Ser parte del cambio medioambiental e intentar impactar negativamente lo menos posible en el Planeta es algo que forma parte del proyecto de AATMA: unas chicas apasionadas por la moda que se comprometieron a crear una marca que ofreciera la mayor calidad y diseños de acuerdo a su estilo, pero siempre de forma sostenible.
¿Qué o quién os inspiró para montar vuestra propia empresa? ¿De dónde viene ese primer impulso?
Estudiamos la carrera Liderazgo, Emprendimiento e Innovación, con la que aprendemos a base de la práctica en nuestros proyectos. Desde los 18 sabíamos que queríamos emprender. Nos interesaba mucho la moda, pero no queríamos unirnos al carro del slow fashion. Es por eso que le dimos una vuelta y decidimos hacer bolsos hechos a base del upcycling, es decir, reusar tela en desuso. Normalmente esta tela es de muestrarios o tiendas de tela que van a cerrar que iban a acabar tirando a la basura, pero nosotras le damos una segunda vida. Nos encanta emprender, y aunque sólo llevamos dos años haciéndolo hemos aprendido muchísimo, merece la pena el esfuerzo.
Para vosotros, ¿cuál es el factor diferencial de vuestros productos para los clientes?
La gente nos compra los bolsos porque es un producto que no se ve en cualquier parte, son diferentes a lo que se suele ver. Nuestro pilar fundamental es la sostenibilidad, y nos diferenciamos por eso. Nuestros productos están hechos reciclando tela que se va a tirar ya que aprovechamos hasta los retales más pequeños que hacen que el bolso que tienen sea único. Nadie más va a tener ese bolso. Además a la gente le encanta saber que el bolso que llevan antes tuvo una historia. Pudo ser un muestrario o la tela del sofá de una familia.
¿Cómo fueron los inicios? ¿Hubo muchos inconvenientes que frenaran vuestro proyecto?
Los inicios como siempre no fueron fáciles. Fuimos muy rápidas, sólo pasaron cuatro días entre que se nos ocurrió la idea e hicimos el prototipo. A la semana siguiente ya teníamos un taller, y dos semanas más tarde ya teníamos nuestro primer ecommerce. Fuimos bastante rápidas por la ilusión que teníamos en este proyecto, trabajábamos día y noche. Esa ilusión no se nos ha ido después de un año.
La personas de vuestro entorno ¿pensaron que era una locura?
Nuestros familiares y amigos no pensaron que era una locura, pues al fin y al cabo estamos estudiando Emprendimiento y tenemos que aprender de nuestros errores. Antes habíamos intentado otros proyectos que habían sido un desastre pero de los que también aprendimos. Lo que si que es verdad es que no pensaron que llegaríamos tan lejos y que AATMA se pudiera sostener en el tiempo, pero vaya, que ya llevamos más de un año y hemos vendido más de 800 productos.
¿Qué relevancia ha tenido el uso de redes sociales a la hora de dar a conocer AATMA?
Para nosotras las Redes Sociales han sido fundamentales. Nos dirigimos a un público bastante joven que está presente día a día en Instagram sobre todo y no dudamos en darnos a conocer ahí. De hecho hemos logrado crear una comunidad bastante amplia que comparte nuestros valores y que interactúa mucho con la marca. Eso sí, nos ha costado mucho tiempo y esfuerzo. Hemos sido muy constantes con esto y hemos realizado distintas campañas originales que nos han ido bien. Estamos contentas con nuestro Instagram y la comunidad que hemos creado en torno a él y nuestra marca con los poquísimos recursos que teníamos.
Si tuvierais que escoger un momento de satisfacción vivido en vuestra empresa, ¿con cuál os quedáis?
Si tuviéramos que decir uno sería la primera compra que tuvimos por el ecommerce. Era alguien que no nos conocía de nada y que había confiado en nosotras, no dábamos crédito. Hasta grabamos un vídeo de la emoción que teníamos.
Una ventaja y una desventaja de ser emprendedor
La gran ventaja es la ilusión, creo que nada te ilusionará más que tu propio proyecto, ver cómo va creciendo y mejorando gracias a tus esfuerzos. Emprender es precioso y sobre todo si es en un campo que te gusta, además aprendes mucho.
La desventaja más grande para nosotras es el tiempo. Vives por y para tu empresa, no hay nada más alrededor. Nuestra familia y amigos estaban un poco hartos de que sólo podíamos hablar de AATMA y de todo lo que giraba en torno al proyecto.
¿Cómo imagináis vuestra empresa dentro de unos años?
Esperamos que AATMA sea una marca bastante reconocida, aumentar nuestra comunidad en Redes Sociales y de gente que se une al slow fashion. Nos encantaría ver más de nuestros bolsos por la calle. Además, esperamos poder contratar a personas además de la gente que tenemos en el taller.
¿Qué consejos le darías a alguien que quiere montar su propia empresa?
Nuestro mayor consejo es constancia, para nosotras es lo más importante. En un año hemos tenido bastantes momentos de bajón, de casi no vender, de que no nos salieran las cosas como planeábamos… pero hemos sabido superarlos y merece la pena. Aunque no lo parezca la constancia y trabajar cada día acaba teniendo resultados a lo largo del tiempo, por eso no hay que rendirse fácilmente.
Dinos una frase que te haya inspirado a ti y que les sirva a aquellos que todavía no se atreven a emprender
Aquí lo tenemos claro: «Donde hay felicidad, hay futuro«, esta es la frase que llevamos repitiendo desde que existe AATMA. Somos felices haciendo lo que hacemos y eso se nota. Haz lo que te apasione y se lo transmitirás a tus clientes.