«El trabajo por proyectos emprendedores fomenta muchos aspectos necesarios para el desarrollo de los alumnos», Beatriz Carreño Palma, profesora

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Beatriz Carreño Palma es profesora del Colegio Arboleda de Sevilla, donde es Jefa de Departamento de Educación Plástica y Musical. Además, lidera un proyecto educativo de innovación y emprendimiento, que ha sido reconocido y galardonado por, entre otros, la Fundación Princesa de Girona y la Fundación Trilema.

Defensora de las artes y la formación artística, defiende también esta visión del emprendimiento con un fin social entre los más pequeños por todos los valores que se transmiten con esta educación.

Esta profesora charla con nosotros acerca del emprendimiento, la educación y otros aspectos.

-¿Cómo surge la idea de enseñar emprendimiento a niños tan pequeños?

El Colegio Arboleda nació del carácter emprendedor de un grupo de jóvenes que, en 1982, apostaron por el trabajo cooperativo como modelo empresarial. La cultura del emprendimiento ha estado siempre presente en nuestras aulas y es uno de los pilares sobre los que se asienta nuestro centro.

A raíz de nuestra participación en los programas educativos ÍCARO y EME, desarrollados por la Fundación Andalucía Emprende, por la Consejería de Educación y la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, comenzamos a realizar proyectos de emprendimientos más sistematizados. Estos primeros proyectos estaban muy centrados en el mundo empresarial, y no tanto en fomentar los desempeños de la competencia emprendedora.

Los productos finales que obtenemos con estos proyectos tienen un fin social, es decir, intentamos influir y mejorar nuestro entorno con la actividad que desarrollamos; y que los alumnos sean conscientes de lo mucho que ellos pueden hacer para mejorar nuestra realidad. El curso pasado fuimos seleccionados por la Fundación Princesa de Girona para representar a Andalucía, junto con otro centro, en el encuentro anual de los premios Princesa de Girona, en el que presentamos el Proyecto Ramifícate, realizado por los alumnos de Tercer ciclo de Primaria.

Al trabajar con proyectos emprendedores, se favorece la integración de todos los alumnos. Alumnos que estaban fracasando dentro del sistema tradicional están obteniendo buenos resultados académicos, porque la motivación es muy alta

Este curso los alumnos de tercero de infantil han firmado compromisos de reciclaje con comercios de nuestro barrio y les han regalado papeleras que ellos mismos han fabricado en el cole con la ayuda de sus familias. Los alumnos de Primero y Segundo de Primaria han organizado una campaña de recogida de alimentos para donarlos a una asociación de mujeres maltratadas. Los alumnos de Quinto y Sexto de Primaria están organizando una campaña de donación de sangre dentro del proyecto de medios de comunicación en el que están inmersos. También, los alumnos de Secundaria están elaborando una guía de turismo sostenible, dentro de un proyecto Erasmus+ Ka2 con otros tres países europeos, por poner un ejemplo.

No hay una edad mínima para realizar proyectos emprendedores. En nuestro colegio se están trabajando desde infantil a Secundaria, por supuesto con sus diferencias.

Es una metodología muy activa y motivadora, que potencia y desarrolla las inteligencias múltiples y se pueden trabajar en todas las áreas.

-¿Cuál es el principal objetivo?

El trabajo por proyectos emprendedores fomenta muchos aspectos necesarios para el desarrollo de los alumnos que, además, aparecen en el currículum, como son los desempeños de la competencia emprendedora, entre los que se encuentran la autonomía, el liderazgo, la innovación y las habilidades empresariales.

Pero no es lo único. Hemos comprobado que, al trabajar con estos proyectos, se favorece la integración de todos los alumnos. Alumnos que estaban fracasando dentro del sistema tradicional están obteniendo buenos resultados académicos, porque la motivación es muy alta. Además, al ver que son valiosos para el grupo y que hay muchas cosas que hacen bien, se sienten más integrados dentro del grupo.

-¿Con qué dificultades se ha ido topando para poner en marcha esta estrategia? (recelos de otros profesores, de padres, incredulidad de los niños…)

Los cambios metodológicos no son fáciles porque siempre van a surgir recelos, tanto entre los alumnos que prefieren trabajar solos, como entre los padres que, por desconocer la metodología, se sienten más seguros si seguimos el libro de texto, porque piensan que de ese modo pueden ayudarlos en casa.

En nuestro caso, hemos tenido la suerte de que tanto el equipo directivo como la titularidad de nuestro centro educativo creen firmemente en este método y no solamente lo apoyan, sino que han buscado el apoyo y la formación que nos proporciona la Fundación Trilema, dentro de la Red Escuelas que Aprenden.

