Cada vez es más común encontrar en el mundo empresarial la figura de las mujeres emprendedoras. Mujeres de éxito e inspiradoras que encuentran una necesidad entre la sociedad y, con su trabajo y esfuerzo, encuentran una solución en forma de producto o servicio.
Es así como nacen los negocios de mujeres emprendedoras, como una forma nueva de empoderar, conseguir impactar con su trabajo en su comunidad y de saltar al mercado laboral siendo la jefa e impulsora de su propio proyecto.
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Aunque la brecha de género laboral es una realidad contra la que tenemos que seguir luchando, en España, tenemos el honor de ser el país europeo con más mujeres emprendedoras. Y. además, en aumento.
En la actualidad, el porcentaje de mujeres empresarias que han emprendido un negocio es del 6,4%. Una cifra ya muy cercana a las anteriores a la gran crisis económica del 2007, que era del 7,6%.
Si nos comparamos con otros países europeos, España lidera el ranking de mujeres de éxito en el emprendimiento. Por ejemplo, aunque cuando piensas en Alemania, seguro que solo encuentras imágenes de prosperidad y negocio; tienen uno de los índices más bajos del mundo, con sólo un 5%. Sin olvidar a nuestros vecinos italianos, que cuentan con un 4,2%.
Pero, la pregunta sigue siendo: ¿cómo podemos ayudar a las mujeres a emprender? ¿Existen acciones concretas con las que fomentar las empresas de mujeres emprendedoras? Y la respuesta es un “sí” rotundo.
Existen mil formas sencillas para ayudar a mujeres emprendedoras, de conseguir que sus ideas puedan salvar las barreras y los sesgos que se encontrarán por el simple hecho de ser mujeres que quieren abrir un nuevo negocio.
¿Cómo ayudar a las mujeres a emprender? 5 consejos sencillos
No todo es superar la brecha de género. Conseguir inversión inicial, impulsar la innovación tecnológica, sobretodo en las profesiones
STEM, o conseguir asesoramiento, son solo algunos de los retos a superar.
Por ello, es importante conocer pequeñas acciones, trucos o consejos básicos para ayudar a mujeres emprendedoras a dar vida a sus ideas.
1. Invierte o hazte socio de una mujer emprendedora
Si estás pensando en invertir unos ahorros o en hacerte socio de un buen negocio o idea ¿por qué no hacerlo con una mujer empresaria?
Según los datos oficiales, en España hay 9 mujeres emprendedoras por cada 10 hombres que toman el mismo camino laboral. Por lo tanto, cada día aparecen nuevos y jóvenes proyectos a los que puedes prestar tu ayuda.
Si en tu caso, ya eres propietario de un negocio, puedes asociarte con una mujer emprendedora que trabaje en tu mismo sector. Así, podréis ofrecer ofertas, promociones o colaboraciones concretas que aumenten el valor de producto o servicio.
Ambos podéis salir beneficiados con nuevos clientes y un mayor alcance de conocimiento entre la comunidad o el barrio.
2. Haz la compra en en negocios de mujeres
Sin duda, la forma más directa de ayudar a mujeres emprendedoras es comprar en sus negocios. Seguro, que muy cerca de tu casa, en tu propio barrio, encuentras más de una tienda que, además de ser local, sea de una mujer empresaria.
El “piensa global, actúa local”, también funciona en este sentido en el mundo del emprendimiento.
Y no sólo pienses en tiendas de barrio de ropa o alimentación. Pues las mujeres emprendedoras están presentes en todos los sectores del consumo. Desde negocios de artesanía y proximidad, hasta en las industrias o la tecnología.
De hecho, son las mujeres las que están innovando en las llamadas profesiones STEM. Es decir, en aquellos trabajos que estén relacionados con la Ciencia, la Tecnología, Ingeniería o las Matemáticas.
3. El boca a boca sigue funcionando
Está claro que si acabas de emprender y quieres dar a conocer tus servicios o productos, en la era de la digitalización, necesitarás pasarte a la publicidad y al comercio online.
Tener una tienda online es básico, así como tener una buena presencia informativa y de ocio en las diferentes redes sociales.
Pero hay una manera de ayudar a mujeres emprendedoras que pasa por la comunicación oral y la tradición. Puedes usar aquello del “boca a boca”. Es decir, si te gusta, lo recomiendas al resto de personas que conozcas.
El cliente se convierte en prescriptor de tu negocio y en una mujer de éxito. ¿Por qué? Pues porque cada persona que recomiende tu empresa, tú imagen pública irá aumentando. Es algo exponencial.
4. Asiste a eventos
Los eventos son una de las claves que más te recomendamos si estás pensando en apoyar y ayudar al sector de mujeres emprendedoras de tu localidad.
Desde live shopping, conferencias, talleres para aprender a hacer o usar los productos, pasando por exposiciones, catas, cursos, eventos de networking… Son miles los eventos que puedes organizar con tu marca.
No sólo harás tu negocio como emprendedora más visible para los más cercanos, sino que al realizar estas acciones, es más fácil atraer a posibles clientes que no son de tu comunidad.
Porque estás ofreciendo un espacio de conocimiento, aprendizaje y, además, ocio.
5. Escribe reseñas
Escribir una reseña de cualquier negocio, siempre que sea positiva, es un impulso claro para su futuro. Lo mismo ocurre en el caso de empresas que dependan de mujeres emprendedoras e inspiradoras.
Cuantas más reseñas positivas tengas, mejor. Sobre todo si se escriben en plataformas públicas como, Google, Tripadvisor o Trust Pilot. Pero también si la publicas en tu perfil de cualquier red social.
La gente puede leerlas, conocer el negocio de una empresaria, descubrir que tiene buenas reseñas y llegar a la conclusión de que merece la pena pasarse por tu negocio.
A día de hoy, es tanta la información que tenemos de cada elemento de nuestra vida, tantas las opciones, que el hecho de poder conocer un negocio o empresa leyendo reseñas, nos facilita la vida. Tendemos a creer aquello que repiten muchas personas desconocidas, pues entendemos que no tienen porque mentir sobre su experiencia.
¿Quién fue la primera mujer emprendedora?
Es muy complicado responder a esta pregunta con total certeza, pues hay que recordar que en esas fechas no existía un Registro Mercantil como lo conocemos en la actualidad.
Hay que acudir a los registros a mano de entonces y es allí donde encontramos este nombre: Caterina Llull y Sabastida.
Así, podemos decir que la primera mujer emprendedora o empresaria fue una mujer que nació en 1440 y vivió en el barrio de La Ribera, en Barcelona, España.
Creció en una familia burguesa y a los 20 años se casó, aunque se quedó pronto viuda. Fue en ese momento en el que se convirtió en una mujer emprendedora, pues se hizo cargo del negocio que antes llevaba su marido.
Recordemos que hablamos del S. XV. No solo asumió la empresa de su marido, sino que la amplió y emprendió hasta conseguir hacerse con las mejores rutas comerciales a través de todo el Mediterráneo.
Por primera vez en la historia, una mujer lidera una empresa de comercio que, además, era internacional. Se encontró con tantos escollos que hasta tuvo que enviar una misiva a la reina para exponerle su situación.
¿Cuándo es el Día Internacional de la Mujer emprendedora?
De la misma forma que celebramos cada 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, las mujeres empresarias que han elegido la vía del emprendimiento, también tienen su propio día internacional, en el que reivindicar sus deseos o peticiones laborales.
Así, cada 19 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Mujer Emprendedora.