¿Eres administrativo, directivo, autónomo…? Dime de qué trabajas y te diré qué deporte practicar

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El cliché dice que los españoles trabajamos poco, que llegamos tarde a las oficinas por la mañana y que paramos largo rato para comer e incluso para hacer la sobremesa. Sin embargo, todos los estudios indican que acabamos haciendo más horas que los empleados de muchos países.

Y es que, según la OCDE, los españoles pasan más tiempo en las oficinas que sus colegas británicos, austriacos, franceses, holandeses y, no digamos, alemanes, que son los que tienen el calendario anual más reducido de todos los países que estudia este organismo. La jornada media anual en España roza las 1.700 horas, mientras que en Alemania no alcanza las 1.400 y en Francia no llega a las 1.500. Son diferencias que suponen muchas jornadas al año.

Sin embargo, trabajar más horas no significa que trabajemos mejor. España suele salir mal parada cuando se analiza la productividad de los empleados, es decir, la capacidad de producir bienes en una fracción de tiempo determinada. Según un estudio del Foro Económico Mundial, sólo estamos por delante de Grecia, Moldavia y Serbia en el entorno europeo. Y a nivel mundial, países como China, Kazajistán o Rusia nos superan ampliamente. Es decir, en España trabajamos muchas horas, pero no las aprovechamos o no tenemos la suficiente cualificación para ser más productivos que nuestros vecinos.

Este desfase hace que los españoles no estén a gusto en el trabajo. Según una encuesta realizada el pasado verano por el fabricante de suelos para oficina Interface, el 60% de los empleados declara que su nivel de bienestar en la oficina es bajo. Es más, la mitad de los españoles afirma empezar la jornada laboral con estrés y agotamiento, y esta cifra aumenta hasta el 70% al finalizar la jornada laboral.

Entre los principales motivos destacan, como es lógico, la duración de la jornada laboral. Y es que ese informe revela que solo 4 de cada 10 españoles trabaja las 8 horas diarias estipuladas por ley, siendo la jornada del 71% de los encuestados de entre 8 y 10 horas.

Para combatir el estrés por la carga de trabajo, los dolores de espalda o la fatiga visual, que son dolencias típicas de mucho personal de oficina, los expertos recomiendan hacer una actividad física. Uno puede hacer cualquier deporte o actividad para despejarse y recuperar buenas sensaciones, pero Gympass, una firma que ofrece a empresas planes de contratación de horas en gimnasios de toda España, defiende que hay un deporte ideal para cada trabajador.

¿A qué deporte me apunto?

Así, el primer grupo que detecta Gympass es de los perfiles administrativos y ejecutivos, es decir, aquellos trabajadores que podemos calificar “de oficina”, y que son los que más acusan dolores de espalda, problemas cervicales, fatiga visual y el llamado “codo de ratón”. Para ellos, lo más idóneo es la natación, un ejercicio que ayuda a relajar y fortalecer los músculos, desentumecer las articulaciones, mejorar la resistencia cardiovascular y facilita el descanso nocturno.

Un segundo grupo es el de los altos directivos y empleados de banca de inversión, consultoría y bolsa, que están sometidos a altos niveles de estrés y fuertes impactos emocionales, así como a horarios frenéticos. La falta de tiempo y la tensión de la toma de decisiones hacen que, según Gympass, el running sea la mejor actividad física para este perfil. Y es que la carrera permite liberar la mente al poder practicarse al aire libre. Hoy son muchos los grandes CEO del mundo de la empresa que ya se han sumado a la fiebre del running e, incluso, se atreven con los maratones.

Los autónomos y pequeños empresarios, que tienen que liderar a sus equipos a la vez que ven crecer sus negocios y luchan contra las adversidades del día a día, suelen acusar cansancio por falta de sueño, dolencias musculares y problemas como las migrañas. Estos perfiles pueden ver en el crossfit a su principal aliado. Esta disciplina deportiva, tan de moda y que consiste en la repetición intensiva de ejercicios naturales como saltar, levantar pesos, hacer sentadillas o trepar, conlleva un aumento de fuerza muscular y resistencia. Además, fortalece el espíritu de equipo.

Aquellos perfiles relacionados con labores de diplomacia, protocolo, organización de eventos o representación comercial, que además suelen estar parte de su tiempo viajando, sufren de hinchazón de piernas, problemas de circulación y retención de líquidos. Actividades como el yoga o el pilates son perfectas para entrenar el cuerpo de cara a las exigencias de este tipo de trabajos, relajar la mente y mejorar la oxigenación y la estabilidad emocional. También son importantes los ejercicios de fuerza que mejoran la circulación.

Los creativos, publicistas y trabajadores del sector del marketing y las relaciones públicas, que siempre van a contrarreloj para cumplir con todos los planes de sus clientes, sufren altos niveles de tensión, dolores musculares y ansiedad. Para ellos, el boxeo, un deporte que también se está poniendo de moda, sobre todo entre los millennials, puede ser indicado. Y es que favorece el control de impulsos, la liberación de endorfinas y fomenta la autoconfianza y el trabajo conjunto de mente-cuerpo.

Por último, los freelances o perfiles comerciales, que tienen que trabajar de forma “solitaria” o hacer malabares entre reunión y reunión, encontrarán en las actividades colectivas como la danza o el baile, una actividad para mejorar su coordinación y flexibilidad corporal, aumentar sus niveles de energía y estimular su convivencia social.

El deporte requiere esfuerzo y disciplina, pero si uno mira la cantidad de gente que hoy hace running en los parques y caminos de todo el mundo, o que acude a los gimnasios para hacer spinning o zumba o a los florecientes centros de crossfit para ejercitar sus músculos, la conclusión es que vale la pena. Una buena sesión física es una de las mejores garantías para acudir a la oficina con una sonrisa.

Por Juan I. Cabrera

Imágenes / iStock

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