EKOMODO: transformar 20 botellas de plástico en una funda portátil o una carpeta

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¿Qué es y qué implica una marca verdaderamente sostenible? EKOMODO es una marca de accesorios de diseño del País Vasco cuya misión es ayudar a la gente a crear un mundo mejor con estilo. Convierten residuos en recursos, consiguiendo que una botella de plástico que tardaría más de 500 años en degradarse se convierta en diferentes accesorios sostenibles para el día a día, como mochilas, bolsas de tela, estuches, fundas de ordenador, cuadernos o carpetas portadocumentos.

Sus productos simbolizan 3 mensajes claros: que los residuos son recursos, que los productos reciclados pueden ser mejores y más bonitos que los que no lo son; y que cada uno de nosotros tenemos un gran poder para, en nuestro día a día, generar impactos positivos en nuestro entorno.

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Hablamos con Judit Astigarraga Espeita, Directora de Comunicación de EKOMODO.

¿Cuáles son las características principales de vuestros productos? ¿Qué novedades habéis introducido recientemente?

Todos nuestros productos se rigen por emplear materiales sostenibles, con producción local e impacto social:

Últimamente hemos estado explorando diferentes materiales para elaborar nuevos productos, como los cuadernos hechos con tapones de botella reciclados o las mochilas a base de plástico marino que acabamos de lanzar.

¿Cómo es el proceso de producción para convertir un residuo en un recurso?

Nuestra materia prima principal son residuos de botellas de plástico que tiramos al contenedor amarillo. Lo bueno que tenemos en EKOMODO es que controlamos toda la trazabilidad de los residuos hasta que se convierten en materia prima, ya que formamos parte de Eko-REC, una compañía referente internacional en reciclaje y economía circular. Es la única de Europa que recicla botellas de plástico PET y, en las mismas instalaciones, las convierte en diferentes productos industriales, tomando parte en varias fases de la cadena de valor.

La botella de plástico, desde que se deposita en el contenedor amarillo, sigue las siguientes fases hasta convertirse en un nuevo producto textil:

  1. Se recoge el contenedor amarillo y se lleva a plantas de separación.
  2. Pasa por un proceso de selección de materiales, donde se separan los diferentes plásticos del contenedor.
  3. A partir de ahí, la fracción PET (polietileno de tereftelato, el plástico que lleva el símbolo número uno) llega a plantas de reciclaje como Eko-REC, donde se hace otro proceso de selección y se tritura al completo.
  4. Una vez triturada la botella, se lava y se obtiene lo que se conoce como “escama de PET” o “flake”, que son pequeños trozos del cuerpo de la botella que se lavan, se secan y se convierten en materia prima para nuevos procesos industriales.
  5. Estas escamas de botellas, a continuación, se funden y se convierten en un hilo textil.
  6. El hilo se convierte en tejido.
  7. El tejido se convierte en prenda, a través de un diseño que nosotros elaboramos y que se confecciona en talleres de inserción social locales.
  8. La prenda llega al cliente.
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Si bien cualquier actividad industrial tiene impactos ambientales, lo cierto es que con el reciclado de botellas PET, además de darle una segunda vida al producto (o tercera, o cuarta, …), en el proceso industrial posterior se consume un 20 % menos de agua, un 50 % menos de energía y se contamina un 60 % menos. Por poner un ejemplo más concreto, por cada 150 cazadoras fabricadas con plástico reciclado, se ahorran 190 litros de petróleo y se evita la emisión de media tonelada de gases tóxicos.

Así, con 20 botellas de plástico, hacemos una funda portátil o una carpeta. Con 3, una bolsa de tela. Con 1, un bolígrafo.

¿Qué cantidad de residuos podéis transformar en un día? ¿Cuántos kilos de plásticos recicláis anualmente?

En la fábrica de reciclaje de Eko-REC reciclamos nada menos que 5 millones de botellas cada día. Así, cada año reciclamos alrededor de 23.000 toneladas de plásticos.

¿Cómo consideras que será el mercado sostenible a corto y largo plazo?

La demanda de productos sostenibles irá en aumento por dos razones:

1) Porque las empresas cada vez fabricarán de manera más responsable.

2) Porque los consumidores cada vez demandan más productos respetuosos con el planeta.

Los consumidores están cada vez más concienciados con la sostenibilidad. El otro día leía un estudio que afirmaba que “el 85% de los consumidores está dispuesto a pagar más por un producto de una marca sostenible”.

Sin embargo, este dato hay que tomarlo con pinzas. ¿Por qué? Porque tu producto, además de ser sostenible, tiene que ser igual de funcional, bonito y competitivo que el que no es sostenible. Si no, la realidad es que nadie te lo va a comprar.

No nos van a comprar porque somos sostenibles o nuestro producto es reciclado. Nos van a comprar fundamentalmente porque nuestro producto les gusta, les parece bueno y útil y, además, es sostenible.

¿Cuál es vuestra táctica para concienciar sobre la importancia de ser responsables con el medioambiente?

En EKOMODO, queremos demostrar que todas las personas tenemos el poder de, mediante pequeños gestos, crear un mundo mejor. ¿Os suena la frase de: “Muchas personas pequeñas, en muchos lugares pequeños, haciendo muchas cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”? Pues eso es lo que queremos transmitir.

