Un 60% de los deportistas de élite hará una inversión en la que pierda el 100% del capital. Dos futbolistas de primera división por equipo necesitarán ayuda financiera en las dos décadas posteriores a su retirada.
Los datos, de PKF Attest y la Asociación Española de Futbolistas Internacionales (Aedfi), respectivamente, llaman la atención en un negocio acostumbrado a manejar cantidades de dinero inimaginables para la mayoría de trabajadores. En España, el sueldo mínimo de un futbolista, pactado por convenio, es de más de 150.000 euros anuales. Pero la media supera los cuatro millones de euros por temporada.
“Un jugador medio de primera división, que juega unos 10 años, puede terminar su carrera fácil con ocho o 10 millones de euros en el bolsillo. Algo que no gana ningún trabajador en toda su vida”, explica Fernando Giner, exfutbolista profesional y presidente de la Aedfi. ¿Cómo administrar y rentabilizar esos ingresos? Y, sobre todo, ¿qué hacer una vez dejen de recibirse, con más de media vida por delante?
[hde_related]
El deportista de élite: un perfil único
“Gasté mucho dinero en alcohol, mujeres y coches rápidos. El resto lo malgasté”. La ya famosa cita de George Best, estrella del Manchester United en los años 60 y Balón de Oro en 1968, sirve para ilustrar la realidad en la que se mueven muchos futbolistas de élite. Sin embargo, el despilfarro no está detrás de la mayoría de problemas económicos. Estos obedecen más a una mala gestión y a no tener en cuenta una serie de particularidades que acompañan el perfil del deportista de élite.
Joven, con unos ingresos elevados, popular y con fecha de caducidad. Así dibuja la consultora PKF Attest, en colaboración con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el arquetipo de jugador de fútbol profesional en nuestro país. Un perfil al que se aproximan todo tipo de personas en busca de inversores u ofreciendo buenos (y no tan buenos) consejos. Un cóctel muy específico al que Fernando Giner añade la falta de formación.
“Los futbolistas son personas como nosotros. Pero cuando pasan a dedicarse en exclusiva al deporte se convierten en personas diferentes. Dejan de lado su formación, tanto académica como personal”, explica el exfutbolista del Valencia CF. “Los problemas empiezan por aquí. Existen unas carencias desde el primer momento, mucho antes de alcanzar el éxito”.
“Son jóvenes en un mundo de mayores. Personas a las que se les obliga a madurar muy rápido. ¿Quién está preparado, con 23 años, para que se le hable de residencias fiscales, contratos millonarios, tributaciones, normativas…? Los futbolistas tienen dinero y se les acerca gente a proponer servicios e inversiones que no entienden ni ellos ni la mayoría de la población”, añade Íñigo Abrego, abogado fiscalista y socio de PKF Attest.
Cuando un ingreso poco duradero…
“Los números del plan de negocio carecían de rigor y, por tanto, la rentabilidad se desplomaba”. “Hemos optado por las mejores economías de opción fiscales, pero siempre respetando escrupulosamente la normativa tributaria”. Las palabras no proceden de ningún asesor financiero ni fondo de inversión. Las suscriben, respectivamente, Iago Aspas y Álvaro Domínguez, futbolistas profesionales, en el prólogo de la ‘Guía para deportistas profesionales’ elaboradora por PKF Attest y la AFE.
“Hay muchos deportistas que tienen más cultura financiera de lo que uno podría creer. Puede que no tengan una carrera universitaria, pero muchos se han formado en las cosas que les afectan más”. Para Íñigo Abrego, las cantidades de dinero que maneja cualquier futbolista de primera división en España son, hoy, lo suficientemente altas como para vivir el resto de su vida.
Aun así, a la hora de afrontar la retirada, existen diferentes caminos. Hay deportistas que logran rentabilizar su patrimonio para vivir cómodamente. Otros no llegan a acumular tanto capital y tienen que seguir trabajando. “Muchos lo intentan en actividades relacionadas con el deporte, pero otros tienen que buscarse cualquier trabajo. En este caso es importante no frustrarse. Ser consciente de que con 30 años todavía hay tiempo para todo”, añade el abogado fiscalista.
