En el mundo de la moda, cada vez hay más emprendedores, y ante esta situación, lanzarse al mercado puede resultar una decisión bastante difícil. Sin embargo, hay quienes se arman de valor y consiguen hacerse un hueco en esta industria. Las bodas se han convertido en un escaparate de jóvenes diseñadores y empresarios que buscan darse a conocer con los looks de sus invitadas.
Este es el caso de Mimoki, cuya andadura comenzó de forma inesperada tras un customizar unos tocados y complementos para unas bodas. Hablamos con Ana María Chico de Guzmán, creadora de la firma, para que nos cuente cómo ha sido para ella adentrase en el mundo del emprendimiento y cómo ha vivido su evolución hasta llegar donde está hoy.
¿En qué momento de tu vida decidiste emprender? ¿De dónde viene ese impulso?
Realmente fue algo que surgió y que no tenía pensado que se convirtiera al principio en un negocio real y una forma de vida. Mientras terminaba la carrera de ADE en CUNEF y cursaba un máster de moda en el IED, comencé a rescatar botones y encajes antiguos de los baúles de mis abuelas y tías y a convertirlos en tocados y broches. Me los ponía en las bodas a las que asistía, para complementar mis looks. Gustaban tanto que empecé a tener mis primeros encargos entre mis primas y amigas. De esta manera se corrió la voz y me vi, sin apenas darme cuenta, realizando encargos a diario de personas cada vez más desconocidas y envuelta en lo que empezaba a ser un pequeño negocio.
¿Qué dirías que tienen de diferente tus prendas del resto de tiendas?
Los mimokis son piezas únicas, que realizamos artesanalmente en el taller que tenemos en la planta baja de nuestra tienda. Cada diseño tiene su propia personalidad y el espacio y atención que dedicamos a nuestras clientas hacen que se cree un vínculo muy especial cada una de ellas y su mimoki.
Siento mimoki como si estuviera en mi casa, donde recibimos a nuestras amigas y clientas para encontrar la pieza que más les favorece y les hará estar radiantes en ese día especial. Como en los comienzos, recibía en el salón de mis padres, ese es el espíritu que se refleja, en el espacio y el equipo que lo formamos.
Me gusta dedicar tiempo a entender a cada clienta e interpretarla con nuestros diseños de forma que potenciemos su belleza y personalidad.
Me ocupo personalmente de elegir cuidadosamente cada prenda que se vende en Mimoki. Intento que sean colecciones especiales que se complementen entre ellas, que exista un hilo conductor para que todo tenga sentido. A lo largo de los años he introducido firmas europeas que me encantan, y que combinan a la perfección con nuestros tocados para poder así crear total looks de invitadas de estilo muy mimoki.
¿Cómo fueron los inicios? ¿Fue muy complicado poner en marcha tu proyecto?
Comencé en casa de mis padres, ahí empezaron mis primeros encargos, hasta que los pedidos crecieron de manera inesperada. Encontré un localito ideal en un bajo situado en el barrio de Salamanca de Madrid y decidí abrir el primer Mimoki. Fue emocionante y, visto desde la distancia, sorprendente ver lo qué éramos capaces de hacer y ofrecer en un espacio tan pequeño. Ahora me siento orgullosa de ver lo que ha crecido, tanto la tienda física como el equipo que trabaja conmigo. Somos ya una gran familia de diseñadores y estilistas, que ofrecemos asesoramiento, diseño y piezas únicas trabajadas con delicadeza, calidad y creatividad.
Todo tu entorno, ¿pensó que tu idea era una locura?
Al contrario, siempre he recibido mucho apoyo por parte de mi familia y amigos. Supongo que creían en lo que estaba creando, y yo siempre me lo he planteado como un proyecto que podía ser temporal, y que cuando no funcionara o me dejara de emocionar, haría otra cosa. Cuando se ponen tantas ganas en algo proyectas esa credibilidad a tu alrededor …y ya han pasado 10 años!
¿Cómo ha sido el impacto de las redes sociales a la hora de darte a conocer?
