El turismo es uno de los principales sectores de actividad económica del mundo. Y en España es también uno de los más importantes. A escala planetaria, el sector de los viajes mueve anualmente 7 billones de dólares. En este país, y según datos sacados de un documento sobre la transformación digital de este sector realizado por la Fundación Orange, esta industria genera más de un 10% del PIB, ingresa más de 60.000 millones de euros cada año y emplea a más de dos millones de personas. En 2017, 82 millones de turistas entraron en España. Una marca solo superada en el mundo por Francia. [hde_related]
Sin embargo, y a pesar de estos números estratosféricos, se trata de un sector complejo y muy atomizado, con millones de protagonistas de todos los tamaños y condiciones, desde las grandes compañías aéreas, los poderosos touroperadores y las megacadenas hoteleras, a la casa rural gestionada por una familia o la tienda de souvenirs que mantiene un autónomo.
Un enredo que agravan las diferentes legislaciones que en cada país o comunidad autónoma afectan a los seguros, la contratación de servicios o el pago de impuestos, y que multiplican la ineficiencias en los procesos del negocio turístico y aumentan la inseguridad para el viajero.
Un placer, pero también una molestia
Por todo ello, aunque viajar es un placer, también se ha convertido en algo tedioso. Durante unas vacaciones estándar un turista debe acreditarse decenas de veces: con la línea aérea, en el aeropuerto, en el hotel, en el rent-a-car o en el autobús que le va a llevar de excursión a ver un monumento cercano a su lugar de hospedaje. Eso se traduce en colas y esperas que tendrá que soportar a cada rato.
Y también le dejará la sensación de que sus datos personales quedan esparcidos y en poder de demasiada gente. Sin embargo, en este escenario, la tecnología blockchain puede mejorar el panorama para los gestores de las empresas de ocio y sobre todo para el propio turista.
Pero recordemos qué es blockchain. En esencia, se trata de una “base de datos” distribuida entre diferentes participantes donde todos ellos tienen la certeza absoluta, garantizada por las matemáticas y la criptografía, de que las transacciones y anotaciones registradas en la misma son ciertas, duraderas e infalsificables.
Blockchain está pues ligado a conceptos como la seguridad y la transparencia. Nació para dar soporte a la moneda virtual bitcóin y en estos momentos va camino de revolucionar sectores tan tradicionales como la banca, los seguros o incluso la Administración pública, y otros tan innovadores como el ecommerce.
Lo mejor: la identidad única
Como decíamos, una de las grandes ventajas que aportará blockchain al mundo del turismo será la identidad única. En un sistema en que todas las partes comparten de forma segura la información, el viajero tendrá una identificación única desde que reserva su viaje hasta que vuelve a casa y se pone a ver las fotos.
Es decir, no tendrá que aportar más datos personales que los estrictamente necesarios para demostrar quién es y a qué tiene derecho en cada momento. Hoy, en cualquier desplazamiento un turista tiene que mostrar su DNI, su pasaporte o su tarjeta de crédito a cada paso, y firmar mil y un documentos para acreditarlo.
Además, blockchain agilizará los programas de fidelización de líneas aéreas o cadenas hoteleras, que hoy son farragosos porque tienen que contabilizar muchas variables y tardan en mostrarle al usuario su información actualizada.
Criptomonedas para el sector
Asimismo, y en combinación con el IoT y los sensores, también permitirá abrir la habitación del hotel con el móvil y agilizará y hará más segura la gestión de equipajes. Además, hará posibles que el propio sector turístico o destinos específicos creen sus propias criptomonedas, dinamizando la economía local y haciendo que grandes y pequeñas empresas se beneficien del flujo de visitantes.
13tickets.com, por ejemplo, es una plataforma española que ofrece puntos de fidelización mediante tokens (que significa “ficha” en inglés y que en realidad es una unidad de valor emitida por una entidad privada). Estos tokens pueden canjearse por tours turísticos, visitas guiadas o rutas gastronómicas por toda España.
Blockchain es una plataforma descentralizada de información sostenida por miles de nodos que constantemente verifican la información que almacenan y cualquier cambio que se produce en ella, lo que supone una garantía extrema de seguridad de los datos depositados. Sin embargo, lo que promete a la industria turística son los beneficios de lo contrario, de la centralización.
Adiós al overbooking
De esta manera, en un blockchain promovido por los grandes actores de esta industria dejaremos de encontrarnos, por ejemplo, que en un aeropuerto la compañía aérea nos da un horario de salida y llegada, mientras que el gestor de la instalación, en el caso de España Aena, nos da otro.
Un último apunte. Los más optimistas están convencidos de que blockchain agilizará en general los procesos de la industria turística, como las facturaciones de servicios, las liquidaciones, los movimientos de pago o la negociación de contratos. Esta mayor eficiencia hará también innecesaria la duplicación de reservas, el temido e incierto overbooking.
Tradicionalmente, se ha apuntado al cloud, el big data, las conexiones inalámbricas, el Internet de las cosas, las redes sociales o la economía colaborativa como las tendencias claves para entender la transformación digital en el variopinto mundo del turismo. Desde ahora habrá que hablar también del blockchain.
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