Cooperativas digitales: asóciate para emprender

Autónomos

Alguien con decisión e iniciativa, capaz de enfrentarse a situaciones difíciles y asumir riesgos para conseguir lo que se propone. Así es el emprendedor. Pero nunca nadie dijo que tuviese que estar solo. Aun así, su figura tiene ese aire de individualismo, de Don Quijote que, contra viento y marea, lucha por sus objetivos.

Sin embargo, aunque parezca que todo el mundo tenga que emprender por su cuenta y las compañías nazcan de un solo socio o unos pocos socios fundadores, en los últimos años parece haber resurgido el cooperativismo. En el mundo digital, los emprendedores están tejiendo una red para que ya nunca más haya que empezar un proyecto en soledad.

La economía colaborativa

Las cooperativas son una fórmula de organización bastante asentada en algunos ámbitos, como la agricultura o la ganadería. Pero no son algo exclusivo de los productores de bienes, sino que también hay cooperativas de vendedores y de consumidores. Y, ahora, como no podía ser de otro modo, las hay digitales. La economía colaborativa está de moda. Empresas e iniciativas basada en redes horizontales y en la participación ciudadana que buscan que el consumidor se convierta en productor y aporte valor. Gracias a la tecnología y a Internet, el ciudadano de a pie puede acceder a los medios de producción.

Básicamente, en una cooperativa, las decisiones se toman entre todos los socios de forma democrática y los beneficios se reparten, en mayor o menor medida, entre todos sus miembros. Las herramientas digitales permiten expandir este tipo de estructura más allá de fronteras y límites físicos. Por eso, aunque son algo relativamente nuevo, las cooperativas digitales están naciendo como setas alrededor del planeta. Y se adaptan a cualquier sector.

Cuatro ejemplos entre los miles de cooperativas digitales que se desarrollan en el mundo. Al margen de sus actividades o intenciones, todas se basan en una estructura asociativa que reparte el beneficio entre los socios y en que las decisiones se toman entre todos.

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¿Y en España?

Aunque puedas pensar lo contrario, el cooperativismo está también muy extendido en España. De hecho, en su vertiente más tradicional, una de las cooperativas más grandes del mundo se encuentra en el País Vasco. Se trata de Mondragón, propietaria de la conocida marca de electrodomésticos Fagor (desde 2013, en concurso de acreedores).

En el ámbito digital, también existen varias iniciativas, sobre todo encaminadas a agrupar emprendedores o trabajadores autónomos de algunos sectores concretos.

Una oportunidad para el mundo freelance

Cuando se trata de emprender a nivel individual, son muchos los que eligen establecerse, en primer lugar, como autónomos. Además, hoy en día, abundan, sobre todo en algunos sectores como el diseño o la comunicación, los proyectos puntuales que se encargan a trabajadores freelance en lugar de a trabajadores en plantilla. A raíz de esta explosión de trabajadores autónomos, surgieron primero los espacios de co-working donde compartir mesa, conexión a Internet y cafetera con tus iguales. En los últimos meses, han aparecido también varias cooperativas digitales para prestar apoyo comercial y, sobre todo, a nivel de facturación.

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Los miembros de estas cooperativas son socios y trabajadores al mismo tiempo. Es decir, pagan su parte como cooperativistas y hacen el trabajo que consiguen como freelance a nivel individual, para después facturar mediante la cooperativa y recibir una especie de sueldo a través de ella. Así no es necesario pagar la temida cuota de la seguridad social. Una fórmula un tanto enrevesada pero legal, que ha ganado adeptos, sobre todo, entre aquellos que no facturan grandes cantidades al mes. Algunas de estas cooperativas en España son Factoo, Freelance SCM o CooperativaOnline.

Los límites al cooperativismo digital parece ponerlos solo la imaginación. Allí donde haya un emprendedor, puede existir una red de aventureros empresariales que busquen cambiar las cosas desde el trabajo en equipo. La filosofía: no importa lo buena que sea tu idea o los grandes que sean tus problemas, seguramente alguien ya haya pasado por ello antes y esté dispuesto a compartir su experiencia.

Juan F. Samaniego

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