverante. Creer en tu proyecto es, en muchas ocasiones, más importante que partir de una inversión económica importante.
Como curiosidad, nosotras mantuvimos en secreto el proyecto en sus inicios. El perfil de Instagram surgió de forma anónima sin ninguna persona asociada visible, e incluso empezamos a vender productos sin que nuestros seguidores nos conocieran personalmente (incluso a nuestra familia y amigos). Confiábamos en nuestras ideas y queríamos que se fueran consolidando poco a poco antes de darnos a conocer.
Sin duda la historia de creación de Unamihina es inspiradora y nos ayuda a creer en el poder de nuestras raíces para crear nuestra marca y conectar con las personas. Acercarles unamihina de nuestra tierra y que intenten sentir, al menos, una pequeña brisa del amor y orgullo que sentimos por ella.
Este tipo de proyectos que van más allá de crear un producto que se pueda comprar, marcan la diferencia, se nota que detrás de todo hay almas perdidamente enamoradas de quienes son.
Por Érika Blázquez
Imágenes | Fotos de Unamihina