Si hacemos una traducción literal, nos encontramos que un brand advocate es un defensor de una marca. ¿Una persona que se posiciona a favor de nuestra empresa y habla bien de cada producto? No se trata de ninguna ilusión o quimera: los brand advocates existen y hoy nos acercamos a ellos.
Qué es un brand advocate
Hay diferentes acepciones para el término y los estudiosos no se ponen de acuerdo con algunas interpretaciones. Pero, como sea, la relación de estas personas hacia la marca es de entusiasmo. No se trata de que les guste. Hablamos de gente que es admiradora de la compañía. No solo les interesan los productos, sino que aman la marca y defienden sus valores e ideas.
Para entender la magnitud de lo que exponemos, vamos a explicarnos con un ejemplo. Apple sería un prototipo de marca con muchos brand advocates. Sus usuarios están comprometidos con la filosofía de vida que vende la empresa y asumen sus valores como propios. Cuando un nuevo iPhone sale a la venta, no importa el precio, no importa el cómo o el dónde. Podemos ver a muchos fans haciendo cola para poder ser los primeros en comprarlo. Saben que es un producto de Apple y eso es suficiente para ellos, para querer adquirirlo.
Numerosas ventajas
La presencia del brand advocate es un gran instrumento para las marcas. Algunos de los beneficios que pueden obtener son:
– Brand awareness. La relación del brand advocate con la marca es de positividad. Por ello, ayuda a mejorar la imagen y a potenciar el reconocimiento. Es un altavoz no comercial (al que no se le ha pagado por ello) que habla bien de nosotros.
– Son informativos. La pasión que el brand advocate siente por la marca no se basa en la subjetividad. La mayoría de estos individuos conocen en profundidad a la empresa y sus procesos de trabajo. De hecho, ése suele ser uno de los motivos por los que son fans. Así, pueden dar información sobre productos y servicios de una forma correcta.
– Retroalimentación. Algo muy interesante de esta figura es que les gusta permanecer cerca de la marca y sus novedades. Por ello, es fácil comunicarse con él y poder preguntarle directamente sobre un producto. Nos aportará información útil y sincera.
– Recomendación. Sin duda, uno de los valores más importantes. Un brand advocate es una persona que, al hablar de las cualidades y ventajas de un producto, de alguna manera, ya lo está recomendando a otros. De hecho, cuanto más seguidor sea de esa marca, con mayor motivación hablará a los demás de ello. Al ser una persona de la calle, sin segundas intenciones sobre el producto, puede ser incluso más efectivo que la propia publicidad.
Cómo conseguirlos
Tenemos claro que el brand advocate es una figura pero que muy deseable. Ahora bien, ¿cómo cuidarlos para que sigan siendo fans?
– Identificarlos. Lo primero que necesitamos saber es si esa persona es o no es un admirador. Hoy en día, esto resulta más sencillo gracias a las redes sociales y a nuestra presencia en Internet. De hecho, muchos de ellos se identifican a sí mismos con sus comentarios y mensajes en un perfil oficial. Por eso, es tan importante poner en valor la información que el propio usuario brinda.
– En profundidad. Las relaciones de la nueva economía se configuran en una dirección de ida y vuelta. Así pues, ya que el brand advocate conoce nuestra marca, de igual forma es importante que nosotros lo conozcamos a él. Si hablamos, una vez más, de Internet esto resulta crucial. Podemos ver su actividad en las redes, saber qué le gusta y por qué.
– Fomentar la charla social. Hemos de querer y cuidar a nuestros seguidores. Hablar con ellos, mostrarles que nos preocupamos por sus necesidades. Podemos preguntarles qué les gusta de nosotros, por qué, qué mejorarían… No sólo les haremos sentir valorados, sino que también nos podrán facilitar información muy útil.
– Experiencia de compra. Podemos tener un cliente satisfecho, alguien que ha hecho una compra satisfactoria y que, de ninguna manera, pueda considerarse un brand advocate. Porque no lo comparte en sus redes, porque no se lo dice a sus amigos…. Hemos de tratar que ese cliente plasme sus experiencias positivas y sus opiniones en un foro público en el que otros puedan informarse.
No confundir con…
Hay mucha controversia con qué es realmente un brand advocate y qué no. La definición más purista es la que nos habla de un amor incondicional. Y eso quiere decir que no estamos hablando, por ejemplo, de un trabajador, que tiene un interés en que a esa marca le vaya bien, por mucho que le guste trabajar en ella.
Tampoco es un brand advocate un influencer. Los influencer se han convertido en una figura de marketing muy utilizada. Son personas muy famosas en la red, cuyo mensaje cala en sus seguidores. Hay muchas marcas que recurren a ellos para promocionar sus productos, para que hablen bien de ellos y de sus cualidades. Para ello, no dudan en regalarles el propio producto. Según los especialistas, es un error confundir esta figura con la que nos ocupa hoy. La actividad del influencer está motivada por una recompensa, un pago o un premio. Algo que pueden intuir sus seguidores, por lo que puede que su discurso pierda el valor afectivo y emocional que aporta el brand advocate.
Noelia Martínez