Viajamos a Marte, el futuro de la ropa ecológica

Autónomos

Desde Marte nos hacen una pregunta: ¿cuánto ha cambiado la ropa que utilizas para tu día a día en los últimos 5 años? La industria textil ha cambiado mucho a lo largo de los últimos años, e incluso las técnicas y materiales empleados. Es entonces cuando 4 amigos, deciden ir un paso más allá: crear un producto funcional de calidad que no se ha ofrecido hasta ahora.

Prendas de vestir para el día a día fabricadas con materiales que estamos acostumbrados a ver en ropa deportiva, ese es el concepto. Su compromiso con el medio ambiente es muy fuerte, ya que sus productos son biodegradables y no causan impacto medioambiental negativo ni implican el maltrato o la muerte de animales. Además trabajan con fábricas comprometidas con reducir el gasto de agua y las emisiones de CO2.

Hablamos con Carlos Moreno, uno de sus fundadores, para que nos cuente un poco más sobre este proyecto y cómo fueron sus primeros viajes buscando proveedores por distintas partes del mundo.

¿Qué o quién os inspiró para montar vuestra propia empresa? ¿De dónde viene ese primer impulso?

Los cuatro queríamos hacer una marca que pudiera cambiar a mejor lo que hoy nos ofrece la industria. Esto y la visión de una buena oportunidad de negocio que nosotros veíamos y por supuesto seguimos viendo, nos inspiraron a montar Marte.

 

Para vosotros, ¿cuál es el factor diferencial de vuestros productos para los clientes?

La diferencia entre nuestros productos y los demás productos está en el fin último de nuestros productos. En Marte hacemos ropa con el fin de ayudar a nuestros clientes a cumplir con sus retos diarios. No solo es una marca de ropa para ir bien vestido.

Este fin lo conseguimos a través de los tejidos. En nuestra opinión, la ropa casual ha evolucionado mucho más despacio que la ropa de deporte en cuanto a innovación en tejidos y precisamente lo que queremos es ofrecer a nuestros clientes esa innovación para que puedan ir más cómodos, y por lo tanto puedan sacar lo mejor de sí mismos.

 

¿Cómo fueron los inicios? ¿Hubo muchos inconvenientes que frenaran vuestro proyecto?

Fue más lento de lo que pensábamos por dos motivos. Uno de ellos fue la búsqueda de tejidos. Viajamos durante varios meses por Portugal, Suiza, Italia y Alemania hasta encontrar tejidos y proveedores que cumplieran con los requisitos que establecimos: calidad, innovación, sostenibilidad, cercanía a España y transparencia en los procesos. Queríamos ver de primera mano como se hacen los productos de nuestros clientes y no es fácil. Muchos se muestran reacios.

El segundo ha sido la velocidad. Una start-up necesita ritmo y eso es algo que los proveedores no terminan de encajar. Los tiempos de producción eran largos, muy acostumbrados a grandes volúmenes. Al final conseguimos encontrar proveedores convencidos e ilusionados de nuestro proyecto y, en parte, estamos aquí gracias a su convicción. La verdad es que tenemos un gran recuerdo de esos viajes ya que estuvimos en sitios muy peculiares y nos reunimos con perfiles de lo más curiosos. Es gratificante ver cómo te vas acercando a los proveedores que tienes en mente.

 

Las personas de vuestro entorno ¿pensaron que era una locura?

Bueno, es que en cierta parte hasta nosotros sabemos que es una locura. De todas formas, lo importante es que en nuestro entorno nos animan mucho, creen en nosotros y en lo que estamos haciendo. Somos conscientes de la suerte que tenemos.

 

¿Qué relevancia ha tenido el uso de redes sociales a la hora de dar a conocer Marte?

Mucha. En muchas ocasiones nos encontramos hablando del proyecto a personas que no conocemos pero que han visto en redes sociales lo que hacemos. Tenemos claro que es una herramienta fundamental y que tenemos que mejorar mucho en ese aspecto.

El principal problema que tenemos es trasladar en redes la calidad e innovación de nuestros productos y esto es difícil hacerlo cuando el cliente no puede tocarlo. Este punto y el de crear una comunidad que reúna los valores del deporte y tenga un estilo de vida activo son nuestros principales retos en redes.

Si tuvierais que escoger un momento de satisfacción vivido en vuestra empresa, ¿con cuál os quedáis?

Quizá el momento más satisfactorio fue la salida al mercado. Aquí se juntan varias cosas, has conseguido a tus proveedores, tienes la web, tienes la logística y la estrategia está “clara”, pero realmente no has logrado nada. Es una sensación un poco extraña porque de alguna manera “empieza la fiesta” y estás eufórico, pero por otro lado te enfrentas a un golpe de realidad muy duro. Al mes, te has llevado varios reveses y tienes que plantearte cambiar muchos detalles. Al final, es un momento muy satisfactorio porque se aprende mucho y muy rápido.

 

¿Alguna vez algún cliente os ha pedido algo muy difícil o imposible de conseguir?

Un cliente nos escribió para decirnos que le había encantado el tejido de uno de nuestros productos y que si podíamos hacerle una línea especial para él en unos determinados colores. Fue halagador, pero imposible. También te diré que seguimos en contacto con él y nos ayuda a la hora de escoger algunos materiales.

 

Una ventaja y una desventaja de ser emprendedor

Una de las ventajas de emprender es el proceso de aprendizaje. Se aprende muy rápido y por decirlo de alguna manera, a una escala mayor. Es decir, aprendes a gestionar recursos, y adquieres una visión global de cómo funciona una empresa.

Una desventaja, es que te llevas las preocupaciones a todos lados y que tienes que aprender a organizar tu trabajo, que no es tan fácil como organizar tu tiempo.

 

 

¿Cómo imagináis vuestra empresa dentro de unos años?

Nos gusta imaginarnos como una comunidad grande de personas (clientes, seguidores en redes sociales, equipo) con un estilo de vida activo, que tiene metas y que es consciente de los problemas sociales y medio ambientales. Queremos construir Marte en base a la comunidad de clientes, y no al revés.

 

¿Qué consejos le darías a alguien que quiere montar su propia empresa?

Lo primero que monte un buen equipo, lo segundo que sea rápido pero que tenga paciencia.

 

Dinos una frase que te haya inspirado a ti y que les sirva a aquellos que todavía no se atreven a emprender

“La forma de emprender algo es dejando de hablar de ello y empezar a hacerlo” – Walt Disney

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