Trabajar desde casa implica importantes ahorros de energía. No desplazarse al trabajo, especialmente si lo hacíamos en coche, es, sin duda, la partida energética ahorrada más importante. No cabe duda de que, en cómputo global, teletrabajar es más sostenible al reducir CO2, NO2, O3 y PM2.5, entre otros contaminantes.
Por contra, el teletrabajador ha ‘asumido’ algunos costes energéticos como la climatización, la energía eléctrica para el portátil y la luz. Aunque todos estos gastos deben repercutirse a la empresa, conviene reducir las diferentes partidas siempre que sea posible. ¿Se puede ser aún más sostenible con el teletrabajo?
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Reducir movilidad, aumentar climatización
La climatización del hogar era ya una de las partidas energéticas más importantes para los hogares. Según una publicación de OCU de 2016, con datos del Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE), la calefacción consume 5172 kWh al año, mientras que electrodomésticos, cocina e iluminación se llevan otros 4948 kWh al año. El aire acondicionado, debido a la eficiencia de la bomba de calor, solo consume 170 kWh/año.
Con el teletrabajo es de esperar que tanto la calefacción como el aire acondicionado y la iluminación suban bastante. Por contra, lo que se ha visto considerablemente reducido es la energía para desplazarse. Según el ‘Estudio del Observatorio sobre el estado de la Movilidad Sostenible en España’ (2019), el 40% de la energía final consumida se la lleva el transporte, y de este porcentaje el 80% se lo lleva el transporte por carretera.
En otras palabras, aparcar el coche (predominantemente térmico, ya sea diésel o gasolina) y encender la calefacción es un intercambio que sale a cuenta, tanto desde el punto de vista del balance energético como desde el económico. Más aún si el teletrabajador evita adquirir un vehículo nuevo y/o si la climatización del hogar se realiza sin echar mano de combustibles fósiles.
Aquellos trabajadores que, al ingresar en el club del teletrabajo, hayan abrazado la posibilidad de no poseer un vehículo a motor y cambiar la climatización del hogar a un sistema de aerotermia, se ahorran varios miles de euros al año respecto a quienes aún acuden a la oficina. Pero podrían ahorrar incluso un poco más.
¿Cómo ser aún más sostenibles cuando trabajamos desde casa?
Que trabajar desde casa sea más sostenible que desplazarse a la oficina no significa que no se pueda optimizar el consumo doméstico para aumentar el ahorro. He aquí algunos consejos que permitirán reducir las facturas y, al tiempo, ser más sostenibles mientras teletrabajamos.
Climatizar solo la zona que se usa
La zonificación de la vivienda es un imprescindible de cualquier sistema de climatización, ya sea por radiadores (caldera de gas o aerotermia aire-agua), por conductos (aerotermia aire-aire) o mediante bomba de calor (ídem).
De poco sirve calentar o enfriar estancias en las que no habrá nadie durante horas. Radiadores o rejillas con cierre, y cerrar las puertas, son dos elementos claves del ahorro en climatización.
De hecho, si se compara el calentar toda una vivienda respecto a calentar una oficina eficiente en una gran firma, la primera puede llegar a consumir hasta un 80% más. En casa también hay que tomar medidas de eficiencia energética.
Electrificar el hogar
Si se persigue reducir emisiones de carbono y otros gases contaminantes y de efecto invernadero, conviene dejar de lado la caldera de gas o cualquier otro medio de calefactar usando combustibles fósiles.
Los sistemas de aerotermia son compatibles con la instalación de radiadores, e incluyen la posibilidad de calentar agua. Además, la cocina por inducción es mucho más segura que el gas, y más eficiente, aunque esto formalmente no forme parte de la actividad laboral.
Toldo, ventilador y aire acondicionado
El aire acondicionado es muy eficiente, pero podría serlo aún más. Combinado con un ventilador de techo (que consume apenas unos 40W a 50W), la eficiencia global del sistema es mayor porque al aumentar la sensación térmica de fresco al moverse el aire, no hará falta bajar tanto el termostato.
Lo mismo ocurre con el toldo (que no consume energía): instalarlo evita el paso de la irradiancia solar. Desplegar el toldo por la mañana hará que el muro se caliente menos, y por la tarde el ahorro en aire acondicionado será elevado. En ocasiones se puede incluso prescindir de él.
Vestirse en función del clima
El consumo de climatización puede reducirse mucho si se utiliza la ropa adecuada en función de la temporada. El hecho de estar en casa no está reñido con disponer de diferentes prendas con base al clima.
Al comer, hibernar o apagar el PC
Apagar el ordenador cuando no se usa es importante, aunque su consumo no sea exorbitado. Si apagarlo supone un problema al cerrar lo que se estaba haciendo, la hibernación siempre es viable.
Trabajar junto a una fuente de luz natural
Las lámparas LED apenas consumen, pero se puede prescindir de ellas durante buena parte del día si se trabaja junto a una fuente de luz natural como un ventanal. Y los ojos lo agradecerán.
¿Qué gastos domésticos ha de asumir la empresa?
Aunque en términos globales el ahorro de emisiones ha sido positivo con el teletrabajo, eso no significa que el trabajador haya salido ganando. En el balance hay que incluir elementos como el ahorro en climatización y energía de la empresa, el incremento en calefacción y energía del trabajador, el ahorro en combustible o viaje del trabajador, el ahorro de tiempo del commuting, etc. Para obtener una valoración, el teletrabajar ha de comparar todas estas partidas.
Según el Artículo 11 del Real Decreto-ley en materia de teletrabajo, “las personas que trabajan a distancia tendrán derecho a la dotación y mantenimiento adecuado por parte de la empresa de todos los medios, equipos y herramientas necesarios para el desarrollo de la actividad”, y esto incluye el coste energético necesario para realizar la actividad.
En otras palabras, el incremento de costes energéticos derivados al trasladar la actividad al domicilio deben ser satisfechos por la empresa, siempre y cuando estos costes se deriven de la actividad. Si dos personas teletrabajan en la misma estancia, los costes de climatización deberán dividirse entre dos, y cada empresa abonará el coste individualizado.
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