Optimistas y convencidos de la viabilidad del modelo freelance. Así son los más de 750.000 profesionales independientes que trabajan en España.
La crisis provocada por la COVID-19 ha afectado de forma desigual a la economía. Apenas hay sectores que no hayan sufrido su impacto, pero no todos lo han encajado igual. La caída de la actividad provocada por el confinamiento y la progresiva recuperación posterior han dibujado un escenario económico diferente. Pero los freelancers españoles son optimistas de cara al futuro. Al menos, así se desprende del informe ‘Covid-19: impacto en el panorama freelance español’, publicado por la plataforma Malt y Boston Consulting Group.
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Una amplia mayoría de los profesionales consultados para el informe confía en que la crisis vaya a generar más proyectos en su sector. Y más de un 70% deposita su confianza en el sistema freelance frente al convencional. Es más, no volvería a trabajar como asalariado a las primeras de cambio.
“Aunque los trabajadores independientes han experimentado una desaceleración de su actividad en los últimos meses, justo antes del fin del confinamiento, comenzamos a observar cómo retomaban sus proyectos, impulsados por la demanda de las empresas que desean acelerar sus proyectos de transformación digital”, explica Vincent Huguet, CEO y cofundador de Malt. Vamos con los detalles.
El impacto de la COVID-19 en la economía freelance
El número de profesionales freelance en España va en aumento. Según las cifras que maneja Malt, ya son 753.000, un 40% más que hace 10 años. Como todo trabajador independiente, sufrieron el impacto directo de la incertidumbre y la caída de actividad durante las primeras semanas del estado de alarma. Sin embargo, a medida que el confinamiento se convirtió en normalidad y se recuperó la actividad, el colectivo parece haber emergido con fuerza.
Esto ha colocado a muchos freelancers, y en particular a los profesionales más digitalizados y ligados a metodologías de trabajo ágiles, como un motor importante de actividad en la recuperación económica.
Según el estudio, hecho sobre una base de encuestas a más de 1.000 profesionales y con datos del Eurostat, un tercio de los freelancers españoles se ha visto seriamente afectado por la crisis de la COVID-19, ya que han perdido más de la mitad de los ingresos entre marzo y junio de 2020. Sin embargo, una cuarta parte asegura que ha sufrido pérdidas por debajo del 25%. Las diferencias, de nuevo, están en los detalles.
Si analizamos el porcentaje de profesionales a los que les han cancelado al menos un proyecto, los freelancers de empleos tecnológicos y de análisis de datos salen mejor parados que el resto de sus compañeros y, en particular, que los profesionales creativos. Un 42% de los trabajadores del primer sector ha sufrido una cancelación. El porcentaje sube hasta el 77% en el caso de los creativos o el 73% para publicidad y marketing.
De acuerdo con el análisis de Malt, esto está relacionado directamente con la demanda de las habilidades de estos profesionales (desarrollo software, DevOps, data analytics o ciberseguridad) y con que es un colectivo que suele hacer uso de metodologías agile para sus proyectos, lo que les hace más autónomos en la toma de decisiones.
Expertos en teletrabajo y optimistas
Tras el frenazo a la actividad y una fuerte caída (aunque momentánea) de los mercados financieros, la economía va dando muestras de recuperación. Aun con la amenaza de nuevas olas epidémicas y el regreso de medidas restrictivas con la movilidad y los negocios en el horizonte, los profesionales mantienen el optimismo.
Algo más de seis de cada diez encuestados en el informe cree que la crisis de la COVID-19 podría generar más proyectos en su sector. Una previsión que se mantiene tanto en el corto como en largo plazo. De hecho, un 59% se muestra abiertamente optimista y afronta con confianza los próximos cinco años. La propia plataforma Malt asegura haber notado un cambio en el mercado. Frente a los datos de marzo y abril, las propuestas de trabajo gestionadas en este portal han aumentado un 40% en mayo y junio.
Según el informe, las particularidades propias del modelo freelance (libertad de horarios, conciliación y teletrabajo) han provocado que la mayor parte de los profesionales independientes haya llevado bien el confinamiento. Solo un 17% considera que el hecho de estar encerrado en casa ha afectado de algún modo a su productividad. De hecho, la flexibilidad de los profesionales freelance, sus habilidades digitales y el hecho de tener las rutinas del trabajo en remoto bien integradas pueden ser sus mejores bazas en la recuperación.
“En un contexto como el actual, una planificación de talento que incorpore profesionales freelance permitirá a las empresas adaptarse a la disrupción de los entornos corporativos. Este tipo de profesionales aportan gran valor a las organizaciones no solo por la agilidad que aporta la flexibilidad propia de su modelo de trabajo, sino también por su cultura de aprendizaje continuo”, reflexiona Pablo Claver, socio de Boston Consulting Group Iberia. “Su participación en proyectos puede contribuir de manera decisiva a acelerar la implantación de una cultura digital y facilitar la adopción de nuevas formas de trabajo”.
Imágenes | Unsplash/Per Lööv, Chris Montgomery, Malt