Las redes sociales son ahora la herramienta principal en nuestra comunicación, es el boca a boca del presente. Hoy en día casi todo nuestro target de clientas tiene una cuenta de Instagram. Es una manera increíble e inmediata de trasmitir lo que somos y de llegar a ellas. Somos muy activos en redes, subiendo diariamente publicaciones de clientas luciendo radiantes su mimokis, nuestros últimos diseños o mostrando los eventos que hacemos y el trabajo del día a día. ¡Actualmente contamos con casi 100 mil seguidores!
Cuál es para ti la parte más divertida o satisfactoria de tu trabajo.
Me encanta tener contacto con las clientas, ver que disfrutan de la experiencia y cómo se llenan de ilusión con nuestro asesoramiento mientras encontramos el mimoki que les realza y resalta lo mejor de sí mismas.
También disfruto desarrollando las nuevas colecciones con el equipo de taller. Trasladar al diseño lo que vivo en mis viajes, visitas a exposiciones y conciertos y, en general todas las cosas que me emocionan. Y el día a día con el equipo mimoki que es un lujazo, pensando juntos en nuevos retos e ideas, compartiendo preocupaciones, risas e ilusiones, es algo por lo que me siento muy afortunada.
En los últimos años las invitadas de boda han tomado mucho protagonismo, y por tanto, la oferta ha aumentado con tiendas similares a la tuya. ¿Cómo ha repercutido esto en tu negocio?
Siempre ha existido competencia en todos los sectores, y, en la mayoría de los casos, suele ser positiva, ya que ayuda a renovarse y ofrecer mejores ideas constantemente. Es la manera de obligarse a estar en continuo desarrollo y especializarse en determinados puntos para diferenciarse del resto.
Nuestros mimokis son piezas únicas que creamos en un proceso creativo y artesanal, y ver que nos copian, aunque a veces resulta molesto es a la larga un orgullo y una forma de motivación para seguir trabajando e innovando.
Gran parte de la satisfacción que nos da nuestro trabajo es disfrutar del proceso creativo e innovador. Nunca he entendido a quien prefiere copiar el trabajo de los demás, se pierden lo mejor!
Dinos una ventaja y una desventaja de ser emprendedor.
Es bueno tener la mente en constante actividad. Soy una persona que me gusta estar siempre desarrollando nuevas ideas y proyectos. Me encanta poder dedicarme a un proyecto que es tan personal e ilusionante, aunque, en ocasiones, esta manera de vivir me genera muchas noches de insomnio.
¿Algunos planes de futuro que podamos conocer?
Este año hemos lanzado nuestra e-shop, que tanto tiempo hemos estado aplazando, pensando si seríamos capaces de ofrecer lo que es Mimoki a través de un click.
Estamos trabajando en ella con mucha dedicación y ha sido una sorpresa la gran acogida entre nuestras clientas de España y muchas nuevas de todas partes del mundo. Estamos aprendiendo cada día y muy ilusionados con su proyección y crecimiento mes a mes.
¿Qué consejos le darías a alguien que quiere montar su propia empresa?
Siempre le animaría a que arriesgara y apostara por su idea. Obviamente no hay que lanzarse a la aventura con todo lo que a uno se le viene a la cabeza. Hay que hacer un estudio previo. No se trata de un juguete, hay mucho dinero y tiempo en juego, pero sí que considero que hay que luchar por los sueños y no quedarse con la sensación de “qué habría ocurrido si…”. En mi caso siempre he crecido poco a poco, según iba pidiendo el negocio y arriesgando en nuevas parcelas que nos han ido abriendo nuevos caminos.
Dinos una frase inspiradora que les sirva a aquellos que todavía no se atreven a emprender.
Emprender en un proyecto personal es algo ilusionante, que te mantiene despierto y motivado.Y a pesar de los momentos complicados, en mi caso ha sido un proceso de aprendizaje y crecimiento constante.
Hay que soñar con los pies en la tierra, ser constante en el esfuerzo, mostrarse abierto en las decisiones, disfrutar del proceso, escuchar al cliente y a los resultados y ser flexible para modificar la idea inicial.