Resulta llamativo ver no solamente dónde están los autónomos más felices de España, sino cuáles son sus rasgos en estas zonas.
¿En qué zonas viven los autónomos más felices de España?
Recientemente, el observatorio Muno de los Autónomos ha publicado el estudio ‘Autónomos, ¿cómo estáis?’ En él se analizan diversas cuestiones relacionadas con la situación de los autónomos, su percepción y opiniones. Entre ellas se encuentra el grado de satisfacción que tienen desarrollando su actividad en función de diferentes características, como la zona donde desarrollan su actividad.
En ese sentido, sacan como conclusión que los autónomos más felices se encuentran en Cataluña (excluyendo el área metropolitana de Barcelona), Aragón (excluyendo Teruel), Baleares, Noroeste (Galicia, Asturias y León) y el área metropolitana de Madrid.
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Pero ¿cómo son esos autónomos más felices?, ¿qué tiene el trabajo por cuenta propia en estos territorios que incrementa su satisfacción? Lo podemos saber gracias a las estadísticas sobre trabajadores autónomos del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Están territorializadas por provincias y comunidades que no coinciden exactamente con las zonas del estudio de Muno. Sin embargo, sí existe cierta correspondencia, lo que nos permite extraer algunas conclusiones.
Veamos cómo es el empleo autónomo en las comunidades y provincias donde, según el estudio de Muno, se localizan los autónomos más felices de España.
Madrid
Los resultados del perfil del autónomo madrileño son bastante semejantes a la media nacional en varios aspectos. Entre ellos encontramos su distribución por sexos y edades. En cuanto a la proporción de autónomos que cotizan lo mínimo, es ligeramente superior a la media (un 87,3% frente a un 86%).
Sin embargo, tres rasgos diferencian a los autónomos madrileños de los del conjunto de España. Por un lado, hay una participación de extranjeros elevada (un 15,1%). Por otro, existe un peso relativamente menor de los autónomos con más de cinco años de antigüedad. Finalmente, se concentran más en torno al sector servicios, con una participación muy reducida de la agricultura y un peso de otros sectores semejante a la media nacional.
Aragón
El perfil del autónomo aragonés se caracteriza por trabajar mayoritariamente en el sector servicios (aunque con una importante presencia en la agricultura). Además, la mayoría (un 80%) no tiene asalariados a su cargo y solamente desarrolla una actividad. Suele tratarse de un varón (las mujeres autónomas aragonesas se sitúan dos puntos porcentuales por debajo de la media nacional), entre 40 y 54 años, aunque existe una importante presencia de mayores de 55 años.
Quizá el hecho más destacable entre los autónomos aragoneses sea su antigüedad, muy superior a la media nacional. Los que llevan más de cinco años suponen un 65,9%, frente a un 54,1% del resto del país. Por contra, hay menos autónomos que se han incorporado en los últimos años.
Cataluña
En Cataluña había, a fecha de julio de 2018, más de medio millón de autónomos. Tienen un perfil bastante semejante a la media nacional. De hecho, en edad y sexo, los porcentajes de mujeres y de autónomos entre 40 y 54 años son idénticos a la media nacional (35,2% y 45,8% respectivamente).
La diferencia más significativa es el menor peso que tienen en Cataluña los autónomos dedicados a la agricultura. Suponen un 5,4% del total frente al 11,5% de la media nacional. Por otro lado, en Cataluña existe una mayor proporción de autónomos de nacionalidad extranjera y de menores de 25 años.
Baleares
Baleares destaca por el peso que tiene la construcción entre sus trabajadores autónomos (un 16,5% frente a un 10,5% en la media nacional). Por contra, el peso de la agricultura es muy reducido (un 4%). También llama la atención el porcentaje de autónomos extranjeros, que es el más elevado de toda España (alcanza un 24,6%).
Sin embargo, el rasgo más llamativo es el relacionado con la antigüedad en el RETA. Baleares es, de hecho, la comunidad con mayor proporción de autónomos que llevan dados de alta menos de 6 meses (20,3%) y la que menor proporción tiene de quienes llevan más de cinco años como autónomos (43,3%).
Galicia
Galicia es la cuarta comunidad con menos porcentaje de autónomos cotizando por la base mínima (86%). Paralelamente, es en la que mayor proporción de autónomos cotizan entre la base mínima y 1,5 veces la base mínima (11,3% frente a un 3,1% a nivel nacional).
Tres hechos reclaman especial atención para entender el perfil de los autónomos gallegos. Por un lado, hay un peso muy elevado de la agricultura (21,7%). Por otro, es la comunidad con mayor proporción de mujeres (un 42,1%). Asimismo, destaca por el bajo porcentaje de autónomos extranjeros (2,9%), el segundo más bajo, solamente por detrás de Extremadura.
León
En el estudio de Muno vienen desgajados del resto de autónomos de Castilla y León. Esta provincia tiene muchos rasgos en común con el resto de la comunidad. Entre ellos, destaca un peso más reducido del sector servicios que la media nacional y, paralelamente, uno significativamente mayor de la agricultura. También sobresale el porcentaje de autónomos con más de cinco años de antigüedad. Representan alrededor del 68% tanto en la provincia como en el resto de la comunidad.
Entre los rasgos diferentes de los autónomos leoneses frente a los otros de Castilla y León, destaca la participación de mujeres. Si en la comunidad suponen un 30,5%, en esta provincia ascienden al 36%.
Asturias
Asturias es, tras el País Vasco y Navarra, la tercera comunidad con menor proporción de autónomos que cotizan lo mínimo. Ese porcentaje asciende a un 76,9%. Está en consonancia con negocios con una antigüedad relativamente elevada y un peso menor del emprendimiento joven.
También destaca por tres rasgos. Por un lado, la agricultura pesa más que en el conjunto del país (16,5% frente a un 11,5%). Por otro, hay pocos autónomos extranjeros (10,3%). Finalmente, como en Galicia, la participación de la mujer en el empleo autónomo es significativamente mayor a la media. Representan un 41%, algo menos que las gallegas, pero, no obstante, están casi un 6% por encima de la media nacional.
¿Qué conclusiones podemos extraer sobre la satisfacción de los autónomos?
En primer lugar, existe una cierta relación entre la satisfacción de los autónomos y el nivel de renta per cápita de la zona. Sin embargo, es patente que inciden muchos otros factores. Vemos zonas en las que los autónomos son más felices o menos de lo que correspondería por este motivo. Entre las primeras destacan Galicia, Asturias y León. Entre las segundas encontramos el área metropolitana de Barcelona, el País Vasco, Navarra y La Rioja.
Sin embargo, un mismo factor puede influir de diferente forma en distintos territorios. Por ejemplo, vemos un patrón en las zonas con grandes ciudades, como Madrid y Cataluña. También Baleares participa de unos rasgos semejantes. En estos lugares tienen mayor peso los servicios y menor la agricultura. Al mismo tiempo, se observa una mayor participación de los extranjeros en el emprendimiento.
Por otro lado, existe un segundo patrón entre las zonas con mayor satisfacción de los autónomos. Es el que se da en zonas con mayor peso de las ciudades pequeñas y el mundo rural. En ellas, generalmente, encontramos más mujeres autónomas, una participación mucho más destacada de la agricultura, menos extranjeros emprendedores y negocios más antiguos.
Seguramente, podemos decir que la satisfacción de los autónomos tiene que ver con el desarrollo de la zona. Sin embargo, importan incluso más los factores relacionados con la adaptación mutua entre los autónomos y el entorno. Existen economías que, dados sus rasgos, han sabido desarrollar un ambiente más propicio para el emprendimiento.
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