La inmensa mayoría de los trabajadores europeos siguen acudiendo cada mañana a una oficina convencional, con un puesto de trabajo informático también convencional.
Sin embargo, los empleados claramente más satisfechos con su lugar de trabajo son los coworkers.
Según una macroencuesta a más de 11.000 profesionales de todo el continente, realizada por la inmobiliaria Savills Aguirre Newman, el 80% de la fuerza laboral europea realiza su trabajo en una oficina de toda la vida. Y sólo un 17% trabaja en espacios flexibles de coworking. [hde_related]
No obstante, la satisfacción de los trabajadores de oficinas flexibles es mayor que la del resto en casi todos los aspectos analizados en el informe de Savills. De los 48 parámetros tenidos en cuenta, en 46 muestran un nivel mayor de satisfacción los coworkers. Solo en seguridad y acceso al edificio ganan los trabajadores tradicionales.
Hay que aclarar que la encuesta se interesa por multitud de cuestiones: desde el espacio de trabajo, los niveles de ruido, la temperatura ambiente o la disponibilidad de salas de reunión a los desplazamientos, la ubicación física e incluso la cercanía a zonas verdes, pasando por el equipamiento tecnológico del que disponen los empleados.
Precisamente, una de las grandes diferencias entre los que acuden a los espacios de coworking y los trabajadores tradicionales es que los primeros consideran la tecnología en su lugar de trabajo como el factor más importante a tener en cuenta, por encima de la propia ubicación del mismo, que es el factor de mayor importancia para los trabajadores en oficinas convencionales.
Retención de talento
Los jóvenes son más propensos a encontrar la armonía en un espacio común de coworking que los más mayores. Por lo tanto, el tipo de oficina que una empresa ofrece empieza a ser clave para la retención del talento. Según el estudio de Savills Aguirre Newman, el 31% de los trabajadores europeos entre 18 y 24 años prefiere una oficina flexible. Es un porcentaje que va bajando conforme aumenta la edad de los encuestados. Así, entre los de mediana edad (en torno a 40 años) un 20% se inclina por esta fórmula, mientras que entre los mayores de 55 solo algo más del 10% prefiere las mesas compartidas.
En este sentido, Ana Zavala, directora de Workthere.es, compañía del grupo Savills especializada en espacios de trabajo flexible, señala que el empuje de las nuevas generaciones y sus prioridades a la hora de entender el trabajo hacen pensar que las oficinas flexibles “han llegado para quedarse”.
El estudio también destaca que, a pesar de compartir el espacio con extraños, los trabajadores de coworking tienen un mayor control del diseño de la oficina en la que trabajan. En concreto, el 80% de los empleados que desarrolla su actividad desde una oficina flexible puede decidir sobre este punto, frente a solo un 62% de los trabajadores de oficinas convencionales.
El wifi es fundamental
¿Qué es lo que más valoran los usuarios de un coworking? Pues la tecnología y, sobre todo, la conexión inalámbrica. Un espacio de coworking que no ofrezca un wifi que vaya como ‘una bala’ está abocado al fracaso. Y es que el 80% de los de los trabajadores encuestados de coworking o centros de negocios considera que la tecnología es el factor más importante. No obstante, las empresas que ofrecen estas instalaciones tienen mucho que mejorar, puesto que solo un 61% de los coworkers se muestra satisfecho con la conexión inalámbrica en su espacio de trabajo.
Después de la tecnología, los usuarios de oficinas flexibles valoran prestaciones básicas como la temperatura ambiente, la iluminación, la calidad del aire, el nivel de ruido, los olores y la disponibilidad de las salas de reuniones, entre otros.
Más allá de eso, la ubicación de la oficina se sitúa solo como el tercer aspecto más relevante. En cualquier caso, para más de la mitad de los encuestados por Savills, el emplazamiento ideal está el centro de la ciudad, seguido por la periferia y los parques empresariales.
La mayoría opta por la mesa de trabajo asignada
Por último, otros aspectos que también valoran los trabajadores de oficinas flexibles tienen que ver con el medio ambiente. Así, son muchos los que tienen en cuenta la disponibilidad de sistemas de reciclaje o ven positiva la presencia de vegetación interior.
Disponer de espacios secundarios más allá de la sala de trabajo y la mesa también incrementa la satisfacción de los trabajadores flexibles. Hablamos de áreas de descanso y networking y zonas de restauración. Son añadidos que aprecian sobre todo los trabajadores más jóvenes.
Por último, el informe también revela que la mitad de los empleados de oficinas flexibles trabajan desde mesa de trabajo asignada (o dedicated desk). Un 30% recurre a un hot desk o mesa compartida, mientras que otro 20% cuenta con la posibilidad de trabajar desde casa.
Imágenes | Unsplash/Shridhar Gupta, iStock.com/Scyther5 / Pinkypills / VasylDolmatov