Al no saber a qué se dedicarán nuestros alumnos en el futuro, la educación no puede centrarse en el sistema expositivo de forma exclusiva, porque estos niños van a tener que enfrentarse a retos muy distintos, van a tener que reinventarse continuamente y necesitar recursos para afrontar esos nuevos retos

Sin la ayuda del equipo directivo y de la titularidad del centro habría sido imposible llegar al momento en el que nos encontramos, en el que estamos realizando proyectos en todos los niveles educativos del colegio.

Además, las familias se van dando cuenta de la labor que realizamos. Cada vez es más frecuente recibir propuestas de familias para realizar actividades dentro de los proyectos. Esto es algo muy importante, porque nos beneficiamos de unas colaboraciones que suelen ser muy enriquecedoras y actividades que sin esta implicación no podríamos realizar. Además, tanto las familias como los alumnos se sienten partícipes del proceso de enseñanza-aprendizaje.

-¿Cuáles han sido, por el contrario, las cosas más sencillas?

El trabajo por proyectos cooperativos y emprendedores no es fácil. El rol del profesor cambia y pasa a ser un guía y no el poseedor del conocimiento. Este cambio supone una gran cantidad de trabajo, ya que todas las actividades deben estar muy bien pensadas y programadas al milímetro, para asegurarnos de que todos los alumnos llegan al objetivo que buscamos.

También, de proporcionarles los instrumentos de evaluación adecuados a cada tarea, asegurándonos que saben que todo lo que están haciendo es para conseguir un objetivo concreto y un resultado final. Además, hay que fomentar su creatividad y darles la oportunidad de resolver conflictos por ellos mismos, incluyendo a todos los miembros del grupo por igual y favoreciendo el respeto entre compañeros.

Como se puede comprobar, no es algo que se pueda programar en una hora, y el trabajo del profesor fuera del aula se multiplica, pero es muy gratificante. El mero hecho de programar actividades diferentes a las habituales hace de nuestra maravillosa profesión algo único. Cuando ves que los alumnos responden, incluso más de lo esperado, que son conscientes de sus méritos, que son capaces de exponer sus conocimientos y construir cosas emocionantes con ellos, realmente, todo el tiempo invertido se ve recompensado.

Por poner un ejemplo. Dos alumnos que repitieron hace dos años y que en el sistema educativo tradicional tenían previsto el fracaso escolar, esta misma semana han hecho un trabajo de ampliación, buscando información por su cuenta y preparando mapas conceptuales para exponerlo en clase, sin habérselo pedido, simplemente porque querían seguir profundizando en el tema. Esto es lo verdaderamente gratificante de nuestra profesión.

-¿Deberían todos los niños tener una educación parecida? ¿Por qué?

No existe una varita mágica para la educación, que nos asegure el éxito en todos los campos ni para todos los alumnos. La educación debe estar centrada en los niños, adaptada a sus circunstancias y a su nivel madurativo. La educación por proyectos nos facilita esa labor ya que es más cercana e individualizada.

En el mundo en el que vivimos, donde surgen profesiones nuevas todos los días y no sabemos a qué se dedicarán nuestros alumnos en el futuro, no puede la educación centrarse en el sistema expositivo de forma exclusiva, porque estos niños van a tener que enfrentarse a retos muy distintos, van a tener que reinventarse continuamente y necesitar recursos para afrontar nuevos retos.

No todos los niños serán futuros emprendedores, tal y como lo entendemos dentro del mundo empresarial. Pero las destrezas que los alumnos adquieren durante este tipo de aprendizajes, les ayudará durante toda su vida dentro y fuera del campo académico

En la parte central del cerebro humano se encuentra el sistema límbico, que se encarga de las emociones; pero también la amígdala encargada de almacenar y organizar los recuerdos relacionados con las emociones y de discriminar las emociones que se recuerdan; y el hipocampo relacionado con el aprendizaje de conceptos e ideas. Estas regiones, además de encontrarse próximas, se ha comprobado que son estimuladas cuando se producen aprendizajes significativos que, además, están relacionados con el ámbito emocional.

Por lo tanto, lo que se aprende a través de las emociones es más difícil de olvidar y se clasifican como recuerdos recurrentes que se pueden utilizar para crear nuevas ideas y aprendizajes.

-Enseñar emprendimiento no significa que todos los niños acaben siendo emprendedores…

Efectivamente, no todos los niños serán futuros emprendedores, tal y como lo entendemos dentro del mundo empresarial. Pero las destrezas que los alumnos adquieren durante este tipo de aprendizajes, les ayudará durante toda su vida dentro y fuera del campo académico.

