Está comprobado que los empleados motivados son mucho más productivos que los que no lo están. Un trabajador está feliz aprovecha mucho más el tiempo y alcanza objetivos con más facilidad, ya que se esfuerza sin sentir que es una carga de trabajo. Además, se sienten comprometidos con la compañía.
La motivación de los empleados es también un buen conservador del talento interno de la empresa. Las compañías utilizan diversas técnicas de coaching para conseguir motivar a los trabajadores.
1. La dinámica de las preguntas
La denominada como “preguntas poderosas” es una de las técnicas que más se usan a la hora de motivar a los equipos de trabajo. Analizan las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que tiene, tanto el equipo, como de forma individual; de forma que se ensalzan los valores positivos y se intentan minimizar los negativos.
Se intercalan preguntas abiertas y cerradas, preguntas que ayudan a definir objetivos personales y de equipo, que refuerzan los puntos positivos de cada individuo, que apuestan por las posibilidades de cada persona, que invitan a cambiar de perspectiva, etc.
Estas preguntas son claves en el desarrollo de los coaches, que de esta forma, apoyan el crecimiento profesional del equipo.
2. La dinámica de las cualidades
Se trata de otra de las mecánicas más utilizadas para motivar a los equipos de profesionales. Consiste en la reunión de todos los miembros del equipo y que cada uno exponga tres atributos buenos de cada compañero, así como tres aspectos a mejorar. Se hace siempre desde una perspectiva positiva. Esto pretende mejorar el clima laboral y que se afiance la relación entre compañeros de trabajo.
3. La dinámica de grupo
En esta dinámica, todos los asistentes presentan sus ideas y debaten sobre un tema, que se les ha entregado previamente y se lo han preparado. En este tipo de actividades suelen surgir ideas muy positivas, que se podrán implantar en el equipo o en la empresa, en general. También, es normal que se marquen los roles de forma natural y de esta manera, es posible conocer las aptitudes de cada empleado y potenciarlas.
Marta Gámez