¿Sabes qué es el sujeto pasivo? Si tienes una empresa o eres autónomo, seguro que has escuchado en más de una ocasión este concepto.
En esta ocasión, nos interesa su relación con el pago de impuestos tales como el IVA o el IRPF.
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En materia de tributos, es completamente normal que te llegues a sentir perdido. Son muchos los impuestos a los que tienes que hacer frente en cada ejercicio y tú, como líder de tu negocio, tienes que estar al día de cada pago. Entender a la perfección la teoría para poder ponerla en práctica.
Por ello, para hacer tu trabajo algo más sencillo, no solo te vamos a explicar qué es el sujeto pasivo; sino también su relación con la liquidación de dos impuestos muy importantes: el IVA y el IRPF.
Sin olvidar todos los detalles sobre la inversión del sujeto pasivo y los modelos a presentar en las administraciones públicas.
¿Qué es ser un sujeto pasivo?
Primero, tendremos que saber qué se entiende por sujeto en el ámbito jurídico y aprender que es cualquier persona o entidad, con personalidad propia, afectada por una relación jurídica.
Ahora bien: ¿Qué es el sujeto pasivo? En este caso es una persona, ya sea física o jurídica, que tiene la obligación de pagar un tributo o impuesto. ¿Cuáles? Los que indica la ley en función del tipo de empresa, sector y demás.
Además, tenemos que distinguir entre dos tipos en el mundo empresarial:
- El contribuyente, cuando el impuesto lo paga la misma persona que ha realizado el hecho imponible.
- Sujeto pasivo como sustituto fijado por la ley. Desde ese momento se hará cargo de los impuestos en lugar del contribuyente.
Aunque, en ocasiones, ambas figuras son la misma persona, no siempre es así. La clave está en que:
El sujeto pasivo está obligado a la presentación VS. El contribuyente a soportar el impuesto |
Por ejemplo, cuando presentas tu Declaración de la Renta, te conviertes en contribuyente y sujeto pasivo al mismo tiempo. El impuesto recae sobre ti y eres tú el que lo presenta y paga.
Pero con este segundo ejemplo vas a entender cuando son figuras distintas. Nos ponemos en el caso de un trabajador que cobra su nómina. Su sueldo está grabado con una retención del IRPF.
Aunque lo pagas con tu dinero, es la empresa la que ingresa en Hacienda esas retenciones y; por eso, el trabajador es el contribuyente y la empresa el sujeto pasivo.
Modelos en los que se usa el sujeto pasivo
Al hacer frente al pago de nuestros impuestos u otras actividades, en ocasiones, tenemos que rellenar y presentar un documento o modelo oficial.
Por eso, es muy importante saber exactamente qué número de modelo o tipo corresponde a cada trámite. El sujeto pasivo tendrá que presentar los siguientes modelos:
- Modelo 036: Para comunicar su alta. Solo después de presentar esta comunicación, tu negocio podrá iniciar sus operaciones comerciales.
- Modelo 303: Para la autoliquidación del IVA. Tiene que presentarlo cada tres meses. Por lo que te aconsejamos que organices bien todas tus facturas. Algo mucho más sencillo desde la incorporación de los sistemas de factura electrónica en las empresas.
- Modelo 390 de Resumen Anual: Se entrega todos los años, al cierre contable de cada uno de los ejercicios.
¿Qué es el sujeto pasivo en el IVA?
Pongamos un ejemplo, que es la mejor forma de entender las cosas y como hemos dicho que el esta figura se corresponde con el encargado de pagar un tributo, vamos a hablar directamente de su relación con el Impuesto sobre el Valor Añadido.
Se dice que se es sujeto pasivo del IVA en el momento en el que las personas físicas o jurídicas tienen que hacer frente a este impuesto, porque su negocio ofrece productos o servicios.
Por ejemplo, tu negocio se dedica a la fabricación de sistemas de aire acondicionado. Para poder hacer frente a tu producción, tendrás que comprar todos los materiales necesarios para su construcción.
La compra de esos productos supondrá pagar el precio de mercado de los mismos más un añadido: el IVA. En este caso, un 21% más sobre el precio original. Si comprases materias primas de alimentos, por ejemplo harina, pagarías el 4%, cifra que se aplica sobre los considerados “alimentos de primera necesidad”.
Pero volviendo a nuestro ejemplo inicial, al pagar ese 21%, estás liquidando un impuesto y te conviertes en sujeto pasivo del IVA.
¿Qué es la inversión del sujeto pasivo?
Como empresario o autónomo, a la hora de prestar tus servicios o vender tus productos, tienes que emitir facturas con IVA, que recae sobre el cliente.
Esta es la regla general, pero se puede producir una inversión del sujeto pasivo cuando es un empresario profesional el que emite la factura y también lo es el que la recibe. No puede ser un cliente o consumidor final.
¿Y en el IRPF?
De la misma forma que con el IVA, existe un sujeto pasivo del IRPF, que es la persona que lo asume y quién debe pagar dicho tributo.
Recordemos que el IRPF es un impuesto ligado a todas las personas físicas que residan en España (por haber vivido más de 183 días en el país) y además tengan una renta.
Ahora que ya sabes sobre qué es el sujeto pasivo y como afecta a los trámites de tu negocio, esperamos que todo te parezca un poco más sencillo.
