En un principio el Gobierno de Buenos Aires, el foro argentino Taringa o empresas dedicadas al testeo de software presentan necesidades muy diferentes. Pero a pesar de competir en un mercado tan distinto todas ellas externalizan parte de sus servicios a una misma compañía argentina llamada Arbusta.
¿Qué empresa es Arbusta?
Podemos pensar que es una consultora al uso con cientos de analistas, programadores o informáticos formados en las típicas escuelas de negocios o universidades del sector. Pero no es el caso, ya que los trabajadores que forman parte de esta singular compañía provienen de los sectores más desfavorecidos de países latinoamericanos como Argentina o Colombia.
¿Cómo es posible que empresas tecnológicas y gobiernos se conviertan en clientes de una compañía común donde los trabajadores provienen de sectores sin recursos en formación? ¿Y cómo consigue Arbusta elevar los estándar de calidad de su trabajo y favorecer nuevas contrataciones? La respuesta es la proliferación de empresas basadas en la llamada “innovación social”, o el emprendimiento en la formación de jóvenes sin recursos pensando específicamente en su integración laboral a determinados campos.
Empresas que apuestan por los más desfavorecidos
En Latinoamérica hay más de 20 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan, esta generación “nini” tan numerosa es un problema actual y de futuro, pero también una oportunidad para crear empresas rentables en torno a su educación y preparación para un mercado tan demandado de competencias tecnológicas como el actual.
Los mercados no se acercan a los barrios conflictivos y vulnerables a buscar trabajadores, pero la globalización digital ha eliminado estas fronteras y ahora es posible incluir jóvenes en el mismo sistema que antes los había excluido. Arbusta afirma que es capaz de llegar a los 1.000 empleados en apenas un par de años, reafirmando que el mundo empresarial no tiene que dar la espalda a los más desfavorecidos, y que una buena formación práctica orientada a una demanda cada vez más especializada y exigente puede ser un camino a seguir, y una inspiración para otras empresas que encuentren su razón de ser en la Innovación Social. ¿Tú ya has encontrado tu inspiración?
Daniel López