Demium Startups es una incubadora de negocios en internet. En esta empresa crean startups desde cero, cuando no existe la idea ni tampoco el equipo. Para ello, identifican ideas de negocio basadas en modelos de éxito en otros países y tendencias de mercado y las ponen a disposición de emprendedores motivados y con talento que quieran desarrollarlas siguiendo una metodología ágil propia con base Lean Startup. Han comprobado que un ambiente de trabajo proactivo es la clave para la motivación del mejor talento emprendedor.
Hemos podido hablar con Julio Braceli, director de Recursos Humanos de Demium Startups, y nos cuenta por qué su empresa es la más feliz del mundo.
1. ¿Qué o quién os inspiró para montar vuestra propia empresa? ¿De dónde viene ese primer impulso?
Demium nace de la experiencia como emprendedor de Jorge Dobón, que después de crear con apenas 20 años su primera empresa, tuvo que vivir un cierre prematuro que le dejó muchos aprendizajes. Jorge Dobón arrancó Demium en Valencia, aventura a la que se sumó Ismael Teijón en una fase muy inicial con la idea de crear juntos una estructura que ayudase al emprendedor con los recursos, herramientas y aprendizajes que evitasen el cierre prematuro de una empresa. Lo que querían era crear una plataforma que facilitase el camino al emprendedor, que evitase cometer los errores más habituales y que acelerase el proceso para salir al mercado y conseguir inversión y tracción con sus proyectos.
2. ¿Cómo fueron los inicios? ¿Con qué sorpresas os encontrasteis?
Jorge acababa de cerrar su primera empresa y no tenía excesiva experiencia, tuvo que reinventarse y aprender por el camino, convenciendo a inversores para que le apoyaran en su idea de montar una incubadora de empresas tecnológicas. Está claro que esto era una tarea muy compleja, pero Jorge tiene una capacidad de convicción excepcional y es incansable.
Al final Jorge encontró apoyo en Paco Gimeno, un chico de Valencia que se estaba abriendo camino como inversor de startups, fue el primer inversor que decidió apostar por aquella locura. Poco después se sumó a la aventura Aitor Sancho, un inversor autodidacta valenciano que, a sus 25 años, estaba consiguiendo unos ratios de rentabilidad en bolsa superiores a los de muchos grupos de inversión de referencia. Aitor y Paco se convirtieron en la gasolina que necesitaba el proyecto.
3. Sin duda sois un proyecto diferente… Cuéntanos, ¿dónde está realmente vuestra diferencia, lo que realmente os caracteriza?
La clave donde radica el éxito de Demium Startups son las personas. Nosotros no ponemos tanto el foco en si hay buenas o malas ideas, si no en la forma de ejecutar cuando descubrimos una oportunidad de negocio. Nuestro core se centra en desarrollar a nuestra gente a través de formaciones, one to one, y toda una metodología centrada en construir empresas que sean solidas e invertibles, pero especialmente, que estén cimentadas sobre personas excepcionales, capaces el día de mañana de liderar a otros.
No somos una churrera de empresas, somos una empresa de personas. El talento es lo diferencial en nuestro modelo, no buscamos emprendedores, si no personas que sean capaces además de emprender, de llevar sus áreas de responsabilidad a otro nivel, inspirando y desarrollando a otros.
Nuestra mejor estrategia de marketing es nuestra gente, ellos “evangelizan” sobre lo que significa ser de la familia Demium y nuestra manera de crear empresas. Ellos son nuestra marca y nos hacen mejores mientras aprenden construyendo sus empresas.
4. ¿Hubo gente a vuestro alrededor que pensó que era una locura?
Hace cuatro años decían que estábamos locos cuando decíamos que íbamos a montar una incubadora para que cualquier emprendedor con talento pudiera crear una startup aunque no tuviera una idea de negocio ni un equipo de trabajo. Hoy pocos nos discuten. En los casi cuatro años de vida de Demium Startups han pasado por la incubadora más de 600 emprendedores, de los que 150 se han convertido en socios fundadores de alguna de las 34 startups que se han lanzado al mercado.
5. ¿Cuáles son los ingredientes para construir, como vosotros, la empresa “más feliz del mundo”?
Lo principal es tener la voluntad real de que tu gente sea lo primero. En Demium, nuestra alma es nuestra gente, y siempre tuvimos la convicción de que seremos el reflejo del grado de ambición que tenga nuestro equipo. Esto que aparentemente lo dicen todas las empresas, y lo escriben por las paredes de las oficinas, nosotros nos propusimos reflejarlo con cosas concretas, medidas que de verdad mejoren la vida de las personas que se deciden a trabajar con nosotros. Me gusta mucho la frase de “cuida a tu gente, y tu gente cuidará de tu negocio”. Si alguien nos da 8 horas de 24 al día, que menos que hacer que esas 8h trasciendan de algún modo y mejoren su vida.