Deportistas arruinados. Una rápida búsqueda en Google arroja una larga lista de ídolos inolvidables que acabaron pasando estrecheces económicas. ¿Cómo se llega aquí? “Olvidando que el fútbol se acabará algún día; pensando que con el dinero ganado se va a poder subsistir toda la vida. El dinero se acaba, sobre todo si se gestiona mal o si sale una operación de inversión mal”, señala Fernando Giner.
“En la mayoría de los casos, el dinero no se acaba por ser derrochadores. Se acaba por malas inversiones, malas influencias, mala gestión…”. Y, subraya, con formación y asesoramiento es más difícil llegar a esta situación. “Cuando no se tienen, se confía en terceros sin responsabilidad sobre tu dinero y las cosas puedan salir mal”.
Tiene que durar para siempre
La mayoría de deportistas profesionales tienen carreras tan cortas que ni siquiera logran cotizar los 15 años mínimos exigidos para tener derecho a una pensión contributiva en España. Además, se retiran entre 25 y 30 años antes de tan siquiera tener edad para acceder a esa hipotética pensión de jubilación.
“El deportista que gestiona bien su patrimonio es aquel que sabe que lo más importante es proteger lo que genera. En ningún negocio va a conseguir tanto dinero como el que consigue él con su trabajo”, explica Íñigo Abrego. A partir de ahí, lo más recomendable es invertir para rentabilizar lo ahorrado.
Rodearse bien, mantener una posición conservadora o defensiva, planificarlo todo en base al nivel de vida que se quiere mantener y no vivir por encima de las posibilidades, no cometer errores en la fiscalidad que pueden conllevar multas importantes y planificar el ahorro a muy largo plazo, pensando en la jubilación. Aunque el perfil del deportista de élite sea particular, los consejos financieros que le atañen no lo son tanto.
“Es muy importante apoyarse en buenos asesores desde edades tempranas. No dejarse asesorar solamente por la familia o los amigos cercanos. El problema no es que alguien te vaya a engañar, sino que el círculo cercano no tiene por qué estar lo suficientemente formado como para prestar asesoramiento profesional”, recalca Fernando Giner.
El deporte de élite está también lleno de casos de buena gestión. El ecosistema empresarial de Gerard Piqué, Serena Williams y su fondo de inversiones o las sociedades mercantiles de Rafa Nadal son algunos de los ejemplos que ya hemos tratado. Pero quizá el caso de mayor éxito es el de Mathieu Flamini. El futbolista francés es uno de los principales inversores de GF Biochemicals, una compañía de desarrollo de materiales alternativos a los derivados del petróleo valorada en más de 30.000 millones de euros.
“Las inversiones más típicas son las inmobiliarias, aunque hay que tener cuidado con los precios y con el tipo de operación. También se ve mucho la inversión en startups tecnológicas, bodegas y hostelería”, añade Íñigo Abrego.
Consejos para administrar el patrimonio (y rentabilizarlo)
“El fútbol es un juego que se convierte en modo de vida, pero no es para nada la realidad que viene después”, concluye Fernando Giner. Una realidad que puede ser tranquila y estable si se tienen en cuenta estos consejos para administrar el patrimonio de los futbolistas, extraídos de las conversaciones con Giner y Abrego, así como de la guía de la AFE.
- Invertir sin asumir demasiado riesgo, limitando responsabilidades y asesorándose con anterioridad.
- No avalar nunca a nadie en la medida de lo posible.
- Escuchar al entorno, pero siempre contrastar los consejos o propuestas con profesionales.
- Mantener un control de los ingresos y las inversiones, así como de las posibles consecuencias fiscales de la actividad.
- Desconfiar de estructuras complejas, planteamientos fiscales sofisticados y todo aquello que no se entienda.
- Apoyarse en asociaciones de deportistas.
- Planificar de forma estratégica los ingresos y rentabilidades a largo plazo.
- Continuar con la formación incluso durante los años de mayor exigencia deportiva.
- Priorizar la protección de los ingresos mientras se esté en activo.
Formación, prudencia, planificación e información. Consejos para rentabilizar y administrar el patrimonio de los deportistas de élite; y de cualquier otra persona. Consejos para no caer desde lo más alto una vez alcanzada la cima.
Imágenes | Unsplash/Aziz Acharki, Marvin Ronsdorf, Jeffrey F Lin, Michael Lee