Los niños necesitan horas para la expresión dentro del horario lectivo, y no solamente para expresión plástica, sino para la expresión oral, escrita, musical y corporal. No debería ser algo esporádico o accidental el realizar una exposición oral o defender una obra plástica ante sus compañeros

-¿Cuáles serían los principales beneficios de este tipo de formación? ¿Qué ideas, valores y enseñanzas se buscan transmitir e inculcar?

Mediante los proyectos emprendedores se pueden trabajar todas las áreas de una manera globalizada y natural, ya que cada vez más los trabajos necesitan de personas con cualificaciones múltiples que sean capaces de adaptarse y desarrollar trabajos integrales.

Pero son los desempeños de la competencia emprendedora los que se desarrollan de una forma natural en un contexto muy adecuado. Estas competencias son la autonomía, el liderazgo, la innovación y las habilidades empresariales.

Además del resto de competencias, que estando dentro del currículum, se trabajan de forma globalizada dentro de todas las tareas que componen los proyectos.

-Basándose en su experiencia, ¿qué recomendaciones haría a otros profesores y colegios que quieran impartir este tipo de enseñanza?

En mi opinión, la motivación es muy importante en el proceso enseñanza- aprendizaje, pero la motivación debe partir del profesor. Un profesor que disfruta y cree en lo que hace será capaz de transmitir y contagiar ese interés a sus alumnos.

Actualmente se pueden encontrar infinidad de artículos, e incluso revistas especializadas en educación, en las cuales muchos profesionales exponen sus experiencias y nos pueden servir de base para iniciarnos en esta metodología.

Pero a la hora de realizar proyectos cooperativos emprendedores, que además sean compartidos entre varias áreas y entre varios profesores, la formación es algo indispensable. Nosotros hemos recibidos formaciones por parte de nuestro CEP, que resultaron ser un buen punto de partida, pero la formación que más nos está ayudando es la que estamos recibiendo por parte de la Fundación Trilema dentro de la red de Escuelas Que Aprenden, con la trabajamos una vez al mes y nos tutorizan a la hora de llevar a buen término nuestros proyectos. Esta formación la estamos recibiendo el claustro al completo de nuestro centro educativo, algo que no es habitual, pero tenemos la suerte de contar con un Equipo Directivo y una Titularidad que creen firmemente en este método de enseñanza.

-El sistema educativo parece estar siempre en constante revisión. ¿Qué echa en falta? ¿Qué cambiaría del sistema? ¿Cómo podemos mejorarlo?

Yo soy licenciada en Bellas Artes además de maestra, así que no puedo dejar de echar en falta más horas de formación artística. Realmente, pienso que los niños necesitan horas para la expresión dentro del horario lectivo, y no solamente para expresión plástica, sino para la expresión oral, escrita, musical y corporal. No debería ser algo esporádico o accidental el realizar una exposición oral o defender una obra plástica ante sus compañeros.

Hay que dejar espacio para la creación y la creatividad que se ve relegada a las pocas horas de Educación Artística.

-¿Le molesta que la educación esté en revisión constante con tanta ley educativa y que todas se pongan en duda? ¿Cómo se lleva esta situación?

En mi opinión, los sistemas educativos españoles están y han estado muy centrados en el fracaso escolar, en cómo hacer para reducir las estadísticas. Y han sido utilizadas como herramienta política, algo que va en contra de los intereses de los alumnos.

Las leyes educativas deberían estar centradas en la excelencia, en alcanzar niveles superiores y en hacer de nuestros jóvenes personas competentes, capaces de competir en el mercado internacional. Porque en el mundo globalizado en el que vivimos tendrán que salir fuera de su comunidad y de su país para poder desarrollarse profesionalmente, aunque sea de manera temporal.

-¿Es bueno que haya tanta atención en profesores innovadores como usted? ¿Por qué?

Todos hemos tenidos buenos profesores que nos han marcado de una manera u otra, ya sean tradicionales o más innovadores. Por lo que no creo que se deba despreciar la enseñanza tradicional y una buena clase magistral. Así que, un profesor que no realice proyectos no es un mal profesional.

Pero como en casi todas las profesiones, la formación continua es muy importante y si esta atención que se está dedicando a la educación despierta en otros profesores el interés y las ganas de llevar estos proyectos a sus aulas, me parece que está muy justificada.

No obstante, no debería quedarse en lo superficial y lo bonito que queda el resultado final de un proyecto, sino en todo lo que aprenden durante el proceso, lo conscientes que se hacen de su propio aprendizaje, la autonomía, el liderazgo que adquieren y la capacidad de resolver conflictos y exponer resultados.

Fotos: XpresArte

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