Por otra parte, algo diferencial ha sido la capacidad de construir juntos el proyecto. No tenemos a nadie simplemente ejecutando tareas en Demium, sin pensar, si no que, cada rol esta diseñado para que cada persona sea capaz de flexibilizarlo y mejorarlo con sus propias propuestas. Cada uno se propone la superación de sus límites, sus improductividades, sus limitaciones, aprovechando al máximo la capacidad colectiva.
El objetivo es contratar a gente tan buena que no necesite un manager, si no que su propia ambición, responsabilidad y talento le hagan, una vez que entiende nuestra Misión, llevar su área de responsabilidad al máximo nivel.
6. ¿Qué medida flexible ha sido más difícil de implementar?
Pues fíjate, que a priori tenemos medidas muy disruptivas que se han generado poco a poco de manera natural como los horarios flexibles, la desconexión digital obligatoria, la política retributiva transparente o las vacaciones a la carta, sin embargo, por nuestro grado de búsqueda de la excelencia, creo que la más compleja está siendo el “fearless feedback”. Estamos creando una cultura donde cualquier persona de la empresa, sin importar rangos o posiciones, pueda y deba dar un feedback concreto, constructivo, positivo o negativo, a cualquier persona de la empresa.
Esto generará una especia de “paranoia positiva” de mejora continua y eso cuesta, es un caldo que se cocina a fuego lento, porque especialmente en España nos cuesta mucho reconocer el buen trabajo del compañero, no porque seamos más ególatras, si no porque no nos educamos en observar lo que se hace bien a nuestro alrededor y argumentarlo con objetividad felicitando a un compañero. El impacto de un halago real y argumentado a un compañero no es sólo motivacional, si no que aumenta su productividad en más de 25% según los estudios.
Nosotros somos una convencidos de que el poder del reconocimiento espontáneo es excepcional, y además te legitima para poder transmitir ejes de mejora a tu compañero el día de mañana, con el mismo grado de objetividad. Esto se tiene que entrenar, no todo el mundo da bien el feedback, y sobre todo no todo el mundo lo recibe de una forma abierta. Nos cuesta.
7. El empleado necesita un cambio de pensamiento, actitud, etc. para enfrentarse a esta nueva forma de trabajar, ¿creéis que estamos preparados?
Creo que tenemos la responsabilidad de construir los trabajos con los que soñamos, quizá unos sectores son más fáciles de transformar que otros, pero en general hay modelos que están obsoletos. El “presencialismo” (valorar mi motivación y rendimiento en el trabajo por el número de horas que paso en él) por ejemplo es del siglo pasado.
Cada vez más los trabajos serán por proyectos y las personas trabajarán igual que interactúan con el teléfono. Antes era imposible pensar en mandar más de un sms de pago hablando con alguien, no se te ocurría establecer dos comunicaciones por sms a la vez con personas diferentes, pero llego whatsapp y cambió las reglas y de repente comunicamos diferente, con grupos, con individuos y todos a la vez. Con el trabajo pasa algo parecido, debemos cambiar y cuestionar los estereotipos, muchas cosas que siempre fueron así y que nadie cuestiona, se pueden cambiar con pequeñas medidas que son low cost la mayoría de ellas, y que tienen a la persona en el centro de las mismas.
En Demium cuando propusimos que todo el equipo sea el formador de todo el equipo nos cargamos las jerarquías pero sin quererlo establecimos una medida para aprovechar al máximo la inteligencia colectiva. No me imagino en grandes empresas al CEO escuchando una formación de un becario, pero en Demium nos enorgullece hacerlo y aprovechar el expertise de toda nuestra gente. Aprendemos y a la vez, ponemos al colaborador en valor.
8. ¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que os ha reportado vuestra empresa?
La confianza de los emprendedores de construir sus empresas con nosotros es impagable. Se crea una relación muy especial, porque empezamos siendo desconocidos, luego somos como sus profes durante el programa de incubación, luego sus consejeros de confianza, finalmente somos socios y por el camino casi nos hemos convertido en parte de su familia.
Echar la vista atrás y ver que más de 600 emprendedores han pasado por nuestras distintas sedes y que más de 3000 han aplicado en los últimos dos años, te da la satisfacción de ver que estamos en la buena dirección. Nosotros estamos construyendo Demium con una Misión clara: queremos crear empresas de éxito que transformen la sociedad, consiguiendo por el camino despertar conciencia emprendedora.
