A estas alturas ya es bastante conocida la carta que Sundar Pichai, CEO de Google, envió a sus trabajadores después de despedir al empleado que redactó «La caja de resonancia ideológica de Google».
Por fortuna, este tipo de comunicados, más dirigidos a la prensa que a los propios trabajadores, no empañan otras cartas escritas por CEO a sus plantillas. Estas acostumbran a ser más positivas, motivadoras, optimistas y con vista en el futuro y la transformación personal. Repasamos algunas de ellas, empezando por las dirigidas a los futuros trabajadores.
Carta de un CEO a futuros empleados
Casi obligatorio volver a mencionar a Sundar Pichai y la carta enviada a la niña de siete años que pedía trabajo a Google. Y es que la vocación les llega a muchos a edades tempranas. La respuesta de Pichai fue elegante, cercana, motivadora y, teniendo en cuenta la ilusión de su joven destinataria, muy bonita:
«Muchas gracias por tu carta, me alegro de que te gusten las computadoras y los robots, y espero que continúes aprendiendo sobre tecnología. Creo que si sigues trabajando duro y siguiendo tus sueños, puedes lograr todo lo que decidas, desde trabajar en Google hasta nadar en los Juegos Olímpicos. ¡Espero recibir tu solicitud de empleo cuando hayas terminado con la escuela! 🙂
Todo lo mejor para ti y tu familia.»
Una carta similar llevaba la firma de James L. Green, director de la División de ciencia planetaria de la NASA, contestando a un niño de nueve años que quería ser «guardián de la galaxia»:
«Querido Jack. Oígo que eres un «guardián de la galaxia» y te interesa ser un agente de protección planetaria de la NASA. ¡Eso es genial! Nuestro puesto como agente de protección planetaria mola y es un trabajo muy importante. Se trata de proteger la Tierra de microbios cuando traemos muestras de la Luna, asteroides y Marte. También se trata de proteger otros planetas y otras lunas de nuestros microbios, ya que nosotros exploramos de manera responsable el Sistema Solar. Siempre estamos buscando a futuros y brillantes científicos e ingenieros que nos ayuden, así que espero que estudies mucho y tengas éxito en el colegio. ¡Esperamos verte aquí en la NASA alguno de estos días!»
Satya Nadella, carta del CEO de Microsoft a sus empleados
Ocurrió en 2014. Satya Nadella acababa de ser nombrado CEO de Microsoft y eligió presentarse a sus empleados con una misiva. Esta es demasiado larga para reproducirla por completo, pero podemos resaltar algunas líneas como:
– «Es un honor increíble para mí liderar y servir en esta gran, nuestra, compañía»
– «Nos dirigimos a sitios mejores»
– «Necesitamos creer en lo imposible y borrar lo improbable» (frase de Oscar Wilde)
Aunque en general cercana, destaca un apartado de la carta titulada «¿Quién soy?» en la que habla con modestia de sí mismo, bajando a tierra su propia persona:
«¿Quién soy? Tengo 46 años. He estado casado durante 22 años y tengo 3 hijos. Y como cualquier otro, mucho de lo que hago y cómo pienso ha tomado forma por mi familia y las experiencias de mi vida. Muchos de los que me conocen dicen que también me definen mi curiosidad y mi sed de aprender. Compro más libros de los que puedo terminar. Me apunto a más cursos online de los que puedo completar. Fundamentalmente creo que si no estás aprendiendo cosas nuevas, paras de hacer cosas grandes…»
La carta de Jeff Bezos a sus trabajadores (y accionistas)
De vez en cuando, Jeff Bezos, CEO de Amazon, redacta una carta para motivar a su plantilla. En 2017 ha redactado una que empieza con una pregunta: «Jeff, ¿cómo es el Día 2?». El día 2 de una empresa es, para Bezos, el día en que las cosas empiezan a ir mal.
Y por eso recomienda a su plantilla vivir siempre en lo que él llama Día 1: el presente. Siempre en modo alerta, siempre con pensamiento de startup, de innovación, de desarrollo. Bezos teme que la plantilla se duerma en los laureles de la comodidad de una gran empresa, y les pide que estén activos y sean curiosos.
En una serie de reflexiones que la prensa ha terminado por catalogar de filosóficas, y sin duda poco comunes, anima a sus trabajadores a obsesionarse por el cliente, ignorar con alegría los estudios de mercado o copiar al que lo haga mejor, entre otras.
Larry Fink, CEO de BlackRock, quiere volver a las raíces
Algo más sobria y calmada es la carta con la que Laurence D. Fink, CEO de BlackRock, la empresa de gestión de activos más grande del mundo, abrió el año. Aunque destaca que, como la de Bezos, enuncia los problemas al principio.
Larry pone a sus empleados en tensión diciendo que «la arquitectura de seguridad y comercio que ha gobernado las últimas décadas está siendo redefinida, y es probable que se produzca una fragmentación del comercio mundial y de los flujos de capital», pero luego lo arregla hablando sobre cómo atender a cada persona como esa persona espera ser atendida.
Y pone varios ejemplos: «Las necesidades de los inversores en São Paulo difieren de las de Londres, ya que las de Abu Dhabi difieren de las de Hong Kong. La dinámica del mercado es diferente. Las culturas son diferentes. La manera en que la gente ahorra e invierte es diferente»
En su carta habla del compromiso hacia las diferentes comunidades, etnias, culturas y formas de ser. Con foco en la diversidad, la inclusión, de las que destaca que «no pueden ser palabras de moda», sino principios activos dentro de las organizaciones. Y en especial la suya.
Los CEO españoles también escriben cartas, aunque en la mayoría de las ocasiones se dirigen a clientes, inversores, futuros trabajadores y no tanto a empleados de la marca. O si lo hacen es para informar sobre aspectos económicos de la propia empresa. De modo que dejan de lado la motivación y el espíritu coach y de líder (un concepto muy americano) para convertirse en una carta de marketing en la web.
Por Marcos Martínez