Para nosotros, la sostenibilidad no consiste en ser perfecto y hacerlo todo uno mismo/a. En su lugar, partimos de la idea de que la mayoría de las personas quieren mejorar el mundo y ser parte del cambio, siempre y cuando eso no les suponga grandes esfuerzos ni renunciar radicalmente a su estilo de vida actual. Por eso, lo que procuramos a la hora de comunicar la sostenibilidad es lo siguiente:

  1. Hacer la sostenibilidad sencilla: asociarla a pequeños gestos y reforzar la idea de que los pequeños gestos cuentan mucho.
  2. Hacer la sostenibilidad “sexy”: actual, moderna y con estilo.
  3. Hacer protagonista a nuestra comunidad: empoderar a las personas y darles a entender que tenemos herramientas, como el consumo responsable, que nos dan un gran poder para cambiar las cosas y decidir el futuro del planeta y de la humanidad.

Comenzar siempre es complicado, ¿cuál fue la mayor sorpresa o curiosidad que encontrasteis?

Lo que más nos sorprendió (¡y alegró!) al comenzar con EKOMODO fue la buena acogida que, contra todo pronóstico, tuvimos por parte de grandes empresas, y la confianza que depositaron en nosotros para llevar a cabo proyectos conjuntos de sostenibilidad.

¿Con qué ayuda contasteis para llevar a cabo el proyecto?

Aunque EKOMODO haya nacido y se haya desarrollado con recursos propios, hemos tenido un gran apoyo por parte de otros agentes: el primero de ellos, el Grupo Eko-REC, empresa industrial muy consolidada que apostó por EKOMODO y el equipo desde el inicio de la idea. También nos hemos sentido muy arropados por instituciones públicas locales y nacionales (la Fundación Biodiversidad del Gobierno de España, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa, BIC Gipuzkoa, Fomento San Sebastián…), y también por otras empresas, y el ecosistema emprendedor del entorno. EKOMODO no sería lo mismo sin la colaboración de todos estos agentes, con los cuales seguimos colaborando y a quienes estamos tremendamente agradecidos.

[hde_quote author=»Judit Astigarraga Espeita,» position=»Directora de Comunicación de EKOMODO»] Si una empresa quiere introducir la sostenibilidad en su ADN, no puede conformarse con utilizar materiales reciclados; también tiene que fijarse en la durabilidad del producto, en la procedencia de los materiales, en la reciclabilidad de los productos y en la parte social, asegurando que los derechos todas las personas que forman parte de la cadena de valor del producto son respetados..  [/hde_quote]

Emprender implica un camino continuado de retos. ¿Cuál ha sido la barrera más grande a la que os habéis enfrentado y cómo la superasteis?

Más allá del coronavirus, que como a todo el mundo, nos ha trastocado muchos de los planes que teníamos para nuestro primer año de vida como empresa, la dificultad más grande a la que nos enfrentamos constantemente es la de posicionarnos como una marca verdaderamente sostenible. ¿Por qué decimos verdaderamente sostenible? Porque la sostenibilidad es hoy una gran tendencia en el mundo de la empresa, y aunque esto puede ser en cierto modo positivo para el planeta, también puede implicar que nos quedemos en la superficie del problema y utilicemos «parches de sostenibilidad» que no aporten una solución real.

Si una empresa quiere introducir la sostenibilidad en su ADN, no puede conformarse con utilizar materiales reciclados; también tiene que fijarse en la durabilidad del producto, en la procedencia de los materiales, en la reciclabilidad de los productos y en la parte social, asegurando que los derechos todas las personas que forman parte de la cadena de valor del producto son respetados.

Tratar de aunar todos estos factores y ser a la vez competitivos en precio está siendo un pedazo de reto, y los primeros pasos son lentos, costosos y están llenos de incertidumbre. Pero con un propósito firme, un buen equipo y un buen modelo de negocio, además de con apoyos como los que comentaba antes, siempre se puede salir adelante. Incluso en tiempos de pandemia.

¿Cuáles son las ventajas de poner en marcha tu propia iniciativa de emprendimiento?

La principal ventaja es la libertad creativa que tienes para explorar e ir analizando qué va funcionando y qué no. Es un camino de prueba-error y, por tanto, de aprendizaje constante. Y aunque a veces da un poco de vértigo y el margen para “fastidiarla” es muy grande, también resulta apasionante y muy satisfactorio mirar el proyecto y decir: “equipo, ¡esto lo hemos hecho nosotros!”.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que os ha reportado?

Normalmente estamos enfrascados en el ajetreo del día a día, pero cada vez que nos paramos y miramos todo lo que hemos evolucionado como empresa, como profesionales y como personas, nos damos cuenta del pedazo de camino que hemos recorrido, y de lo mucho que nos está llenando.

Y luego, por supuesto, nos hace muchísima ilusión cada vez que vemos a gente desconocida por la calle con uno de nuestros productos… es la mejor señal de que estamos haciendo bien las cosas, ¡y de que cada vez son más las personas que están creando un mundo mejor!

Y ya para terminar, ¿cuáles son vuestros siguientes planes? ¿Qué os gustaría conseguir?

Nuestros planes de futuro más inmediatos pasan por seguir ampliando nuestro catálogo de productos, apostando por un lado por el diseño de productos como mochilas, bolsas, botellas reutilizables, camisetas o artículos de oficina; y apostando por otro lado por el I+D para el desarrollo de materiales sostenibles innovadores a partir de residuos. Además de eso, otro de nuestros focos será el de penetrar más en el mercado nacional (con distribuidores minoristas, fundamentalmente), ampliar la red de clientes B2B y paulatinamente abrir nuevos mercados. Acabamos de nacer, como quien dice, y nos queda mucho por explorar.

Imágenes | EKOMODO

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