9. ¿Qué piensa la gente cuando presentas el modelo de negocio de tu empresa? Sin jerarquías, vacaciones abiertas, sueldos 100% transparentes…
Primero produce risas y piensan que estoy de coña, especialmente cuando lo cuento a los amigos de mi círculo cercano de toda la vida. Luego cuando lo cuento en las clases que doy en INEDE (escuela de negocios de la Universidad Católica) despierto mucha expectación y curiosidad, luego ven que no hemos hecho nada especial, si no que aplicamos medidas muy sencillas, que podría poner en marcha cualquier empresa con una voluntad real de modernizarse en la gestión de personas y los alumnos futuros profesionales de RRHH salen con ganas de cambiar sus entornos de trabajo.
Cuando charlo con colegas de otras empresas o startups me preguntan por dudas concretas de ejecución, por ejemplo sobre la gestión de la información salarial, la política de desarrollo de la empresa, la organización horaria autónoma, etc. A mi me encanta compartir buenas prácticas y siempre aprendo cosas simplemente intercambiando opiniones con compañeros sujetos a estructuras muy diferentes.
10. ¿Qué relevancia ha tenido para vosotros el uso de redes sociales a la hora de dar a conocer Demium Startups?
Como te digo nuestra primera estrategia de marketing son nuestros emprendedores. Somos una pequeña familia de más de 600 emprendedores que pasaron por Demium, y que han generado una inteligencia colectiva potente a la vez que consolidaban nuestra marca usando sus redes sociales personales.
Por otra partes las RRSS son esenciales para nosotros, porque las entendemos como un canal de comunicación que nos permite “hipersegmentar” el usuario al que le queremos lanzar según que mensajes. Además nos permite medir todo lo que hacemos y mejorarlo de forma continua. Las RRSS se crearon con dos premisas básicas, compartir contenido y consumirlo, y bajo estas premisas las utilizamos para abrirnos al ecosistema y que nos conozcan por dentro, por ejemplo a través de sesiones de Facebook Live donde respondemos preguntas a tiempo real sin tabúes, o artículos como el que escribí “destripando” nuestra cultura corporativa y que tanta repercusión ha tenido.
Pensamos que estamos en la era de compartir y que no tienen ya sentido las grandes estructuras cerradas, con blindajes obsoletos a la información que de forma natural puede generar tu propia plantilla.
11. Una ventaja y una desventaja de ser emprendedor
Una ventaja: Está todo por hacer.
Una desventaja: Lo tienes que hacer tú, arremángate.
12. ¿Cómo veis el futuro? ¿Creéis que será posible que vuestro proyecto sea un modelo a seguir e implantar esa nueva cultura corporativa?
Creo que el cambio es más lento de lo que nos gustaría ver. Sigue habiendo miedos y burocracias especialmente en los grandes “corporates” donde los cambios son más complejos. El otro día entrevistaba a una top manager de una de las empresas de telecomunicaciones más importante de España y me decía que la frase que más escucha al día es “esto viene de arriba” o “esto siempre se ha hecho así”.
Las personas en posiciones estratégicas de RR.HH tenemos la responsabilidad de cuestionar el status quo y empoderar a nuestros equipos para que construyamos juntos una empresa mejor. Leí hace poco que solo un 10% de las empresas están invirtiendo en tecnología para el desarrollo de su equipo y siguen haciendo performance reviews como en la década del 2000. Esto no sirve cuando nuestra manera de aprender ha cambiado, ahora en las empresas tenemos trabajadores que micro-aprenden con contenidos y lecturas a la carta de no más de 6 minutos con su móvil mientras viajan en metro, sabiendo esto, las empresas siguen haciendo planes de desarrollo de hace 10 años, esto ya no sirve.
Hay dos maneras de entender el cambio, provocarlo o asumirlo cuando es tarde. Nosotros preferimos construir nuestro cambio, y dejar el miedo a equivocarnos de lado.
13. ¿Qué consejos le darías a alguien que quiere montar una empresa?
Que se lo piense bien, porque es un compromiso full-life, no full-time. Que entrene su resiliencia, aprendiendo a levantarse de momentos duros, que desarrolle su capacidad de tomar decisiones fundadas en datos y por último que combine su intuición con su capacidad de interpretar la información de una forma pragmática. Pero lo más importante será que cuide a su gente tanto o más que a su Business Plan, y por supuesto que se venga a Demium si quiere “petarlo” 😉
14. Una frase inspiradora para aquellos que todavía no se atreven a emprender
Una que precisamente aprendí de mi etapa en Apple, y que además me hizo buscar un cambio: “Si no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos” (S. Jobs)
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