Está claro que la presencia femenina sigue siendo minoritaria en la dirección de las empresas, que la brecha salarial existe y también el techo de cristal. Pero también es verdad que la importancia de las mujeres emprendedoras es cada vez mayor ¿O solo es una impresión?
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No, no lo es, ya hace tiempo que es una tendencia que venimos viendo y los últimos datos también lo confirman tal y como os vamos a contar. La importancia de las mujeres en el mundo del emprendimiento sigue creciendo y cada vez es mayor.
Vamos a verlo y a intentar analizar, a través de los datos de distintos estudios, cómo es la presencia femenina en las startups españolas.
¿Cuántas mujeres emprendedoras hay en España?
Según los datos recogidos en el Informe Global Entrepreneurship Monitor España, que estudia anualmente el fenómeno emprendedor en países de los cinco continentes, nuestro país contaría con más de 650.000 mujeres emprendedoras.
Así, si hace no tantos años el hecho de que una mujer emprendiera era prácticamente una excepción, afortunadamente las cosas han cambiado y “desde 2021 podemos afirmar que hombres y mujeres emprenden por igual”.
Una igualdad que se viene asentando desde que en 2012 comenzó un crecimiento sostenido de la tasa de emprendimiento reciente (TEA) de las mujeres, acercando el porcentaje de emprendimiento de ambos sexos.
Por otro lado, el informe antes citado resalta también el aumento, de un 6% a un 6,5%, del porcentaje de mujeres que se consolidan en el proceso emprendedor, frente al de los hombres.
Así, destacan cómo “a pesar de que el porcentaje de hombres a cargo de empresas consolidadas se mantiene por encima del de las mujeres (7,5% respecto al 6,5%), se observa una mayor capacidad de resistencia de las mujeres para permanecer en la fase de consolidación del proceso emprendedor en 2022, en relación al año anterior”.
Todo esto se encuadra, por cierto, en un contexto en el que “la actividad emprendedora reciente (TEA) recupera el nivel de prepandemia y crece el emprendimiento potencial”. Según sus datos, durante el pasado 2022 hasta un 6% de la población española adulta intentó poner en marcha un nuevo proyecto de negocio, porcentaje que se asemeja al 2019, antes de la crisis del COVID-19 y la guerra de Ucrania.
Además, calculan que el porcentaje de posibles emprendedores de cara a los próximos tres años sube a un 9,4%, la cifra más alta desde el año 2012, augurando “un crecimiento de la actividad emprendedora similar al vivido tras la crisis financiera de 2008”. Y, por lo que dicen los datos, con un papel relevante de la mujer en este panorama.
¿Por qué emprenden las mujeres?
Siguiendo con el informe GEM, es curioso ver cómo en los últimos tres años, las motivaciones para emprender son distintas entre hombres y mujeres.
La idea de “crear riqueza o una renta muy alta”, una de las principales motivaciones para los hombres, habría caído notablemente en los años de pandemia. Sin embargo, “marcar una diferencia en el mundo”, motivación en la que las mujeres ganan claramente, apenas habría variado en estos años.
De todos modos, a pesar de contemplar motivos más ambiciosos, tanto ellos como ellas tienen como principal razón para emprender el autoempleo: “ganarse la vida porque el trabajo escasea” es la motivación de alrededor del 70% de emprendedores, tanto los nuevos como los consolidados y con una pequeña diferencia por arriba para las mujeres (pero sin grandes diferencias).
Por último, la motivación de “continuar una tradición familiar” sería mayoritaria en el sexo masculino, aunque de nuevo sin mucha diferencia respecto al femenino.
Por otro lado, el informe destaca que en los últimos años “hombres y mujeres han reaccionado de forma similar a las condiciones creadas en los distintos ciclos económicos, aunque con un ligero retraso por parte de las mujeres”; así, ellas esperarían más tiempo para aprovechar las oportunidades que surgen tras una crisis.
¿Cómo ser una mujer exitosa y emprendedora?
Esa es una cuestión que nadie puede responder a ciencia cierta; lo que sí podemos es hablar de cómo es el perfil de la emprendedora española.
Según el Mapa del emprendimiento en España 2023, elaborado por South Summit y la IE University, la emprendedora española tiene unos 35 años de edad, en un 97% cuenta con título universitario, un 88% tiene al menos un máster y un 15% un doctorado.
El 45% de las mujeres que emprenden lo hace tras haber trabajado en otra empresa (porcentaje similar en el caso de los hombres) y un 7% tras haber estado en otra startup (8% en el caso de ellos).
Los puestos más recurrentes son el de CEO, COO (directora de operaciones) y CMO (directora de marketing) (que en el caso de los hombres se sustituye por CTO o director de tecnología).
El 43% de las mujeres serían emprendedoras en serie, frente a un 61% en el caso de los hombres y sólo el 7% de ellas consigue su primera financiación del sector privado (menos de la mitad que ellos), aunque hasta el 10% lo consigue con fondos públicos, lo que supone un 5% más que los hombres.
Por otro lado, hay una mayor tendencia de ellas a montar startups relacionadas con los sectores salud, educación y finanzas. Esta propensión se confirma si volvemos al informe GEM antes citado: “Las mujeres emprendedoras siguen siendo algo más proclives a priorizar el impacto social y medioambiental de sus iniciativas emprendedoras que los hombres, y esa prioridad no se pierde a lo largo del proceso emprendedor”.
Por último, en cuanto a las diferencias de edad, los datos del Global Entrepreneurship Monitor mostrarían que “la distribución de emprendedores por edad es idéntica entre hombres y mujeres en 2022”. Esto, según sus datos, refuerza la idea de un perfil emprendedor en España que, independientemente del sexo, emprende por término medio entre los 25 y los 54 años.
Por tanto, podemos concluir que el emprendimiento femenino se reafirma tras los duros años de la pandemia, y que las perspectivas son buenas con, cómo no, un papel fundamental a jugar por parte de las mujeres emprendedoras españolas.
Imágenes | Fotos de senivpetro, Kampus Production, Jenny Ueberberg y Karolina Grabowska