La burocracia es la principal enemiga del autónomo, suponiendo un elevado coste de tiempo y dinero.
Si bien no es posible eliminar toda la burocracia, se trata de ir mejorando la normativa para reducirla.
El estudio Doing Bussines 2019, que evalúa la facilidad para hacer negocios de los distintos países, sitúa a España en el lugar 30, justo por detrás de Ruanda, en un ranking que lideran Nueva Zelanda y Singapur. Las principales cargas administrativas y obligaciones que sufren los autónomos son:
1) Recaudación del IVA
El IVA es un impuesto indirecto. Funciona de tal manera que los consumidores pagan a las empresas un porcentaje de los bienes y servicios que adquieren.
Los autónomos, por tanto, son utilizados como recaudadores teniendo que liquidar trimestralmente a hacienda todo lo que se haya ingresado en ese periodo.
2) Declaración de la renta
El pago de impuestos, y en concreto el IRPF, implica usar un sistema que obliga al autónomo a ir reteniendo e ingresando a cuenta durante todo el año. En el ejercicio fiscal se generan muchos trámites y documentos que culminan en la elaboración de la declaración de la renta.
3) Las trimestrales
En enero, abril, octubre y diciembre hay que presentar las distintas declaraciones y modelos que saturan el calendario del contribuyente. Supone uno de los principales suplicios del autónomo, lo que hace casi indispensable contar con un asesor.
4) Los empleados
La gestión de los recursos humanos genera todo tipo de burocracia: nóminas, bajas, liquidaciones, subvenciones y bonificaciones, etcétera. A esto se le suma al control horario que muchos autónomos están obligados a poner en marcha este año para evitar el uso fraudulento de las horas extra.
5) Bancos
Las distintas gestiones con el banco generan un coste a lo largo de la vida de la empresa: pérdida de tiempo en los cajeros, los ingresos de efectivo, las transferencias, etcétera.
La obtención de financiación merece un lugar destacado en la maraña de burocracia, ya que el autónomo debe esperar, en el mejor de los casos, dos o tres semanas para recibir una respuesta de su entidad financiera.
6) Trámites de alta de la empresa
En la apertura de la empresa es la fase en la que más esfuerzos se han hecho para reducir la burocracia. Los Puntos de atención al emprendedor (PAE) facilitan la tramitación telemática, si bien, siempre quedan trámites del alta que no se pueden hacer a través de ellos.
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7) Los vehículos
Los autónomos que tienen vehículos sufren todo lo relacionando con los trámites con tráfico: documentos de compraventas, tasas, multas, tarjetas de transporte e ITV son las principales.
8) Seguros
Donde haya una actividad con riesgo, detrás existe una póliza de seguro. Se pierde mucho tiempo con todos los trámites relacionados con la contratación de la aseguradora, las altas y bajas de contratos y la gestión de los siniestros.
9) Las instituciones públicas
Los autónomos que se relacionan con entidades públicas saben lo que significan las trabas donde tiene especial importancia la Ley de contratos del Sector Público.
10) La facturación del autónomo
Vender es sinónimo de facturar. El día día del autónomo está marcado por la elaboración, entrega y rectificación de facturas.
11) La protección de datos
Los autónomos gestionan muchos datos personales de clientes y proveedores, por lo que emplean mucho tiempo en cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos ya que, si no lo hacen, se arriesgan a recibir severas sanciones.
12) La prevención de riesgos
Es una de las áreas de la empresa que más documentación genera: planes de prevención, evaluación de riesgos, gestión de incidentes, etc. El autónomo empleador, en la mayoría de los casos tienen que acudir empresas especializadas para poder cumplir todos los requerimientos.
13) Licencia de apertura
Los autónomos que tengan un local al público necesitan realizar este trámite en el Ayuntamiento. Las licencias de apertura se pueden convertir en un auténtico cuello de botella, sobre todo para las actividades clasificadas más nocivas, por producir ruidos o humos, tales como restaurantes o bares.
La contratación de un ingeniero, la elaboración del proyecto y la adaptación a la normativa hace que sea uno de los trámites más lentos.
14) Proveedores
Los proveedores marcan el nivel competitivo de una región. Si el autónomo elige mal, será lastrado, incluso, pudiendo abocarlo al fracaso. Problemas con los contratos, retrasos en las entrega o malas calidades son algunos de las principales dificultades.
15) Cierre de la empresa
Lo que no se tiene en cuenta al crear la empresa es lo engorroso de cerrarla. Se trata, como mínimo, de deshacer, todos los pasos y trámites anteriores.
La baja del autónomo, de la licencia de apertura, la cancelación de contratos, más las distintas liquidaciones con proveedores y administraciones para no generar un problema futuro, son algunos de ellos.
Imágenes | iStock.com/Nicola Forenza iStock.com/wichayadasuwanachun y iStock.com/Valeriy_G